Una hondureña y su hijo escalan la valla que divide a Estados Unidos de México. El niño lleva una mochila con forma de minion, uno de los personajes de Gru, la popular película animada estadounidense, una mochila como la que pueden llevar tus hijos al colegio. Esta es la imagen de la foto tomada por Daniel Ochoa en la frontera de Tijuana a finales de 2018. Su capacidad evocadora y todas las lecturas que contiene le han convertido en finalista del último Premio Internacional de Fotografía Humanitaria Luis Valtueña.
Las series seleccionadas en la vigesimotercera edición de este concurso que cada año organiza Médicos del Mundo y que selecciona las mejores imágenes humanitarias, se pueden ver en la Real Academia de Bellas Artes (C/Alcalá,13) hasta el 26 de abril.
El ganador de esta edición es el fotógrafo iraní Mohsen Kaboli por su serie Madre sustituta. El jurado lo dictaminó así “por su novedosa expresión fotográfica y por su acierto al abordar los matices y la complejidad del controvertido asunto de los vientres de alquiler con gran sensibilidad”.
Madre sustituta
Mohsen Kaboli, ganador. En Irán, alquilar el útero de una mujer para tener descendencia es legal desde 2004. Se considera que, además de dar solución a los problemas de fertilidad de muchas parejas, reduce las estadísticas de divorcio. Esta serie se centra en explorar la lucha interna que viven las “madres sustitutas”, como se llama a las gestantes, al tener que entregar el bebé a otra familia después de nueve meses de llevarlo en su vientre y de haber vivido la conexión sensorial entre ambos. La protagonista de esta historia, Zahra, accedió a llevar un feto en su útero a cambio de dinero, acuciada por su precaria situación económica, con tres niños a los que mantener y un marido en prisión. Mientras todo esto pasa, la pareja que se quedará con el bebé simula su embarazo, aunque probablemente no su felicidad.
El último viaje de Zohra Sarrouj
Serie de Javier Fergo, finalista. Zohra Sarrouj tenía 27 años cuando decidió embarcar en una patera para llegar a tierras españolas. Dejó a su hija de seis años junto a su familia en su tierra natal, una pequeño pueblo al sur de Casablanca (Marruecos). Consiguió llegar a la costa española, no lejos de Conil de la Frontera, pero no lo hizo con vida. La hipotermia truncó su sueño europeo en el estrecho de Gibraltar. Este trabajo de Javier Fergo documenta el último viaje de la joven marroquí, partiendo desde Algeciras, junto a la empresa funeraria encargada de realizar la repatriación de su cuerpo. Cuenta también el final de una historia que pocas veces se muestra: cómo recibe la familia y amigos la última vuelta a casa de quienes no regresaron vivos para contarlo.
Cruzando la última frontera, en Tijuana
Serie de Daniel Ochoa, finalista. A finales de 2018, una caravana de varios miles de personas se organizó desde Honduras, uno de los países más empobrecidos y violentos del mundo, para emigrar a Estados Unidos. A lo largo del camino se fueron sumando gentes de distintos países, que encontraban en el grupo cierta protección en una ruta potencialmente mortífera, controlada por las mafias. La valla fronteriza entre México y Estados Unidos es el último obstáculo antes del sueño americano. Desalentados por la larga espera para solicitar asilo a través de los puntos oficiales de entrada, muchos migrantes optaron por intentar saltar o atravesar el muro desde Tijuana. Al otro lado, en San Diego (California) les esperaba la oposición de la patrulla fronteriza estadounidense. Impedir a cualquier precio la entrada de personas se ha convertido en una cuestión de Estado para el actual presidente norteamericano.
Hijos de la desmemoria
Serie de Santi Donaire, finalista. España es uno de los países con mayor número de personas desaparecidas del mundo. Más de 115.000, asesinadas durante la Guerra Civil (1936-1939) pero también durante la represión franquista posterior, se encuentran repartidas en miles de fosas comunes por toda la geografía nacional. Un potente ejemplo de esta realidad es el cementerio de la localidad valenciana de Paterna, donde más de 2.300 personas fueron fusiladas durante el franquismo y aún permanecen sepultadas en más de cien fosas comunes. Familiares de diferentes generaciones se han organizado con el objetivo de localizar, exhumar e identificar a sus parientes asesinados/as. La herida que sigue condicionando la identidad y los comportamientos políticos, sociales y culturales de nuestra sociedad sigue abierta, como las fosas de Paterna.
Después de recorrer distintos espacios culturales en años anteriores, el veterano premio fotográfico recala de nuevo en la Calcografía Nacional, donde comenzó su andadura hace más de 20 años. Con este motivo, y siendo este espacio el custodio de los grabados de Goya, la muestra incorpora excepcionalmente una selección de ocho grabados originales de “Los desastres de la guerra” de Goya, que dialogan con ocho fotografías elegidas de entre los fondos del premio.
El premio lo convoca anualmente Médicos del Mundo en recuerdo de cuatro cooperantes de esta organización asesinados cuando trabajaban en proyectos de acción humanitaria en Bosnia y Ruanda en los años 90: Luis Valtueña, Manuel Madrazo, Flors Sirera y Mercedes Navarro.
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