Un día de invierno de 1949 Walter Chandoha (1920-2019) regresaba a casa cuando se encontró un gatito perdido entre la nieve. Se lo llevó a su casa y cambió para siempre su vida. El gato era muy tranquilo pero a cierta hora de la noche se volvía loco y empezaba a saltar en un ritual gatuno que repetía todos los días.
El gato loco
Chandoha le hizo una serie de fotos y las envió a varios periódicos. Por entonces intentaba ganarse la vida como fotógrafo freelance y se sorprendió cuando sus fotos del gatito tuvieron muy buena acogida.
Su sustento
Así que decidió especializarse e inició la carrera de quien es unánimemente reconocido como el mejor fotógrafo de mascotas. Semejante reconocimiento tiene todavía más mérito hoy que las fotos de gatos y perros son un género en sí mismo.
Chico de barrio
Hijo de inmigrantes ucranianos creció en Nueva Jersey donde se inició en la fotografía en uno de los muchos clubes de aficionados que proliferaron en los años 30, 40 y 50 del siglo pasado en los Estados Unidos. En esos clubes se podía aprender de fotografía y revelar e imprimir las fotos.
Durante la Segunda Guerra Mundial sus conocimientos le condujeron a pasar la mayor parte del conflicto asignado como fotógrafo en el Pacífico Sur. Un periodo que le marcó profundamente y que no podía recordar sin llorar, su descendientes explican que fotografiar mascotas fue algo sanador para él. Y una obsesión: sólo en gatos su archivo cuenta con 90.000 imágenes.
En las mejores revistas
Su capacidad para retratar gatos y perros pronto destacó y sus imágenes empezaron a publicarse en destacadas revistas como LIFE y dominicales de periódicos de todo el país.
Publicidad con perros
Pero fue en el mundo de la publicidad donde sus imágenes eran omnipresentes. Se convirtió en un maestro para extraer de cada animal el mejor gesto o expresión para la imagen.
Maestro de emociones
Sus fotos estaban en la mayoría de los paquetes de alimentos de perros y gatos, los lineales de comida para animales de compañías eran su galería particular.
Perros para elegir
Pero, además de los productos específicos para animales, allí donde un anuncio necesitaba de una mascota para promocionar el producto había una foto de un perro o un gato captado con la maestría de Chandoha.
Posados
Por su estudio desfilaban gatos y perros de todas las especies y camadas enteras de gatitos a las que retratar de manera paciente hasta dar con el posado perfecto.
Empresa familiar
Aunque él era el fotógrafo su familia era el estudio. Su mujer era parte fundamental del negocio y sus hijos e hijas muchas veces servían de modelos y sus caras terminaban junto a un gato o un perro en los anuncios de las revistas de mayor tirada de Estados Unidos.
Maria y los cachorros
Su hija Maria protagoniza algunas de las imágenes más tiernas de su colección.
Maria y los gatos
Maria dando de comer a los gatos. El fotógrafo y su familia vivieron en una granja llena de mascotas que hacía las veces de estudio.
Chihuahua en Nueva York, 1949
Además de las fotos de estudio la obsesión por los perros y gatos de Chandoha le convirtió en un fotógrafo callejero y no perdía ocasión de retratrar a los animales en los espacios que les dan los humanos como perros guía o sabuesos de la policía.
Gatos por todas partes
Para sus sesiones Chandoha pedía prestados gatos de los refugios o de otros dueños. Su familia también adoptó a decenas de gatos y perros a lo largo de los años.
Libros de Chandoha
35 libros con su trabajo se ha publicado desde 1951 y de su archivo cuenta con más de 200.000 fotos entre gatos, perros y otras especies. La editorial Taschen ha recopilado en dos volúmenes sus mejores fotos de gatos en Cats y de perros en Dogs que condensan siete décadas disparando a los animales que más quería.