Dice que no se acuerda, pero una compañera de su colegio asegura que ocurrió. Que mientras toda su clase -en el colegio Sagrado Corazón de Madrid- estaba haciendo gimnasia, cogió los sujetadores de sus compañeras y los colgó de un árbol de Navidad. “Hacía performance sin saber lo que estaba haciendo, se me ocurrían cosas de esas”, recuerda para El Independiente Bárbara Allende Gil De Biedma o -como es más conocida- Ouka Leele.

Cierto o falso el episodio de los sujetadores, la infancia, adolescencia y juventud transcurrió como un boceto de la artista en que se convirtió en adulta. La exposición Ouka Leele. Supernova -que se puede ver hasta el 24 de octubre en el Círculo de Bellas Artes- profundiza en los primeros años de la artista para desvelarnos cómo fue ese estallido de creatividad que terminó en convertir a Bárbara en Ouka. 

“Si no estaba pintando o dibujando no me sentía muy bien, era patológico. Si iba a una merienda tenía que sacar un papelito o dibujar en el mantel del restaurante, donde fuera..”, cuenta. El pasado asalta estos días con fuerza a la Premio Nacional de Fotografía. La muestra Ouka Leele. Supernova- que se enmarca dentro de PhotoESPAÑA- recoge sus primeros pasos en el mundo del arte, una muestra que le llega en un momento vital en el que no tiene claro por dónde continuar. “Igual debería de seguir haciéndolo, porque igual es algo que necesito hacer para vivir”, piensa en voz alta. 

“Tengo 63 y me he pasado toda la vida intentando dejar la fotografía, cuando la intenté dejar me dieron el Premio Nacional de Fotografía. Me salieron un montón de trabajos increíbles y no podía decir que no”, asegura. Mucho de lo que ha conseguido con su larga trayectoria le ha ido arrastrando. “Me he dejado llevar, unas veces quieres hacer una cosa y luego resulta que viene otra que está bien”. La pintura de Ouka Leele ha estado peleando para hacerse sitio en su carrera. “Estoy un poco buscando un camino, me resulta fácil la fotografía con el ordenador, pero necesito pintar. Con el tiempo las he separado, la pintura por una parte y la fotografía por otra”. No le ha tenido que resultar fácil porque es precisamente el cruce de género lo que provocó la supernova de Ouka. Empezó con la pintura y apareció la fotografía. Pero fue después, cuando la pintura entró en sus fotos, cuando nació la estrella.

“Me he pasado toda la vida intentando dejar la fotografía”

Ceesepe, foto Ouka Leele

El origen de Ouka Leele

Su amigo El Hortelano reprodujo una constelación con varios nombres, entre ellos la estrella Ouka Leele, un nombre inventado que, en principio, no tenía significado. Bárbara Allende adoptó entonces, 1977, ese nombre para ella. Dos décadas después Ouka Leele ya era una artista consagrada y pensaba abandonar ese seudónimo. Entonces una amiga ecuatoguineana le explicó su significado: “Que des muy bien la vuelta al círculo de la vida”, explica la artista. Posteriormente ha averiguado otras traducciones, como “recorrer la vida con éxito y muy bien”. “Siempre que empiezo a dudar del nombre aparece alguien de África y me da un significado”, ha afirmado en alguna ocasión. 

La estrella Ouka Leele que nació de la constelación de un cuadro ha cosechado una vida de éxito y reconocimientos. El Premio Nacional de Fotografía es el más sonado, pero su título de artista de la Movida Madrileña, pesa más entre el público. Pero en los años en los que se creó Ouka no había éxito alguno, ni dinero, siquiera para comer.

“Nos conocimos en el 76. El Hortelano y Ceesepe vivían en una casa en el Paseo Imperial y con Alberto [García Alíx] y Marcos Carrasco hacían la Cascorro Fanzine que vendían en El Rastro. Al principio era horrible, de pedir por la calle. De si se le caía a alguien dinero por la calle lo cogías y te ibas a comer, vivíamos casi de la providencia y la suerte. Me acuerdo de ir a comer todos y estos eran un poco bestias y nos íbamos sin pagar”. En una ocasión la pillaron y le pidieron la cámara ya que no tenía dinero para pagar. “No, por favor, que es lo único que tengo, les dije. Era bastante duro”, recuerda. Una vida bohemia alejada del éxito que les llegaría años después. “Ceesepe me decía nena estamos en la Bateau Lavoir, como Picasso”.

El propio Ceesepe escribió una carta a Ouka en la que le decía que estaba derrotado y que está a punto “de volverse a casa de sus padres y de ponerse a trabajar y centrarse”, afirma la fotógrafa. Unos años después -en 1984- Ceesepe sería el artista más vendido de la tercera edición de ARCO.

Para mantenerse “intentábamos vender a revistas, que era donde, sobre todo, más se podía publicar”, recuerda. Su cámara era de su padre que le gustaban las cámaras y se quedó con un modelo viejo y con una ampliadora. Ella quería ser pintora pero la fotografía “me atrapó- afirma- y no me ha soltado nunca”.

En la exposición se pude ver gran parte de su fotografía en blanco y negro, que es como empezó. “Vieron en mí a una promesa de la fotografía y cuando empecé a pintar las fotos se echaron las manos a la cabeza. Fontcuberta me decía que estaba destrozando mi carrera”. En ese momento se llevaba el purismo en la fotografía, el tiempo que estuvo en Barcelona antes de volver a Madrid aprendió la exigencia en la fotografía pero en Madrid “todo valía, era más libre, en Barcelona solo valía la perfección y eso me exigió mucho y me pasaba horas en el laboratorio”.

El dibujo es parte indisociable de su forma de trabajo, especialmente en sus primeros años. “Con los bocetos yo pretendía que todo fuera tal y como aparece en el boceto. Luego me he ido soltando, liberando y dejando que el azar haga sus cosas. Tienes una idea, pero aparece algo que no te esperas y es mucho mejor añadirlo que resistirse a incluirlo porque no lo tenías pensado”. Ouka Leele, ha aprendido a dejarse llevar y con esta exposición que del Círculo de Bellas Artes, también. “Normalmente estoy encima de todo de los detalles, pero esta vez no, va a ser una sorpresa”.

Información práctica Ouka Leele. Supernova

  • Círculo de Bellas Artes. C/ Alcalá, 42 (Madrid)
  • Sala Goya. Del 01/06/2021 al 29/08/2021. De martes a domingo, de 9:30 a 15 horas
  • Precio: Entrada general Acceso a la azotea del CBA (lunes a domingo) y a las salas de exposiciones (martes a domingo) 5€ (4€ con Carné Joven). Todos los martes, entrada libre para desempleados en horario de mañana (de 11:00 a 14:00 h). Acceso gratuito presentando la acreditación actualizada de la situación de desempleo.

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