Es un viejo rockero de la arqueología. Dispuesto a seguir deslizándose por pasadizos y pozos en busca de los tesoros que por miles guardan las arenas de Egipto. Hasta que el cuerpo aguante. Zahi Hawass descarta cualquier plan de jubilación inminente, a pesar de haber superado los 75 años. La obsesión que le persigue tiene nombre de mujer: Nefertiti. Y una retahíla casi interminable de títulos: “La gran y querida esposa del rey”; “Señora de las dos tierras, del sur y del norte”; “La que puede vivir para siempre”; “Grande en favor, dama de gracia, dotada de alegría”… Un derroche de abolengo que contrasta con los enigmas que proyectan su sepultura y su cadáver. En ambos casos, reina la nada.
La misteriosa Nefertiti, que vivió hace más de tres milenios en una de las etapas más florecientes del Antiguo Egipto, cayó en una calculada desmemoria junto a su marido Ajenatón, el faraón que desafió el orden establecido hasta convertirse en el hereje que impulsó el primer y fallido experimento monoteísta de la Historia. En busca de su momia y su enterramiento lleva años volcado Hawass. El egiptólogo y ex ministro de Antigüedades egipcio, capaz de despertar pasiones y odios a partes iguales, asegura en una entrevista con El Independiente estar muy cerca de responder a algunas de las incógnitas.
El arqueólogo se halla estos días en Madrid, donde ofrece este martes una esperada conferencia sobre la mujer en el Egipto faraónico, en el marco de ‘Hijas del Nilo’, una exposición que reúne 300 objetos procedentes de una docena de países. La exhibición está organizada por el Grupo Eulen y comisariada por Esther Pons y Nacho Ares. “En el Antiguo Egipto los hombres tenían que ser faraones, pero no las mujeres. Los hombres, de todos modos, no podían ser faraones sin una mujer”, explica Hawass, que acaba de iniciar su campaña de excavaciones en el Valle de los Reyes, en la sureña Luxor. A la caza, por enésima vez, de los secretos que le torturan sobre el paradero de Nefertiti.
Apenas hemos encontrado el 30 por ciento de todo lo que hay bajo las arenas de Egipto
Pregunta.- En abril de 2021 anunció el descubrimiento de la "Ciudad Dorada" en Luxor, la urbe que abandonó Ajenatón para construir Amarna. ¿Cómo progresan los trabajos de excavación?
Respuesta.- Fantásticamente. Hemos descubierto el nombre de Smenkhkare [asociado a Nefertiti] y la ceremonia del festival. Hemos localizado, además, un gran lago en el lado oeste de la ciudad. Estoy seguro de que vamos a dar con más pruebas sobre Tutankamón. En estos momentos estamos restaurando y excavando la zona para encontrar más información sobre sus moradores. Tenemos pruebas de que las mujeres trabajaban también en esta ciudad junto a los hombres. Es una gran extensión, de un kilómetro por un kilómetro, de sur a norte y de oeste a este. Y aún no hemos concluido la excavación.
P.- ¿Qué porcentaje de tesoros sigue aún bajo las arenas de Egipto?
R.- Apenas hemos encontrado el 30 por ciento de todo lo que hay bajo tierra. Hace unos días una misión halló tumbas en el interior de varias viviendas de Alejandría. El Egipto moderno está edificado sobre el Antiguo. Y por eso es inmenso el patrimonio que sigue escondido.
Nefertiti, una mujer fascinante
Nefertiti, elevada a una de las mujeres más influyentes de la Antigüedad, es hoy todo un misterio. Un busto, el que se expone no sin polémica desde 1924 en Berlín, es la única representación que conocemos de Nefertiti. Huérfana, en cambio, de autopsia, cadáver y tumba.
A la búsqueda de su sepultura y el tesoro con el que emprendió su vida de ultratumba dedica Zahi Hawass, el más mediático de los egiptólogos, los últimos años de su trayectoria. Su hipótesis es que se halla en los confines desérticos del Valle de los Reyes, la hendidura entre colinas donde durante cinco siglos hallaron descanso eterno los faraones del Imperio Nuevo.
Nefertiti, hija de un miembro de la élite desprovista de sangre azul, se convirtió en objeto de deseo tras el hallazgo el siglo pasado de su busto, con el ojo izquierdo extraviado. “Fue el momento perfecto. Europa occidental, que todavía experimentaba un ataque de egiptología tras el descubrimiento de Tutankamón en 1922, aclamó inmediatamente a Nefertiti como una de las mujeres más hermosas y fascinantes de todos los tiempos. Desde entonces, su imagen se ha mantenido junto a la máscara mortuoria de Tutankamón, las pirámides de Giza y la esfinge como un símbolo reconocido universalmente de la historia egipcia”, relata la arqueóloga británica Joyce Tyldesley./ Fotografía: Egisto Sani/Flickr
P.- Hablemos de uno de esos interrogantes que guardan las arenas egipcias, Nefertiti. Lleva ya algunos años buscándola…
R.- Sigo buscando dos cosas: su tumba y su cuerpo. Realmente creo que Nefertiti gobernó Egipto durante tres años tras la muerte de Ajenatón bajo el nombre de Smenkhkare. He buscado su enterramiento por todas las zonas del oeste del Valle de los Reyes y no he podido dar con ella. El pasado 1 de septiembre inicié la campaña de excavaciones en el área oriental del Valle de los Reyes.
Y estoy en busca también de identificar su momia a través de un importante proyecto apoyado por National Geographic. Tenemos ya el ADN de las momias de la dinastía XVIII, desde Ajenatón hasta Amenhotep II o III y hay dos momias sin nombre etiquetadas como KV21a y b. En octubre podremos anunciar el descubrimiento de la momia de Ankhesenamun, esposa de Tutankamón, y su madre, Nefertiti. Existe también en la tumba KV35 la momia de un niño de diez años de edad. Si ese niño es el hermano de Tutankamón y el hijo de Ajenatón, se resolverá el problema que plantea Nefertiti. En la Ciudad Dorada encontré el nombre de Smenkhkare.
P.- ¿Está seguro?
R.- Estoy seguro de que voy a desvelar cuál de las dos momias sin nombre puede ser Nefertiti. Las excavaciones acaban de comenzar en el este del Valle de los Reyes y se extenderán durante un año. La arqueología es suerte. Lo que sí espero es que sea mi último año excavando en el Valle de los Reyes. He mirado ya en cinco ubicaciones y, si no encuentro la tumba, lo dejaré.
P.- Insiste en que quedan aún enterramientos por ser localizados en el Valle de los Reyes, el cementerio real en el que Howard Carter halló la oquedad de Tutankamón…
R.- Y así sigue siendo. Yo mismo he localizado dos tumbas. La KV65 fue empleada como almacén de herramientas. Y la otra es una habitación. Excavé más estancias y no conseguí nada más. Sabemos que hay aún tumbas por descubrir en la zona. Estoy buscando en Deir el Bahari porque hay ciertas pruebas de que los enterramientos podrían estar ahí. En estos momentos mi equipo está también buscando la tumba de Ramsés III en esa misma zona y las sepulturas de personajes que no pertenecían a la realeza.
El misterio de Cleopatra VII, la última reina de Egipto
Durante dos milenios el reposo de la bella e inteligente Cleopatra VII, la seductora última reina del antiguo Egipto, ha sido una obsesión para quienes peregrinaban a la tierra de los faraones. En un lugar indeterminado, ubicado entre el mito y la realidad, la tradición popular cuenta que la soberana se suicidó con la mordedura de una cobra egipcia, derrotada en el campo de batalla y en el amor. Con su amado Marco Antonio exhalando el último hálito de vida, acunado entre sus brazos.
La tumba de una de las parejas más mediáticas de la Historia sigue extraviada. La dominicana Kathleen Martínez la busca desde hace cerca de dos décadas en Taposiris Magna, un complejo monumental emplazado a unos 45 kilómetros al oeste de la ciudad de Alejandría. Un vasto recinto mecido por las brisas del cercano Mediterráneo y la leyenda del lago Mareotis. Hawass, que fue codirector de la misión, no confía ya en su hipótesis./ Fotografía: The Trustees of the British Museum
P.- Otro de los enigmas del Antiguo Egipto es el paradero de Cleopatra VII, la última reina del Egipto ptolemaico. Usted rechaza que se encuentre en el complejo de Taposiris Magna, cerca de Alejandría…
R.- He estado trabajando con Kathleen Martínez durante doce años, pero estoy ya fuera del proyecto. Martínez acaba de encontrar túneles que conectan el templo con el mar. Su hipótesis es que parte de Taposiris Magna se halla bajo el agua y me parece que es correcto. Actualmente buena parte de los trabajos que está llevando a cabo son bajo el agua pero, en ningún caso, creo que Cleopatra está enterrada allí.
P.- Su teoría es que se encuentra bajo el Mediterráneo, en las inmediaciones de la actual Alejandría…
R.- Así es. Cleopatra construyó su tumba fuera del palacio. Y si la edificó, ¿no se enterraría allí? ¿Por qué no la estaría usando? Hemos excavado en todas las zonas de Taposiris Magna y no ha aparecido nada. Es cierto que los túneles son muy interesantes. Estuve dentro de los túneles con un equipo de televisión italiano hace unos cinco días y me atacaron las serpientes. [¿Se encuentra bien?] Sí, conseguí matarlas.
P.- Y refiriéndonos a Cleopatra, también deberíamos hablar de Marco Antonio. ¿Estarán enterrados juntos?
R.- Toda nuestra información sobre Cleopatra proviene de William Shakespeare. En realidad no tenemos ningún registro histórico que nos diga si Marco Antonio está enterrado con Cleopatra. Pero la leyenda es muy interesante. Es probable que Marco Antonio fuera derrotado y Cleopatra tal vez se suicidara. No sabemos, sin embargo, si fueron enterrados juntos. La búsqueda de su tumba es fascinante. Incluso si no hay nada en Taposiris Magna, el templo está bellamente excavado. Hay un gran cementerio fuera del templo, con momias de varios períodos, y una parte del complejo se halla bajo el agua. Es un lugar interesante pero temo decir que no creo que Cleopatra esté enterrada allí.
En noviembre desvelaré que Tutankamón murió por una infección
P.- ¿Es hallar a Cleopatra uno de sus objetivos?
R.- No. Mi sueño en estos momentos es localizar a Nefertiti. Espero que si Dios me lo concede, su descubrimiento se produzca este mismo año. Y será lo mejor que me haya pasado en la vida. Pero estoy seguro de que revelaré la momia de Nefertiti en un mes o máximo dos. Y lo anunciaré al público al mismo tiempo que los últimos resultados del ADN de Tutankamón. Estamos en disposición de aportar nuevos datos sobre su muerte. Hasta ahora sabíamos que tuvo un accidente en la pierna izquierda, pero no sabíamos si fue ese el motivo de su muerte o fue asesinado. Una nueva máquina de escáner nos ha permitido detectar que tuvo una infección. Si se termina de confirmar, anunciaré antes de noviembre que murió como consecuencia de un accidente.
Las amenazas del patrimonio egipcio
P.- ¿Son la agricultura y el boom inmobiliario las principales amenazas para la conservación del patrimonio egipcio?
R.- Creo sinceramente que es el cambio climático. La pregunta es: ¿Cómo se pueden proteger las tumbas del Valle de los Reyes? Si dejamos la situación como está ahora, en un siglo todas las tumbas habrán desaparecido por completo. Tenemos que dotarnos de un plan de protección especialmente para las tumbas y los templos. Una vez al año suelo tomar una fotografía de las paredes del templo de Kom Ombo y cada vez que regreso un 5 por ciento de los relieves se han desvanecido. Hay que trabajar en el control del cambio climático.
P.- ¿Cuál es su receta?
R.- Número uno: hay que cerrar y abrir tumbas cada año y establecerlo como sistema. Número dos: tiene que haber un proceso de reserva. Si entras en una tumba, tienes que saber a qué hora vas a acceder y a cuál vas a salir, sin grandes aglomeraciones. Número tres: tiene que haber para cada tumba y monumento un plan de cómo se puede mantener la humedad y el calor. Y eso hay que hacerlo especialmente en el Valle de los Reyes. Debe haber un centro para controlar el cambio climático y el turismo. El turismo es el enemigo de la arqueología pero debemos buscar un punto intermedio entre la necesidad del turismo para la economía y la preservación de los monumentos egipcios. Es algo extremadamente importante.
Si el templo de Debod no se cubre con una estructura, lo mejor es que vuelva a Egipto
P.- En viajes previos a Madrid, ha sido especialmente crítico con el estado de conservación del templo de Debod…
R.- No he podido visitarlo en esta ocasión pero sigo pensando que, si dejamos el templo como está, terminará destruido. Hay que protegerlo situándolo bajo techo. Debe estar en un interior controlado. Me reuní en otra ocasión con Carmen Calvo [entonces vicepresidenta del Gobierno] y le hice llegar mi demanda. Es la única opción de salvarlo. Si no se cubre con una estructura, sería mejor que regresara a casa.
Expolio internacional
P.- Otra de sus batallas es la devolución de cientos de antigüedades egipcias que, según usted, salieron ilegalmente del país. ¿Cómo va esa lucha?
R.- A finales de octubre voy a lanzar una gran petición por internet pidiendo a los egipcios y a la comunidad internacional que la firme. La primera exigencia es el retorno de la piedra Rosetta, que fue sacada de Egipto ilegalmente por los franceses para entregársela posteriormente a los ingleses. La piedra Rosetta es el icono de nuestra identidad egipcia. No quiero que el gobierno egipcio se involucre en esto pero necesito recuperar estos objetos a través de una petición popular.
Los museos continúan practicando el imperialismo
FOTOGRAFÍA: piedra rosetta/ The Trustees of the British Museum
Como egiptólogo conocido en todo el mundo, es mi deber. También aspiro a lograr la devolución del busto de Nefertiti, actualmente en Berlín, y el zodiaco de Dendera, expuesto en el Louvre. Los museos continúan practicando el imperialismo. En la época en la que Egipto estaba controlado por los franceses y los ingleses, exploraron y arruinaron el país. Y sus museos lo siguen haciendo. El jefe del departamento egipcio del Louvre compró recientemente cinco artefactos robados. El caso está en este momento en un tribunal de París.
Jamás me jubilaré. Me retiraré cuando me vaya a la tumba, cuando muera
El Museo Metropolitano de Nueva York también hizo lo mismo pero devolvió algunos objetos hace una semana. Me pregunto por qué los estúpidos conservadores de los museos cuando compran un artefacto no preguntan al gobierno egipcio. Los podríamos comprar. Esos museos que he citado están llenos de cientos de artefactos llegados de Egipto. ¿Por qué necesitan comprar más? Están alentando a los ladrones internacionales para que destruyan los monumentos y arranquen los relieves de las tumbas. Tenemos que detenerlos. El mundo tiene que despertar. Ya es hora. Habéis dañado África a través de la fuerza, le habéis arrebatado su dinero. Es hora de que el arte africano vuelva a casa.
P.- Tiene 75 años. ¿No ha pensado en jubilarse?
R.- No. Jamás me jubilaré. Me retiraré cuando me vaya a la tumba, cuando muera. Mi energía y mi pasión son imparables. Sigo dirigiendo dos misiones arqueológicas, en Saqqara y Luxor. Hace unas horas, a las siete de la mañana, mi equipo localizó una nueva tumba en Luxor. Pertenece a un funcionario…
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