Desde bien joven Felipe IV (1605-1665) salía a las calles madrileñas en busca de "aventura". Acudía a teatros con intención de dar con una mujer con la que poder pasar la noche. Nada de amantes. Lo que buscaba era relaciones anónimas y esporádicas. Decían que era un adicto al sexo, "un Hércules para el placer". Fueron tantas que, además de los 12 hijos que tuvo en sus dos matrimonios -primero con Isabel de Borbón y más tarde con Mariana de Austria- aunque no se sepa con exactitud cuántos fueron, se estima que tuvo unos 30 hijos ilegítimos.
Ha sido el monarca que más hijos ha tenido en la historia de España. De su matrimonio con Isabel nacieron siete hijos y de su relación con Mariana otros cinco, aunque murió dejando sólo como heredero varón a Carlos II "El Hechizado".
Felipe IV llegó al trono cuando ni siquiera había cumplido la mayoría de edad. Tenía 16 años cuando su padre, Felipe III (casado con Margarita de Austria) murió de manera inesperada.
En 1615 se casó con Isabel de Borbón, hija del Rey de Francia, con quien se había prometido a la edad de seis años. Cuando contrajeron matrimonio él tenía diez años y ella doce. Pese a la conocida sensualidad desenfrenada del Rey fuera de su matrimonio, con Isabel de Borbón tuvo siete hijos, pero solo dos pasaron de la infancia: María Teresa, la que sería la futura mujer de Luis XIV y Baltasar Carlos, que murió a los 17 años por un brote de viruela.
Antes de fallecer, Baltasar Carlos estaba prometido con Mariana de Austria. Pero tras morir Isabel de Borbón en 1644, Felipe IV decidió coger el relevo de su hijo fallecido y se casó con su sobrina Mariana de Austria.
El matrimonio tuvo cinco hijos, pero solo dos llegaron a la edad adulta. La infanta Margarita, esposa del emperador alemán Leopoldo I y protagonista de Las meninas de Velázquez, que murió con 21 años, y Carlos II "El Hechizado" quien, siguiendo con la tradición de los Austrias, nació con graves problemas físicos y cognitivos, resultado de una consanguineidad de índice 0,25, aquella que se produce cuando una mujer tiene un hijo con su propio padre, lo que provocó el fin de la dinastía de los Austrias al morir sin un heredero.
Las Meninas, Velázquez
El único bastardo reconocido
Son incontables las mujeres con las que el Rey compartió cama. Se dice que le gustaban todas, mujeres de toda clase y condición: casadas o viudas, doncellas, sirvientas y actrices. Pero Felipe IV tuvo una amante favorita: la actriz María Inés Calderón, conocida como la Calderona.
El Rey estaba en el teatro cuando quedó prendado de ella y ordenó que la hicieran subir al aposento en el que presenciaba el espectáculo. Fruto de ese amorío nació Juan José de Austria, el único hijo ilegítimo que Felipe IV reconoció, y que años más tarde, fue nombrado primer ministro en 1677 precisamente por su hermanastro Carlos II, aunque murió repentinamente dos años después.
Amante del arte
Pero el "Rey grande" fue mucho más que un adicto al sexo. Además de ser el monarca que más hijos ha tenido en la historia de España, estuvo 44 años en el poder. Su reinado, desde 1621 hasta su muerte en 1665, fue el más largo de la casa de los Austrias y el tercero de la historia española.
Su reinado, desde 1621 hasta su muerte en 1665, fue el más largo de la casa de los Austrias y el tercero de la historia española
Felipe IV fue quien descubrió a Diego Velázquez, el que se convertiría en el pintor de la cámara de la monarquía. Pero la imagen de los reyes muchas veces viajan en el tiempo de manera distorsionada. Se señalan ciertos comportamientos que estuvieron fuera de lugar y se emborronan aquellos logros que trajeron ventajas para el país.
Es, como lo define el periodista César Cervera, "el gran coleccionista" y "el germen del Museo del Prado". Al Rey le encantaba el arte, tanto que, por primera vez quiso que las obras tuvieran proyección pública.
Fue tal el auge del coleccionismo de pinturas en su corte que los reyes extranjeros lo envidiaban. El embajador inglés en Madrid incluso envió una carta a Londres en la que decía que los españoles «se han vuelto ahora más entendidos y más aficionados al arte de la pintura que antes, en modo inimaginable. Y el rey en estos doce meses ha conseguido un número increíble de obras de los mejores autores antiguos como modernos, y el conde de Monterrey se trajo consigo de Italia lo mejor, en especial la Bacanal de Tiziano; y en esta ciudad en cuanto hay algo que vale la pena se lo apropia el rey pagándolo muy bien; y siguiendo su ejemplo, el Almirante, don Luis de Haro y muchos otros también se han lanzado a coleccionar».
Se pasaba el día hablando con Velázquez, escribía poesía e incluso alguna obra de teatro pequeña. También traducía obras del latín. Es probablemente el Rey más culto que hemos tenido
César cervera
A Felipe IV lo han metido en "el saco" de los Austrias menores -Felipe III (1598-1621), Felipe IV (1621-1665) y Carlos II (1675-1700)- a quienes se recuerdan por reinados de decadencia. Aun así, el periodista y autor de Los Austrias: el imperio de los chiflados, César Cervera, recuerda que de entre los Austrias, "él es el mayor". A pesar de que Felipe IV "a nivel político fue bastante catastrófico, medio Museo del Prado se lo debemos a él" e insiste en que son muchas las mentiras que han envuelto al Rey al que muchos recuerdan como el "pasmado".
"Se le quiere presentar como un personaje pasmado que no se entera de nada, y de ahí derivan muchas mentiras de qué tipo de persona era. Esta leyenda frívola de que estaba todo el día dedicado a hacer orgias y tener hijos ilegítimos, que también es cierto, ha hecho creer que cuando reinaba el nivel cultural del país bajó. Eso es mentira porque él era realmente una persona culta. Se pasaba el día hablando con Velázquez, escribía poesía e incluso alguna obra de teatro pequeña. También traducía obras del latín. Es probablemente el Rey más culto que hemos tenido", recuerda Cervera.
El 'destructor' de las escuelas
Son varias las mentiras que envuelven el reinado de Felipe IV. Se suele decir que cerró las Escuelas de Latinidad, lo que ahora equivaldría a los estudios de secundaria previos a la universidad, por que quería combatir los intentos del país por alfabetizar la población.
Pero, según explica Cervera, la intención era otra. "El Rey se dio cuenta de que las materias que se enseñaban no aportaban nada y se centró en las labores más prácticas", aclara. Por entonces, en España las labores manuales no estaban bien vistas y faltaban manos tanto para el campo como para la industria. "El país está harto de exportar armas y barcos del extranjero e intenta que durante su reinado España tenga su propio producto manufacturado, que fabriquen sus armas y sus cañones", relata Cervera.
La manipulación del conde duque de Olivares
Del Rey siempre han dicho que era el conde-duque de Olivares quien lo manejaba a su antojo. Era su mano derecha, quien le guio en sus primeros pasos cuando llegó al trono con apenas 16 años. Fue entonces cuando el conde-duque, que veía de qué pie cojeaba el Rey, le empezó a guiar por los caminos de la lujuria mientras él asumía las cuestiones de Estado.
Aunque Cervera reconoce que cuando Felipe IV era joven relevaba las decisiones políticas a conde-duque, el periodista considera que la imagen del "rey pasmado" es otro de los mitos que envuelven a Felipe IV.
El 23 de enero de 1643 se produjo el destierro del conde-duque de Olivares. Y desde entonces, como cuenta Cervera, Felipe IV toma las riendas del reinado en persona. "Es él el que toma las decisiones. Un político puro que toma el mando" hasta el final de su reinado al morir el 17 de septiembre de 1665, tras 44 años en el poder.
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