'La chica salvaje', el éxito editorial inesperado de la septuagenaria Delia Owens

A sus setenta años Delia Owens se ha convertido la autora del fenómeno editorial del año en EEUU con más de tres millones de ejemplares vendidos. Su primera novela La chica salvaje (Ático de los libros) elevó a esta científica y naturalista norteamericana al número 1 de la lista de los más vendidos del New York Times durante más de 42 semanas por encima de Becoming de Michelle Obama. 

La actriz estadounidense Reese Witherspoon ha comprado los derechos de la historia de Kya Clark, una chica que crece sola en una zona pantanosa en una pequeña localidad de Carolina del Norte en los años cincuenta y sesenta del siglo pasado. La cerrada sociedad del momento y los prejuicios hacen del Kya el objeto de rechazo de la sociedad. Pero Kya ha crecido sola en la naturales, que en el libro es personaje más. “La naturaleza en sí misma es un fuerte personaje de la novela. Pensé que sería maravilloso tener un libro que combinara tanto la escritura de la naturaleza como una trama sólida. Eso es lo que pretendía hacer en La chica salvaje. Además, el personaje principal de la novela, Kya, tiene una relación especial con la naturaleza”, explica Owens a El Independiente.

Después de que su familia la dejara, Kya no tuvo a nadie más que a la naturaleza para enseñarle sobre la vida, “y no hay mejor maestra si nos tomamos el tiempo de observar y escuchar lo salvaje. Kya perfeccionó sus habilidades de cosechar mejillones observando a los cuervos; aprendió sobre las malas señales de las luciérnagas; y sobre la lealtad y los amigos, de las gaviotas. La naturaleza es su mejor amiga, y juega un papel principal en la novela”, explica la autora.

Owens conoce la naturaleza muy bien ya que antes de abordar la esta novela ya era autora de ensayos de naturaleza. “Para mí, escribir ensayo es como montar a caballo dentro de una cerca. Debe mantenerse dentro de los hechos: la línea de tiempo debe ser precisa, las fechas deben ser precisas. Escribir ficción es como subir a tu caballo y atravesar la puerta a través de un prado, subir la montaña y ver dónde terminas. Puedes escribir cualquier cosa. Me encantó la libertad. Como lectora, leo más no ficción que ficción, pero disfruto de ambos. 

Público femenino

La novela ha tenido gran eco entre el público femenino, un éxito que la autora atribuye a “la heroína de la novela. Es abandonada y tiene que sobrevivir en el pantano. Por supuesto, se siente sola, amenazada, insegura e incompetente. Se aventura más profundamente en la naturaleza del pantano lejos de la gente, y al hacerlo comienza a aprender las lecciones de la vida directamente del mundo natural. Creo que el público femenino se ha identificado con ella y su lucha. Kya es una niña pequeña y una en un millón. Creo que Kya somos todos nosotros. Ella representa que todos podemos hacer más de lo que creemos que podemos”.

La soledad es otra de las claves de la novela, reincidiendo en la asociación clásica de naturaleza y soledad. “Creo que realmente no entiendes la naturaleza hasta que te alejas de los humanos, realmente no ves los verdaderos comportamientos de la vida silvestre. Esa ha sido y sigue siendo mi vida. Durante un período de siete años, yo y otra persona vivimos en el desierto de Kalahari y éramos las únicas dos personas en el área del tamaño de Irlanda. Al observar algunos grupos de mamíferos, como el orgullo de los leones, que están compuestos solo por hembras, me di cuenta de que extrañaba a mi grupo de hembras. Pero ya sabes, no tienes que vivir en medio de un pantano para estar solo. Puedes vivir en una ciudad y estar solo. Y esa es una de las cosas más difíciles de manejar”.

En la novela de Owens hay implícito un mensaje ambientalista en la novela, algo que ha sido absolutamente intencionado por la escritora. “Creo firmemente que el arte y la literatura son dos de nuestros mejores medios para promover la conciencia social. Todo lo que necesitamos proviene de ella, pero abusamos de ella, la matamos de hambre, la olvidamos. Esperemos que esto nos recuerde lo que olvidamos por un tiempo: que hemos sido parte de ella todo el tiempo”, concluye.