El Romancero gitano de Federico García Lorca es una de las creaciones líricas más significativas del siglo XX, que aún hoy, casi cien años después de su publicación, sigue vendiendo más de diez mil ejemplares anuales. Punto culminante de la primera etapa estética de Lorca, el propio poeta lo definió como el poema de Andalucía, y lo llamó "gitano" porque, en sus propias palabras, "el gitano es lo más elevado, lo más profundo, más aristocrático de mi país, lo más representativo de su modo y el que guarda el ascua, la sangre y el alfabeto de la verdad andaluza y universal".
Para Lorca los gitanos simbolizan el instinto y la libertad frente a la civilización y el cumplimiento de las normas sociales que minan la voluntad individual. Por su parte, Ricardo Cavolo, ilustrador que reinterpreta una nueva versión de este clásico, también ha hecho referencia a los gitanos en sus libros en más de una ocasión. El universo particular de Cavolo, cargado de intensidad, de color y de simbolismo, conjuga a la perfección con el contenido del romancero, que trata temas profundos como la muerte y las pasiones.
Federico García Lorca y Cavolo conversan en las páginas de esta nueva edición de Romancero gitano, dando lugar a una obra que reinterpreta sus "desgarrados" versos casi un siglo después de su publicación.
Lorca y su 'Romancero gitano'
Federico García Lorca, hijo de un rico propietario y de una maestra, vivió una infancia rural a la que sumó una completa formación. Se trasladó a Madrid, donde se alojó en la Residencia de Estudiantes y conoció a sus compañeros de generación y a muchas figuras del panorama artístico. En este ambiente conoce las Vanguardias, pero su personal sensibilidad sobrepasa las modas y triunfa definitivamente con su emblemático Romancero gitano.
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La protagonista de esta historia
La pena es la protagonista del Romancero gitano. Del choque entre el deseo de libertad y la muerte, surge una honda frustración que los gitanos llaman "la pena negra". Una pena que no tiene remedio, que no se cura porque no se concreta en nada. Nace del ansia de algo que nos pueda salvar de la inseguridad de la muerte, pero que resulta inalcanzable. En el Romance de la pena negra, Lorca podría haber personalizado en Soledad Montoya la pena de todo el pueblo gitano.
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La visión de Lorca de lo gitano
El Romancero gitano es una obra que se divide en dos bloques muy desiguales, con una personalidad propia en cada uno. El primer bloque va desde el primero hasta el decimoquinto verso, y contiene la particular visión de Lorca del mundo gitano. El propio Ricardo Cavolo ha explicado que este bloque gira "en torno a la cultura gitana de Andalucía".
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La Biblia y el medievo
Por otra parte, el segundo bloque "está conformado por tres romances que tratan de lo mismo, puesto que están basados en la Biblia y el medievo". Es breve y sugerente, y permite al poeta dar, en pinceladas sueltas, su versión agitanada de unos cuadros histórico-legendarios.
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La Andalucía gitana
"Como el propio nombre indica, está ambientado en un universo gitano, en la cultura gitana en Andalucía", cuenta Cavolo. El dibujante sostiene que en Andalucía dicen que "es gitano el que quiere. Lorca sabe apreciar la cultura, fue un gran conocedor del la misma, puesto que generó festivales flamencos".
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Las complicaciones de ilustrar la obra de Lorca
El estilo de Lorca está basado en la mitología prerromana de Andalucía y tiene un punto "primitivo y místico que es muy difícil de atar pero es muy bonito. Mezcla arquetipos y tópicos muy interesantes. Juega con la naturaleza y esa cultura gitana que tiene una manera de hacer diferente".
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El proceso de ilustración
Cavolo quería hacer su trabajo "lo mejor que pudiera. Es muy complicado ilustrar a Lorca, se nota quién está por debajo". Sostiene que él simplemente quiso "generar una escenografía a partir de cada romance". Para conseguir ilustrar la obra de Lorca, Cavolo se ha leído "varias veces el Romancero, tuve unos meses de inmersión en los que vi documentales para empaparme un poco. Era un universo que ya conocía, y tenía que ilustrarlo".
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