En 2013, la BBC británica estrenó Peaky Blinders, una serie cuyos derechos de emisión fueron adquiridos por Netflix debido a la buena acogida que tuvo entre el público. La ficción presenta a un Tommy Shelby subido a su caballo de pura raza con el que se pasea por la Birmingham posterior a la Gran Guerra. Este imponente personaje va vestido de manera distintiva y elegante, con un traje de tres piezas y una camisa con un cuello almidonado, pero sin corbata. Los vecinos le saludan tímidamente, al igual que la policía, con quien parece que tiene una buena relación basada en la veneración a este. El resto de personajes que hay en escena aparecen mendigando, bebiendo o apostando.
Esta historia creada por el escritor Steven Knight (también de Birmingham), narra la historia de la temida y peligrosa banda Peaky Blinders, nombre que probablemente proviene de las cuchillas de afeitar que estos hombres llevaban cosidas a las viseras (peak) de sus gorras y que, durante una pelea, se quitan a toda velocidad para cortar y cegar (blind) a sus enemigos.
Ahora podemos conocer la historia real de esta organización mafiosa, gracias a Carl Chinn, doctor en Historia social, miembro de la Orden del Imperio británico, escritor, orador y profesor, a lo que hay que unir que es hijo y nieto de unos corredores de apuestas de Sparkbrook (profesión que él mismo desempeñó hasta 1984). En su libro Peaky Blinders: la verdadera historia, nos narra con detalle qué es el pub Garrison que frecuentan los personajes de la serie, y si realmente existieron personajes como Billy Kimber, Darby Sabini y Alfie Solomon, que forman parte del elenco de protagonistas de la ficción de la BBC.
La historia de Edward Derrick
En la última década del siglo XIX, el bisabuelo de Chinn, Edward Derrick, ya fue condenado por vagancia y encarcelado por robar cinco barras de pan. En 1897, estuvo cinco meses en prisión y bajo supervisión durante dos años por robar una bicicleta. Llevaba poco tiempo en libertad, cuando le detuvieron de nuevo por utilizar lenguaje ofensivo, y en 1898 estuvo encerrado doce meses por allanar una contaduría. "Ahora que se había convertido en un delincuente reincidente, Derrick agredió a la policía (acosarlos estaba particularmente asociado a los peaky blinders). Con su familia no se comportaba mejor, puesto que la esposa y madre de su hija pidió el divorcio tras ser maltratada repetidas veces. Una vez que estuvieron separados oficialmente, este la agredió brutalmente y amenazó con matarla en su propia casa. "Era un hombre por el que no siento nada salvo desprecio, Era el típico peaky blinder: maltratador, ladrón, holgazán, violento... en definitiva, un rufián", señala su bisnieto.
Copy Carl Chinn
El origen de los 'Peaky Blinders'
En Birmingham ya había Peaky Blinders antes de la Primera Guerra Mundial, no después como señala la serie. Nacieron a finales de la década de 1850, "cuando se tomaron medidas contra los deportes violentos y las apuestas que los jóvenes realizaban al aire libre en las zonas más pobres de la ciudad", cuenta Chinn en Peaky Blinders: la verdadera historia. Además, a diferencia de la familia Shelby, sus integrantes no desprendían ningún tipo de glamour, porque eran, según describe Chinn en su libro, "simples matones de los barrios pobres. Aunque algunos de ellos también eran pequeños delincuentes, la mayoría tenía trabajo y no pertenecía a una banda cuyos mafiosos negocios de alto nivel le permitieran ganarse la vida". Por otro lado, aunque los integrantes de la banda eran unos auténticos delincuentes, peaky blinders hace referencia a la forma en la que se ponían la gorra: con la visera (peak) inclinada hacia un lado de la cabeza, que les cubría o cegaba (blinding) los ojos.
Pese a que muchos querían tapar la delincuencia que había en la ciudad, el periódico de Yorkshire señaló en 1890 que estos eran "los personajes más despreciables del planeta" y que los magistrados tendrían que aplicarles la pena máxima de cárcel a todo peaky blinder que hubiese cometido algún delito. De hecho, la influencia de estos reincidentes era tan desfavorable, que se desprestigiaba la imagen de Birmingham llamándola "la ciudad de los Peaky Blinders". En algunas materias delictivas que llevaban a cabo, como las corridas de apuestas, no había distinción de género. Mujeres como Polly Shelby (en la serie) manejaron grandes cantidades de dinero. En la realidad, Chinn pone el ejemplo de Rose Pickering, una corredora de apuestas de Darwin Street, en Highgate.
"Desde su base en el pub Garrison, los Peaky Blinders obtienen la mayor parte de sus ingresos a través de las apuestas ilegales y se reúnen alrededor de la intimidante familia Shelby, comandada por el segundo hermano, Tommy, un tipo violento y amenazador al que atormentan las horrorosas experiencias que sufrió durante la Primera Guerra Mundial y que resulta todavía más peligroso porque no teme a la muerte", explica Chinn. Aunque Tommy Shelby es astuto y habilidoso, también es fiel a los suyos, por lo que usa sus cualidades con la esperanza de sacarles de la pobreza.
Boleto de apuestas de Sydney Lewis, cuyo nombre real era Simeon Solomon, hermano pequeño de Alfie Solomon
Sin embargo, el camino de los Shelby no será un sendero de rosas. Los Peaky Blinders tendrán diferencias con otras bandas, como las lideradas por Billy Kimber, Darby Sabini y Alfie Solomons. Se enfrentarán igualmente con integrantes del IRA, aritócratas rusos y el jefe de policía Campbell, que irá desde Irlanda del Norte a hacerles pagar sus crímenes entre rejas. Tal y como recoge Chinn, algo que llamará la atención de los lectores es que sí hubo un Billy Kimber, un Darby Sabini y un Alfie Solomon que batallaron en las calles de Reino Unido con los Peaky Blinders.
Aunque Campbell no logró su cometido, el ocaso de los Peaky Blinders acabó llegando. En 1915, el Birmingham Mail publicó que "como ocurrió con los rigurosos vagabundos jóvenes que preferían una vida errante a una con un trabajo", algunos peaky blinders se unieron al ejército y acabaron convirtiéndose en soldados de prestigio. Otros comenzaron a trabajar en empleos que no exigían preparación. Según se dijo, "no había nadie más contento que la policía local, para quien los jóvenes peaky blinders, no eran más que una fuente inagotable de problemas". Además de estos motivos, la banda se disolvió por tres causas. "Primero, por el endurecimiento de las condenas a los hombres violentos desde el cambio de siglo. En segundo lugar, por el apoyo que la clase trabajadora brindó a la policía y su desprecio por los peaky blinders. Y tercero, por una vigilancia policial efectiva", indica Chinn en su libro.