Este 2020 ha alterado todos nuestros esquemas. Con la economía a pique, la política en el subsuelo y la ciencia, única capaz de sacarnos de la situación, convertida en un culebrón de avances y retrocesos hemos dejado espacio para las grandes teorías conspiranoicas. Nuestra capacidad para abrazar complejas tramas políticas de élites mundiales o ejercicios de geoestrategia con el Covid son de principiantes si lo comparamos con el maestro J.J. Benítez.
El autor de la serie Caballo de Troya, que enganchó en los años ochenta a millones de lectores en todo el mundo, no ha vivido la pandemia como la mayoría de los mortales. No porque el maneje una información única, que la maneja, sino porque durante la primera ola del Covid él estaba en un crucero dando la vuelta al mundo.
“Tuve suerte porque el barco era una burbuja, si me hubiese pillado en España a lo mejor hubiese tenido problemas. Yo al principio, como casi todos los pasajeros, no le di mucha credibilidad a lo que estaba pasando, hasta que empezamos a ver las noticias con miles de muertos al día en España y la gente empezó a tener miedo, aquello empezó a complicarse”, cuenta a El Independiente.
Desde el 11 de enero al 20 de abril el escritor viaja en el Costa Deliziosa, un gigantesco barco destinado a disfrutar del mundo y de la vida convertido en “un escenario surrealista donde todo el mundo se esquivaba y no sabía nada, una situación muy precaria”, explica. Ingleses, franceses, alemanes.. Como un chiste de pesadilla: pasajeros de todo el mundo quedan encerrados en un barco del que, según se extiende el coronavirus por el planeta, no pueden bajar, ni atracar en puerto alguno. Condenados a navegar por los océanos. J.J. Benítez, que siempre viaja con manuscritos en marcha, anota en un cuaderno de bitácora todo lo que ocurre.
De esas anotaciones y de sus investigaciones vitales nace el libro La gran catástrofe amarilla (Planeta). “Es un retrato psicológico interesante de la gente, algunas personas de ciertas nacionalidades se creen superiores a las demás, te miran con auténtico desprecio, pero tenían el mismo miedo que nosotros. La conclusión final, a la que yo llego, es que la gente no se quiere morir. Nadie se quiere morir, si supieran lo que hay al otro lado no tendrían tanto miedo”, asegura.
Estoy convencido al 150% de que hay vida después de la muerte"
Esta es otra característica de este libro de JJ Benitez, más que una vuelta al mundo es un viaje por sus investigaciones y trabajos. Como las muchas que ha hecho sobre la vida después de morir: “Estoy convencido al 150% de que hay vida después de la muerte”. En las páginas de este nuevo libro detalla muchas teorías que lleva años planteando.
“Los militares americanos nos engañan, y lo hacen constantemente. En el siglo XIX los militares norteamericanos envenenaron las mantas que entregaban a los indios. Lo hacen constantemente, incluido el proyecto Apolo de la conquista de la Luna. Nunca contaron la verdad. ¿Cuál es la verdad? Es muy sencilla, Amstrong y Aldrin encontraron unas ruinas en la superficie lunar en julio del 69. Unas ruinas de una civilización anterior que bombardearon con bombas tácticas nucleares. Por eso no han vuelto, porque está contaminada y ahora empiezan a decir que van a volver, porque ya han pasado 50 años”, afirma.
El autor de superventas cuenta sus teorías sin ambages, tiene para cualquier hecho o certeza universalmente aceptada. “Los americanos no tienen escrúpulos derribaron las Torres Gemelas, para poder invadir Irak, murieron miles de americanos, pero no les importó”, afirma.
La teoría americana
Es a Estados Unidos donde señala JJ Benitez, según la documentación que afirma haber recibido de sus fuentes militares estadounidenses, no a China donde apuntan todas las miradas de quienes no se creen la versión de que el virus proviene de la naturaleza y que no ha mediado nadie en su dispersión.
Esto está diseñado para atacar la economía europea y han creado una pantalla para que culpemos a China".
“No creo que el origen del virus en China, esto está diseñado para atacar la economía europea y han creado una pantalla para que culpemos a China. No es el primer caso de los militares norteamericanos que han hecho infinidad de experimentos desde el SIDA a la colza o las vacas locas”, afirma. Según JJ Benítez la estrategia de los militares estadounidenses “está muy bien pensada, en el sentido de que cómo los chinos son enemigos de casi todo el mundo, y una economía en ascenso, es una pantalla interesante” para culpar.
Pero lo peor del coronavirus es que es un ensayo general de algo pero, que ocurrirá en 2027, cuando un meteorito impactará con la Tierra llamado Gog, sobre el que escribió un libro sin mucho éxito "afortunadamente", afirma. Pero del que da buena cuenta en este último trabajo. "Si la historia es cierta en 2027 llegará un meteorito enorme, de la altura del Everest y, si es cierta, sería un cataclismo terrible. Yo creo que el coronavirus es un ensayo general pero la situación, aunque no tiene que ver una cosa con la otra, la situación caótica del mundo se triplicará o cuadriplicará cuando esto pase. ¡Ojalá sea un error mío!".
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