Lejos quedan ya esos años en los que el amor actuaba sobre las personas como una fuerza sobrenatural que les impulsaba a querer ser, junto a otro, mejores personas. El individualismo se ha impuesto en la ficción: ya no interesa la fuerza vulnerable que supone amar a alguien, tendemos a disfrutar de aquellas historias que priorizan el amor propio, vendido como una especie de empoderamiento. Ya no existe "Melibeo soy y a Melibea amo", si eso, "Yo soy y a mí me amo".

Hoy, 14 de febrero, día de San Valentín, excusa perfecta para celebrar el amor en todas sus formas, recordamos aquellas novelas que, en estos últimos años, se han impuesto como referentes románticos frente a una horda de historias aisladas y personales. No todas son positivamente románticas, pero sí que orbitan alrededor del pequeño planeta del querer, dispuestas a ser unos minúsculos astronautas que ondean la sincera bandera del amor.

Los días perfectos, Jacobo Bergareche

Ser valiente es sentir nostalgia de lo que ya no se tiene y saber que, pese a todo, ya nada volverá a ser como lo era antes. En Los días perfectos (Libros del Asteroide, 2021), Jacobo Bergareche explora las dos caras de las relaciones amorosas: por un lado, la pasión irrefrenable intrínseca a esos momentos que tienen fecha de caducidad; y, por el otro, el amor gastado de aquellos que en su día se juraron la eternidad. La fiebre universal del enamoramiento pasional, y la inevitable rutina de las relaciones de largo recorrido.

Luis, un periodista cansado y aburrido, planea asistir a un congreso en Austin, Texas. Todo es un pretexto para encontrarse con Camila, su amante y único aliciente en su vida. Al llegar: una bomba informativa. Un mensaje en que su amada le pide olvido y vivir en el recuerdo. La lectura de las cartas de William Faulkner a su amante Meta Carpenter llevará a este desesperanzado bonachón a reflexionar sobre su matrimonio, sobre su aventura amorosa y sobre cómo hay que hacer para lograr que cada día valga la pena.

Brujería, Gonzalo Torné

Amar y ser amado es hacer, de un modo u otro, un tipo de magia. Esas son las aguas sobre la que Gonzalo Torné bucea en Brujería (Anagrama, 2024). La editorial lo define como "Las amistades peligrosas del siglo XXI", una versión actualizada del clásico juego de poderes propio de las relaciones de pareja, acrecentado en una época en la que meter a un tercero, cuarto o quinto en la relación es visto como una expresión de libertad.

A lo largo de la novela, el protagonista, Diego Duocastella, actúa como un verdadero secundario: se limita a observar cómo un matrimonio amigo sondea el inestable territorio de los deseos carnales. Diego examina, lo comenta con ambos, pero en ningún momento participa. Acata la orden autoimpuesta de reconocer que el amor ha pasado por una transmutación. Que el romance no es un destino ni una cobardía, sino un acto de brujería.

Luna Llena, Aki Shimazaki

El amor es también aquello que perdura. Aquello que se mantiene cuando todo está perdido. En Luna Llena (Tusquets, 2022), la escritora japonesa afincada en Montreal, Aki Shimazaki, cuenta la historia del matrimonio, ya anciano, compuesto por Tetsuo y Fujiko. Ambos viven en una residencia tras ella, Fujiko, empezar a mostrar síntomas de alzhéimer. Una mañana, al despertarse, Tetsuo descubre, con horror, que su mujer ya no lo reconoce. ¿Cómo enfrentarse a lo desconocido cuando, para aquella persona con la que tanto has compartido, no eres más que un extraño?

El recuerdo, la memoria y todas las experiencias que pasaron juntos se convierten en un firme lazo que impide a Tetsuo separarse de su mujer. Tratar, día a día, de hacerle recordar, de hacerle ver, lo que una vez fueron, lo que ahora son y lo que indudablemente serán.

Gente Normal, Sally Rooney

Es el magnum opus de la escritora irlandesa Sally Rooney. La Biblia para aquellos que buscan tener conexiones humanas pero que no quieren sufrir por ello. El lugar seguro en donde milenials y generación Z encuentran una tregua. Gente Normal (Random House, 2019) es toda una revolución en la literatura genérica actual. La historia de Connell y Marianne, con todas sus idas y venidas, es un reflejo de la tendencia juvenil actual a decirse todo pero no contarse nada.

Tal fue el éxito de la ficción, reconocido tanto por el público como por la crítica, que la novela tuvo una adaptación televisiva protagonizada por el nominado al Oscar, Paul Mescal (quien, en 2021, ganó el premio BAFTA a 'Mejor Actor' por su papel en la serie), y la actriz Daisy Edgar-Jones. Con motivo de la semana de San Valentín, RTVE ha estrenado completa y de manera gratuita la miniserie Normal People en la plataforma RTVE Play.

La soledad de los números primos, Paolo Giordano

Los números primos sólo son exactamente divisibles por uno y por sí mismos. Son números solitarios, al igual que Mattia y Alice, los protagonistas de La soledad de los números primos (Tusquets, 2023). Como ocurre con Gente normal, ambos personajes, pese a la crudeza de las situaciones con las que se topan, se enfrentan a una única pero universal tragedia: la incapacidad de expulsar las palabras que se quieren decir.

Ambos afrontan las fatales consecuencias de una infancia marcada por el dolor, el horror y la pena. El desconsuelo les ha llevado a ser dos seres huraños, aislados de todo y de todos, que encuentran un refugio pasional el uno en el otro. Al final, eso es lo que Paolo Giordano busca explorar en su novela: no importa lo solitario que seas, la necesidad de amar -y ser amado- es universal.

Los siete maridos de Evelyn Hugo, Taylor Jenkins Reid

La historia de Evelyn Hugo y su verdadero amor bien podría ser la de cualquier estrella de fama mundial que aparece en las revistas del corazón. De hecho, es tan certera la manera en que su autora, Taylor Jenkins Reid, cuenta los siete matrimonios por los que esta ex-diva del Hollywood clásico pasó que, al terminarlo, muchos pensaron que el relato contenido en Los siete maridos de Evelyn Hugo (Umbriel, 2020) era real. Que Evelyn Hugo existió.

En ocasiones, la ficción supera la realidad y, si bien la gracia de la novela reside en descubrir quién fue el verdadero amor de la actriz, hay también un estudio sobre el odio y la necesidad de ocultar a aquellos a los que se ama. Porque, pese a ser recordada como la época dorada de las películas norteamericanas, lo cierto es que ser mujer en el Hollywood de los años 50 suponía un desafío que no muchas se podían permitir jugar.