Alpes que casi se tocan, colinas frondosas encajando al río Po o palacios barrocos rodeados de restaurantes y cafés que perfuman las calles con sus láminas de trufa blanca, es lo que describe la otra cara de Italia, que conocemos por Turín. Pero todos sus encantos serán opacados por el Festival de Eurovisión 2022 que la eligió como ciudad en 2021 bajo la banda sonora de Zitti E Buoni de Måneskin y que este año recogerá a los 25 países que lucharán por quedar en el primer puesto de la 66ª edición del Festival más grande de la música. Pero entre las fulgurantes ilusiones también hay rincones ensombrecidos, entre ellos, la subida del precio de vuelos y hoteles tras averiguar la ciudad elegida, algo que lleva años en la cara oculta del concurso.
Eurovisión ha estado dos años de pandemia esperando a que se abrieran las puertas para festivalizar las ciudades. Con el concurso, los países, donde el turismo caía a números históricos cada vez más, también han esperado ansiosos y esperanzados por volver a la normalidad y llegar a ser aquellos elegidos que recuperarían todo el dinero turístico perdido. Lo cierto es que Italia volvió en 2011 al Festival después de trece años de ausencia acompasado por el regreso del interés al concurso, y ahora, volcada en la organización del histórico certamen musical, recogerá a más de 40.000 personas en la capital de la región del Piamonte, quien ya ha colgado estos días el cartel de "completo": "Ya hemos registrado unas 20.000 llegadas al aeropuerto. Tendremos que esperar al final del evento para conocer el número total de visitantes, pero sabemos que es imposible encontrar una habitación de hotel o una habitación en Airbnb, así que eso significa que la ciudad está al completo", destacaba Michela Favaro, vicealcaldesa de Turín.
Cuando Turín se convirtió en la ciudad elegida para representar el Festival de Eurovisión en el año 2022, aquel 8 de octubre del pasado año, después de semanas especulando, las reservas de los hoteles se dispararon. Muchos eurofans reservaban más de uno para guardarse las espaldas. Rafa fue uno de ellos. Este chico de Huelva cuenta para El Independiente que, sabiendo la ciudad con tiempo, después de comprobar los criterios de la UER y que haya disponibilidad en el estadio principal, se lanzaron a las reservas para asegurarse un puesto en el esperado certamen. Sin embargo, explicaba, que al coger un hotel, no le permitía finalizar la reserva porque decía "que ya no estaba disponible". Así, Rafa cuenta que "tuvimos que reservar más de uno porque sabíamos que nos lo podían cancelar, y así ha sido. En mi caso Booking me dijo que fue un error al pasar el precio (de 232€ las 3 noches/4 personas a 1300€ por noche)". Ellos hicieron la reserva el 8 de octubre y se la cancelaron el 25 de noviembre, y aunque la empresa de reservas no se hizo cargo de la modificación de precios, los 4 amigos consiguieron "por suerte" un Airbnb por un precio algo mayor al que esperaban pagar: "624,20€ para 4 personas por tres noches".
Mensaje de la empresa de reservas
Desafortunadamente -nombre del apartamento- se equivocó al configurar sus tarifas online, lo que afecta a tu reserva. Lamento la inconveniencia.
Al alojamiento le gustaría ofrecerle la posibilidad de mantener tu reserva y te propone una tarifa de 1300 EUR por noche.
Valora esta oferta y dinos si quieres mantener la reserva. Esperamos tu respuesta en 24 horas, al cabo de las cuales, de no responder o de no aceptar la tarifa correcta, tu reserva será anulada.
A Miry -usuaria de Twitter-, le pasó algo parecido. En esta ocasión, le cancelaron el apartamento cuando aún no se había confirmado Turín como ciudad elegida, y aunque cree que seguramente su cancelación esté relacionada con la subida de precios debido al Festival, no ha querido dar más detalles para este periódico.
Pero ellos no son los únicos, El Independiente ha encontrado hasta 5 cuentas más en Twitter, donde el usuario comenta que su reserva ha sido cancelada después de haber aceptado el pago o incluso en pagos que no había que realizar por adelantado, con la justificación de que "no funcionaba la tarjeta".
Que el efecto Eurovisión ha inflado los precios no es un secreto. Entre las reservas, España destaca como el país con más búsqueda de vuelos hacia Turín en los días del descuento, solo por detrás del propio país organizador, Italia. A los nacionales le siguen los ingleses, los alemanes, los franceses, los daneses y en el broche de la lista los noruegos, después de los portugueses. Pero el descontento radica en su cancelación y posterior subida de precios.
Aún así, puede que esta sea la confirmación definitiva de la 'festivalización' de Eurovisión y de la evolución en la industria de la música, que ya no se compra, sino que se escucha y se baila, ya sea en vivo o delante de una pantalla gigante. Los organizadores han sabido adaptarse al cambio, y eso explica el éxito de las últimas ediciones y esa fiebre eurovisiva que desata las ganas de poder vivir la experiencia en directo.
¿Por qué Eurovisión 2022 se celebra en Turín?
Ya es sabido que el país ganador del Festival se lleva como una de las recompensas que una de sus ciudades sea elegida como sede el próximo año para que casi toda Europa pueda cantar sus canciones preparadas. Este año, la elección de Turín, pasó antes por un concurso en el que optaban hasta 17 ciudades de Italia, entre ellas, Bolonia, Florencia, Génova o incluso Roma, la capital del país transalpino. Pero Turín se impuso a la otra gran favorita, Milán, y fue escogida tras ofrecer su Ayuntamiento un total de siete millones de euros para organizar Eurovisión, tal y como informó el diario milanés Corriere della Sera: La elección hecha por Rai, junto con la UER, no fue fácil dado el altísimo nivel de las propuestas realizadas por las ciudades competidoras, a las que agradezco su entusiasta participación", fueron las palabras de Carlo Fuortes, director ejecutivo de la emisora italiana.
Así, gracias al triunfo del grupo de rock italiano con su tema Zitti E Buoni en la 65ª edición, Italia será la tercera vez que luzca como escenario de Eurovisión, eligiendo en esta ocasión el estadio Pala Alpitour. Las dos anteriores se produjeron en Nápoles, en el Auditorium della RAI di Napoli, en 1965 y la más reciente, hace 31 años en Roma (1991), en Estudios Cinecittà.
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