Sara Hebe (Trelew, Argentina, 1983) viene de una generación en la que el rap era algo más que letras sobre coches caros y lujos vacíos. La artista argentina bebe de una larga tradición de canción protesta latinoamericana en la que lo político también es personal, un hip hop primigenio que habla de los problemas de la calle, que grita contra las injusticias y busca una salida de escape para la opresión.

A sus cuarenta años, ha sabido mutar y explorar en una gran variedad de estilos musicales, desde la cumbia hasta el trap. Siempre manteniendo esa identidad artística independiente, Hebe ha triunfado a ambos lados del charco. La rapera habla con El Independiente, después de su paso por España, donde ha estado girando con su último trabajo. Una gira por las principales ciudades españolas que reflejan el buen momento en el que se encuentra esta artista que ve con ilusión y también con celo el auge de los artistas argentinos urbanos en un momento de crisis en su país.

Pregunta.- ¿Qué tal estás?

Respuesta.- Estoy un poco cansada de viajar, hace rato venimos viajando mucho, no solo en esta gira, son bastantes años ya.

P.- Supongo que es algo que acaba cansando mucho, sobre todo a los artistas independientes, que vivís en gran parte gracias a los directos.

R.- Totalmente, es agotador, por eso siempre hay que encontrar el momento de parar, que es difícil, porque después cuando hay oportunidades de concierto decís sí, porque después no sabes si va a haber más.

P.- ¿Cómo es ser un artista 100% independiente y lograr tener una carrera con proyección internacional?

R.- No sé, es como si yo misma no lo valorara a veces y creo es un privilegio que te pregunten, porque te da la posibilidad de pensar. Aun así, la clave, también como otras bandas colegas, como Cumbia Queers, a fuerza de ir y tocar y tocar y tocar y tocar, seguir siempre tocando y no cansarse. Esto no quiere decir que a la gente que hace este trabajo con un sello discográfico le sea más fácil, tendrán otras movidas. Pero bueno, ahora tengo un dolor acá (se señala la espalda), puede ser de cargar valijas y pesos. Eso es underground (ríe) y bueno, cada uno con sus hernias.

P.- Aparte de independiente, eres una rapera que viene de esa generación en la que el rap tenía mucho de crítica social, miraba mucho hacia la realidad. ¿Crees que se ha perdido un poco esta faceta más reivindicativa?

R.- Puede que sí, también ahí hay otros deseos de contar y escribir sobre otras cosas. Y también creo que hay un poco de abatimiento, salvo Ana Tijoux, que es una gran referencia y una artista solidaria 100%, que siempre está en las movidas sociales, políticas, muy comprometida con la justicia y con la lucha de los pueblos. Creo que ella sigue, es como una Wu Tan Clan. Aun así busco no repetirme porque también me parecería aburrido quedarme solamente ahí. Me di la libertad de escribir sobre otras cuestiones, pero en mi caso siguen deslizándose ideas líricas, frases y temáticas que tienen que ver con con la tristeza desgarradora del mundo, con la violencia y con todo lo que implica este sistema capitalista, por más que hable de otras cosas. Además, siempre en la esencia de mi lírica está la ética. Igual hay un revival muy importante del mundo del rap noventero y hay chicos y chicas muy jóvenes que sí hablan de su realidad, de la realidades del barrio. En la cumbia de Argentina se sigue hablando de estas realidades, así que diría que hay algunas bandas que siguen con ese discurso de crítica, pero está muy lavado.

P.- Una de las cosas que llama la atención sobre esta nueva ola de artistas argentinos es que, por lo menos en España, están generando mucho interés. ¿Cómo valoras el éxito que está teniendo la cultura argentina en contraposición con la situación que se vive en el país?

R.- Capaz creo que surge justamente porque estamos viviendo una crisis en todos los sentidos, sobre todo una crisis del sistema representativo, crisis política, crisis de fe. Se produce un momento creativo de ebullición y de mucha producción. Aunque también a veces a mí me parece raro. ¿Por qué tanto foco en Argentina? Porque ahí están poniendo plata, no sé qué arreglos tienen con Spotify o qué arreglos hay con la industria. El ojo está en Latinoamérica, es un territorio que tiene muchas riquezas en todos los sentidos. Por un lado, puedo ver que todo lo que está surgiendo artísticamente de Argentina es hermoso. Hay mucha creación, no solo la música, teatro, danza, grandes artistas y de toda Latinoamérica. Pero sí, Argentina está en todos los carteles. No sé bien por qué será. ¿Por qué la industria está tan interesada en los artistas argentinos?, porque son buenísimas, pero también yo soy un poco paranoica con el interés en los argentinos y da para pensar.

P.- Quizá esa crisis a la que te refieres explica fenómenos como el de Milei.

R.- Claro los explica, como sucedió antes con Macri. Lo de Brasil no lo entiendo tanto. No soy politóloga pero claro, crisis tras crisis, al final acaba llegando un monstruo. Después veremos qué pasa, igual no creo que gane. Tengo como una fe, creo que Argentina tiene mucha historia de posicionamiento político que no permitiría ciertas cosas.

P.- ¿Cómo se percibe España desde el otro lado del charco?

R.- Siento como que está muy receptiva, aunque la situación, las leyes, los tratos y las violencias con los migrantes siguen siendo igual de terribles que siempre. Y en lo artístico admiro mucho el rap de acá desde siempre. A la Mala Rodríguez y un montón de bandas que escuché desde siempre. Quizá es una percepción mía, pero me parece que hay bandas yendo a tocar a Argentina con ganas de ir para allá. Luego yo también escucho bastantes artistas súper underground de acá, de Islas Canarias sobre todo. Highkili, Scarface Johansson. Igual también hay grandes djs acá que están haciendo cosas super originales como Unta la salsa, también admiro mucho a la Zowi y cuestiones del trap quinqui que me parecen súper interesantes y que fueron una referencia grande para todo el surgimiento del trap en América Latina.

P.- A lo largo de tu carrera has tenido una gran capacidad para mezclarte con nuevos géneros, mutar y adquirir nuevas influencias. Desde la cumbia a la música electrónica o el trap, ¿qué te ofrece cada uno de esos géneros como artista?

R.- Ganas de bailar. Lo hago porque me me gusta cada uno, porque soy muy permeable de todo lo que escucho y voy experimentando, disfruto la cumbia como loca en el escenario con la gente. Ahora me tira mucho el techno pop, últimamente estuve yendo a fiestas y creo que se puso muy arriba también. Todas las figuras de las de las djs me inspiran para hacer temas más tech. Cada estilo musical me da la vibra intrínseca que tiene ese estilo y todo el poder que tiene cada estilo. Algún ritmo más suave, otro más punk. Todos me dan sus vibraciones y me hacen moverme de ida y vuelta con el público.

P.- En tus letras muchas veces hablas de sentimientos personales, del amor, del desamor y los mezclas con otros sentimientos u otras preocupaciones más colectivas o sociales.

R.- Soy un poco desordenada, no soy buena para armar conceptos y es como puro corazón, pura tripa. Estoy hablando de cosas que simplemente siento y me conmueven y ahí se mezcla todo. A la vez pensando por qué estoy hablando de algo íntimo de mi burbuja, con algo que tiene que ver con con lo que pasa afuera en lo social. Entonces, como soy poeta urbana hago una canción y después la entiendo o puedo inventar una respuesta. Aunque tampoco es que haya mucho para entender. Es poesía para interpretar.

P.- Uno de los temas que más tratas es el miedo al futuro, ¿por qué?

R.- Pues una de las cosas que más miedo me dan son las inundaciones, los desastres climáticos. Siempre me dieron miedo las inundaciones. También me da miedo quedarnos sin agua. El miedo al futuro ahora mismo tiene que ver con todas estas cosas que escuchamos todo el tiempo, robots que nos van a venir a matar, con la guerra como la conocemos. Pero bueno, el tema del agua, de los recursos, es algo que me inquieta siempre. Creo que es lo que es normal, igual nuestros abuelos no pensaban en esto, tenían otros problemas.

P.- Mejor hablar del presente, ¿en qué momento está ahora mismo tu carrera?

R.- La verdad es que estoy en uno muy bueno. A veces soy muy quejona, me quejo mucho, pero estoy en un muy buen momento y es producto de haber seguido siempre tocando, viajando, de moverme con buenas agencias que me acompañan en el trabajo y con los mejores compañeros de banda.