Belén Aguilera: "En Madrid encontré mi refugio"

Tras arrasar en Razzmatazz y Las Ventas, la antagonista Belén Aguilera (Barcelona, 28 años) ofrecerá una serie de conciertos en salas más pequeñas. "Será el mismo show, aunque ganaré en intimidad y cercanía. Se trata de descentralizar la música, hacer que llegue a más sitios en lugar de que sean siempre las mismas personas las que se desplacen a Madrid y Barcelona para verme", explica a El Independiente la artista, sobre su nuevo proyecto con Mahou.

Aguilera tomará el relevo de cantantes como Dani Fernández y protagonizará la primera gira Vibra Mahou de 2024, la plataforma que busca diversificar las propuestas en directo por la geografía española. El tour empezará el viernes 8 de marzo en la sala Lava de Valladolid, seguirá el 9 de marzo en la sala Óxido de Guadalajara, en la sala Gamma de Murcia el 16 de marzo, en el Palau Alameda de Valencia el 12 de abril y terminará el 13 de abril en la sevillana sala Custom.

Para celebrar el anuncio de la gira, la artista ofreció la semana pasada un concierto privado en la sala el Sol de Madrid donde no faltaron las pegadizas Galgo, Licántropo o Copiloto. Aguilera se encuentra poniendo el punto y final a su era Metanoia, que es como se llama su último EP, lanzado en junio de 2023 con otros dos álbumes a sus espaldas.

Mucho ha llovido desde aquella chica del piano que, en 2014, comenzó su carrera artística con covers delicadas que consiguieron hacerse virales en redes sociales. En 2017 intentó entrar en Operación Triunfo sin éxito —programa que, curiosamente, visitó en 2020— para después conquistar el olimpo del pop urbano español con temas como Inteligencia Emocional, Camaleón o La Tirita, su colaboración con Lola Índigo.

Ahora, rozando los 800.000 oyentes mensuales de Spotify, aboga por la experimentación en el sonido, pero sin abandonar la salud mental, el crecimiento personal o sus conflictos internos en sus canciones. "No creo en poner límites antes de empezar a hacer música. Al hacer una lluvia de ideas, algunas de las que surjan serán ridículas y otras increíbles, pero si te cierras puertas no llegarás a ninguna de ellas", explica.

"Mis letras me ayudan a entenderme, que es el primer paso para sanar"

belén aguilera

Con ritmos de lo más ecléctico, en una de sus canciones habla, por ejemplo, de la necesidad de plantarse y priorizar sus propias necesidades a las de los demás como su gran tarea pendiente. "La música para mí ha sido como terapia, poder expresarme a través de las letras me ha ayudado a entenderme, que es el primer paso para sanar", reflexiona.

La última de sus canciones publicada, en cambio, es Mr. Hyde: "Surge con el florecimiento de este año, que para mí ha sido súper importante. Se acaba Metanoia, que ha configurado un nuevo sonido, y también un disco en el que he tocado más profundamente temas muy crudos. Con Mr. Hyde cierro el año, sirve para englobar todo lo que he hecho en 2023.

Pasando al ámbito personal, comenta que atraviesa una de las etapas más dulces de su vida. "Llevo un año entero plantando muy buenas semillas personales, creo que me he trabajado mucho y que estoy en un punto muy feliz y en el que me estoy tratando muy bien, cuidándome mucho", relata.

A diferencia de otros artistas, la joven se mueve como pez en el agua en las redes sociales y es la primera en abrazar los memes que hacen sobre ella, como aquellos que la señalan como un icono para el colectivo LGTBI y para las chicas, algo cuyo motivo cree que está en las emociones, aunque recalca que ella hace "música para todo el mundo".

"Creo que nos une tener sensaciones y emociones muy profundas por habernos enfrentado a cosas similares y permitirnos sentirlas. Nos vinculan el drama, la performance, los sentimientos... cuando llegué a Madrid encontré mi refugio, pues venía de un contexto social distinto y absolutamente heterosexual, en el que no me sentía aceptada ni cómoda conmigo misma. Es en la comunidad LGTBI donde me he sentido en paz, les debo mucho", recuerda.

Eso sí, recomienda cautela con las redes para que no vertebren en exceso nuestras opiniones. "Son un arma de doble filo. Yo me he dado a conocer a través de ellas y son mis mayores aliadas, pero hay que tener cuidado con empaparse demasiado, porque hay que mantener un pensamiento crítico", defiende.

De cara al futuro y a su nuevo disco, apuesta por seguir desmarcándose musical y estéticamente: "Yo siempre voy a querer experimentar. Todos cambiamos constantemente y ahora me apetece recoger todo aquello de lo que me he empapado". Tampoco habría que descartar colaboraciones, siendo sus trabajos soñados una con Karol G y otra con Lana del Rey, a la que, tal y como bromea, le "tirará la caña" en el Primavera Sound 2024, festival del que la neoyorkina es cabeza de cartel.

De esta industria musical en la que ahora le va tan bien, opina que lo peor es la presión por las cifras, algo que hace que se desdibuje la esencia de la música. "La competencia, el tema de los números, tener que abarcarlo todo, que estar ahí, que crecer... estas cosas hacen que se pierda la esencia del arte de hacer música por amor, pasión y vocación", concluye.