Netflix promete tener un día de oro. Con el estreno de la segunda temporada de El juego del calamar, la serie más vista de la plataforma, todo parecía indicar que este thriller de supervivencia con trasfondo político sería lo más comentado del día. Sin embargo, una figura vaquera que esquiva unas balas del tamaño de balones de fútbol americano a lomos de un majestuoso caballo blanco ha opacado casi que por completo a la ficción surcoreana. Esto sólo podía hacerlo Beyoncé.

La diva del pop sigue cosechando éxitos tras la publicación de su octavo álbum de estudio Cowboy Carter, nominado a 11 premios Grammy (entre ellos, 'Álbum del Año'). Presentado como la segunda parte de una trilogía musical que comenzó en 2022 con la publicación del álbum Renaissance, el disco explora la cultura de la América más profunda, permitiendo a la artista volver a su Texas natal y resaltar la labor que la música afroamericana ha tenido en la historia de la canción estadounidense.

Un trabajo conceptual que invita a todo el mundo a disfrutar de esa música sureña que acunaba a la cantante mientras esta era todavía un bebé. Ahora, el disco se ha hecho hueco en la transmisión en streaming del partido de fútbol americano entre los Texans de Houston y los Ravens de Baltimore para Netflix. Esto es más que un especial de Netflix y más que una actuación durante el medio tiempo de la Super Bowl. Esto es la Beyoncé Bowl, y es ya historia de la plataforma.

La Super Bowl de Beyoncé

La cantante entraba en el estadio NGR de su ciudad natal, Houston, vestida de blanco y sobre un enorme corcel del mismo color, mientras ondeaba una gigantesca bandera de los Estados Unidos. Pese a haberlo lanzado en marzo de este mismo año, esta ha sido la ocasión elegida por Beyoncé para presentar Cowboy Carter y demostrar, una vez más, su posición en la industria musical. A ella no le hace falta promocionarse, Beyoncé sale y promete un espectáculo.

Beyoncé empezaba su actuación defendiendo su himno 16 Carrieges para, después, juntarse con las cantantes Brittney Spencer, Reyna Roberts, Tanner Adell y Tiera Kennedy para cantar Blackbiird, su versión de la canción de los Beatles del mismo nombre. Pero estas no fueron las únicas artistas invitadas a la Super Bowl de Beyoncé. La artista se guardaba varios ases bajo la manga.

Ya dentro del campo propiamente dicho, la de Houston continuó su retahíla de canciones. A YA YA, le siguieron My House, Sweet ★ Honey ★ Buckiin' y Levii's Jeans, estas dos últimas junto a los cantantes Shaboozey y Post Malone, respectivamente. El show se acercaba ya a su final cuando Beyoncé cambió el caballo por el vehículo a motor y, subida a un descapotable rojo seguido por una marcha de vaqueros instrumentistas, se atrevió con su versión de Jolene, repudiada por aquellos fanáticos a la original de Dolly Parton.

Así, Beyoncé cerró sus 13 minutos de actuación con el éxito Texas Hold'Em, mientras le pedía al público disfrutar de aquella canción que fue su motivo de orgullo al convertirla en "la primera mujer negra con un número uno en el ranking de canciones country". Una actuación final que no quiso perderse su hija, Blue Ivy, quien se unió a su madre entre el clamor de un público que pone de manifiesto el amor que tienen por la menor de 12 años.

¿Un show imprescindible o un lavado de imagen?

El hashtag #BeyonceBowl ha adquirido presencia en la red social X. Los más hinchas de la sureña aseguran que "Beyoncé hace que el 95% de la industria se vea mediocre cuando hablamos de shows y presencia en escena" pero también los hay que, en su odio, proclaman que esto es un intento de lavado de imagen tras ser acusada de cómplice en el caso del rapero P. Diddy, íntimo amigo del marido de la cantante que se enfrenta a una demanda por parte de 120 personas (25, menores de edad) que lo acusan de violación y agresión sexual.

Desde que el caso salió a la luz, a Beyoncé se le ha puesto en el punto de mira como supuesta cómplice del rapero, llegándola a culpar de las muertes de Aaliya o Cathy 'Koreana' White y cuestionando su ética con otras cantantes de la industria. Pese a haberse demostrado la presencia de vídeos manipulados y datos falsos sobre la implicación de la cantante, mucha gente sigue sin fiarse de la credibilidad de Beyoncé, quien todavía no se ha posicionado al respecto.

Sin embargo, lo que sí ha confirmado es que prepara una sorpresa adicional para la era Cowboy Carter, con un vídeo publicado en sus redes sociales tras la emisión del partido en que se la ve a lomos de un caballo blanco mientras ondea la bandera de los Estados Unidos. Al final, una fecha: el 14 de enero de 2025. A Beyoncé todavía le quedan muchas cartas por jugar.

Netflix, el nuevo aliado de la NFL

La plataforma más popular de streaming tenía que recuperar lo invertido por un acuerdo de tres años con la NFL (la Liga Nacional de Fútbol Americano) para retransmitir los dos partidos habituales del día de Navidad. 150 millones de dólares por dos juegos que todos los años se cuelan entre los programas más vistos de Estados Unidos. Entonces, Netflix los ha emitido como suele emitir todo aquello en lo que se ha dejado buena parte de su bolsillo: a lo grande.

La retransmisión empezó con todo menos con fútbol. El primero de estos partidos enfrentaba a los actuales ganadores de la última Super Bowl, los City Chiefs de Kansas, contra los Steelers de Pittsburgh y, oportunidad perdida de tener a Taylor Swift animando a su novio Travis Kelce antes del gran partido que dará comienzo a la temporada, una estilizada figura vestida de rojo protagonizaba el anuncio que precedía a la retransmisión. Mariah Carey aparecía en un set hasta arriba de nieve probablemente falsa para recordarnos lo que, por otra parte, ya sabíamos: que es Navidad.

La reina de diciembre no ha querido perderse la retransmisión histórica de una plataforma que se ha convertido en el primer medio en distribuir un partido de fútbol americano a nivel mundial. Según ha informado el medio Marca, el debut de Netflix en la NFL se ha retransmitido en los más de 190 países en lo que opera la plataforma, siendo visto por un total de 282,3 millones de suscriptores. A pesar del éxito, Netflix retirará el partido 24 horas después de la retransmisión del mismo, pero ya ha confirmado que la Beyoncé Bowl se añadirá permanentemente a su catálogo a finales de esta semana.