Será que la música llena nuestras anodinas vidas y se hace imprescindible para sobrellevar tanta impaciencia, estrés y relaciones que nos devoran. Será que la música aplaca a las fieras y acalla los gritos de quien tanto despotrica.
Desde tiempos inmemoriales que ya no recuerda nadie, la música fue uno de los entretenimientos, acicates, distracción y esparcimiento de la sociedad, principalmente acomodada y cortesana. En los siglos XVII y XVIII tuvo su máximo esplendor con grandes virtuosos que competían por conseguir el título de maestrissimo.
Había oberturas, arpas, concerto di grupo, orquestas, óperas, sonatas, arias, coros, y hasta castrati, que no se paraban en miras. Mira tú por dónde, Yllana, después de Pagagnini y su Royal Gag Orchestra, vuelve a coger la batuta, los violines, el piano o clavicémbalo, las pelucas, las casacas, las chupas y las medias en Maestrissimo (Pagagnini II). Y con su cuarteto de cuerda desmedido y desbordado de elegancia a la par que simpatía y muy buena ejecución de piezas clásicas, modernas, populares, pasodobles, baladas, bandas sonoras, pop y todo lo que pueda musicarse, nos plantean un diálogo de cadencias y sonidos, de competición también, de participación del público, que hace lo que puede, pero que se lo pasa pipa.
Música y risas al estilo Yllana
David Ottone y Juan Ramos hacen de directores de esta orquesta a la que parece que las piezas musicales y los instrumentos se les van a ir de las manos, pero lo tienen bien preparado aun sin partitura y todo. Ellos, los músicos, son Eduardo Ortega, Jorge Fournadjiev, Isaac M. Pulet y Jorge Guillén “Strad”. Con ellos celebramos su desparpajo en el baile, sus gestos, característicos de Yllana, su pura comunión con la música como elemento al que hay que adorar, aunque se sea un neófito en este arte.
En ello están, intentando que ese preciado reconocimiento de Maestrissimo les sea concedido, y aplaudimos plácidamente, asombrados en alguna ocasión, con el rictus de la comisura de los labios en posición risueña cuando no lanzamos una carcajada estentórea que no desmerece del ambiente. Hay hasta besos, muacs lanzados al primer violín, requeridos por él mismo, pero que no suponen esfuerzo para nosotros, espectadores entregados a la calidad musical, al fervor del gracejo, al ingenio de este lenguaje mezcla de este sinfónico montaje de melómanos histriónicos y filarmónicos intérpretes.
Maestrissimo de Yllana: concierto teatral gestual de casi una hora y media que nos complace grandemente.
MAESTRISSIMO (PAGAGNINI II)
Intérpretes: Eduardo Ortega, Jorge Fournadjiev, Isaac M. Pulet, Jorge Guillén “Strad”
Coreografía: Carlos Chamorro
Texto: Rafael Boeta
Luthier: Fernando Muñoz
Productor ejecutivo: Marcos Ottone
Dirección artística: Juan Ramos y David Ottone
Idea original, creación y dirección: Yllana
En el Teatro Infanta Isabel hasta el 14 de enero. En gira nacional e internacional durante 2024 (21 de enero en Valencia, 9 de marzo en Cornellà de Llobregat, 4 de mayo en L'Hospitalet, 7 de junio en el Auditorio Nacional de Música de Madrid).
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