El Teatro Real finaliza su temporada con Madama Butterfly de Giacomo Puccini (1858-1924), en una serie de 19 funciones que estarán en cartel desde hoy hasta el 22 de julio. Esta producción, bajo la dirección escénica de Damiano Michieletto y la dirección musical de Nicola Luisotti, presenta una visión renovada de la tragedia ya que coge el orientalismo de la época que estereotipaba a la cultura japonesa y lo actualiza a otra forma de dominación contemporánea, el "turismo sexual".

El enfoque de Michieletto está puesto en resaltar la crudeza y el sufrimiento de la protagonista, Cio-Cio-San, quien es víctima de un matrimonio ficticio con un marino estadounidense. "El sufrimiento de Butterfly surge al creer en un matrimonio que nace de una especie de broma. Es un divertimento sexual, ella es comprada por un turista sexual que emplea toda la fuerza de dominación en un contexto de pobreza", afirma Michieletto.

Madama Butterfly se basa en el exotismo y la fascinación por los países lejanos, una tendencia popular en el arte y la literatura europea de finales del siglo XIX. Pero esa visión decimonónica no se ajustaba más que estereotipos que encajaban con una mirada supremacista occidental. La ópera de Puccini aborda la dolorosa historia de una joven japonesa, Cio-Cio-San, que se enamora de un marino estadounidense, con trágicas consecuencias. Esta obra es la sexta de las diez grandes óperas del compositor italiano y su tercera colaboración con los libretistas Giuseppe Giacosa y Luigi Illica.

Teatro Regio Torino

El escenógrafo Paolo Fantin ha diseñado un escenario moderno con carteles publicitarios y neones, donde Cio-Cio-San vive atrapada en una caja de cristal, símbolo de la ambivalencia entre la ilusión y la realidad.

La historia de Madama Butterfly se basa en la obra teatral homónima de John Luther Long, inspirada en un caso real conocido por su hermana en Nagasaki. El estreno original de la ópera en 1904 fue un fracaso, lo que llevó a Puccini a realizar varias modificaciones en el libreto, culminando en la versión de 1906 que se presenta en esta producción. Nicola Luisotti destacó la coherencia de la adaptación actual, uniendo el segundo y tercer acto para crear una propuesta "increíble".

La soprano Saioa Hernández, una de las intérpretes de Cio-Cio-San, elogia la partitura de Puccini, describiéndola como un "bálsamo para la voz". "La música crea un mundo de fantasía que en realidad no existe, reflejando la ingenuidad de Butterfly al creer en un amor que solo vive en su mente", añade Hernández.

Autorretrato de Puccini.
Autorretrato de Puccini.

Puccini fotógrafo

coincidiendo con el estreno de Madama Butterfly, el Teatro Real acogerá por primera vez una exposición de PhotoEspaña. Se trata de Puccini fotógrafo, un muestra que aborda la pasión del compositor por la fotografía. Las imágenes se exhibirán en el vestíbulo, las escaleras imperiales y el óvalo de la tercera planta del teatro.

Giacomo Puccini se inicia alrededor de 1894 en la fotografía, cuando su práctica prolifera entre aficionados y predomina el pictoralismo; la fotografía todavía solo maneja los códigos visuales de la pintura.

Puccini fotografía los lugares por los que viaja, así que se pueden ver fotos de Nueva York, donde queda impresionado por el urbanismo y por los grandes puentes; o de Egipto, en donde fotografía paisajes y la vida cotidiana.