'Friends': el poder de la amistad

¿Cuál es el secreto para que una serie triunfe en todo el mundo y levante pasiones? Friends despertó la devoción absoluta de cientos de miles de espectadores que no quisieron perderse ni un solo capítulo de las diez temporadas que estuvo en emisión.

Puede haber muchas más interpretaciones, entre ellas, la frescura de los guiones, el ritmo, lo que ocurre en ellos, pero, sobre todo, creo yo, la cercanía de los personajes, las tribulaciones que pasan, las historias de amor y desencuentros, y también la picardía, la ingenuidad y un toque de absurdo o surrealismo, y los vínculos de amistad de Rachel Green, Monica Geller, Phoebe Buffay, Joey Tribbiani, Chandler Bing y Ross Geller. Y pongo aquí el nombre de los personajes porque son sobradamente conocidos, incluso por los que solamente vimos algunos capítulos.

Ocurre que ahora nos presentan en escena nada menos que las diez temporadas compendiadas y además en formato musical. El interés y la curiosidad por saber cómo han resuelto el guion cubre las expectativas que teníamos. 

Complicidad y humor

Los personajes están perfectamente ajustados a su iconografía, tanto en vestuario, en parecido físico y en carácter. Repiten gestos, situaciones, y lo que tenemos grabado en nuestra memoria aparece con suficiente calidad para darle credibilidad y pasar un rato bien divertido. 

Naturalmente, es imposible resumir nada menos que 24 capítulos por temporada, pero los juegos de complicidad con el público, las referencias constantes a la serie, aderezado todo ello con música y bailes, muy buenas músicas de todos los estilos y buenas coreografías, además de unas voces ajustadas a su registro personal. Es decir, no defrauda, nos despierta la nostalgia con una sonrisa y notamos el calor de la casa de Monica y del Central Perk, el café donde se reúnen y nunca pagan la cuenta. 

El elenco, como ya hemos dicho, está perfectamente seleccionado y es de rigor nombrarlos a todos: María Ruiz como Rachel, Omar Ruiz es Ross, María Ochando interpreta a Monica, Dani Saiz hace un Chandler parecidísimo, Irina Bargues es Phoebe, Ricardo Saiz se mete en la piel de Joey y Kevin Villar es Gunther, un personaje recurrente que regenta el bar y que quisiera formar parte del grupo de amigos aunque no lo consigue. Todo ello bajo la dirección de José Saiz y la dirección musical de Carlos Mansa. 

Anhelo de amistad

Hemos hablado de nostalgia anteriormente, por el recuerdo de una serie que ocupó muchas horas de sofá e incluso comentarios y pasiones. Era como si necesitáramos los besos, los abrazos, los enredos, los chistes, las situaciones disparatadas, en una ilusión personal, que era encontrar nosotros mismos ese grupo de amigos siempre al quite de cualquier situación. 

Saber que si vas al bar, allí estará alguien del grupo, y si no, llegarán pronto, tener la certeza de que las puertas de las casas de cada uno están siempre abiertas para acoger a los verdaderos amigos. 

Desde el sentimiento social, este musical es un concepto poético y sensible de la colectividad, de compartir, de hacer que nadie se sienta solo, con la pretensión, nada desdeñable, de hacernos pasar un buen rato dejando de lado, durante 100 minutos, las preocupaciones.