'Conspiranoia': la vida se escribe en una servilleta de papel

CONSPIRANOIA: Tendencia a interpretar determinados acontecimientos como producto de una conspiración. 

CONSPIRANOIA: Texto de Jordi Casanovas y Marc Angelet.

CONSPIRANOIA: La vida, a veces, nos presenta la necesidad de hablar entre nosotros, a pesar de redes sociales, porque es imperativo aclarar algunas cosas. 

CONSPIRANOIA: Uno tiene una forma de pensar y de repente algo se ilumina en nosotros y vemos las cosas de forma distinta, peculiar, diferente. Lo que antes era sencillo se enmaraña en metáforas. Donde uno creía que triunfaba va de fracaso en fracaso. La zona de confort desaparece y uno se ve obligado, o instigado, a descubrir nuevas formas de pensamiento y otras perspectivas. 

CONSPIRANOIA: Damos una imagen de nosotros mismos, nos creemos nuestras propias mentiras, hacemos oídos sordos a lo que nos cuentan o nos dicen pero, de pronto, las cosas no suceden como pretendíamos o habíamos imaginado. 

CONSPIRANOIA: ¿Y si, de repente, la tierra es plana, por ejemplo? ¿Si los ríos son mentira, si las lágrimas son de cocodrilo, si los caminos vuelven siempre al principio, si los sueños son más reales que la realidad, si los espejismos son el reflejo de nuestras dudas?

CONSPIRANOIA: Los autores nos quieren contar, no una falsa conspiración, no una teoría indemostrable, no un secreto que hará cambiar la concepción del mundo, sino las relaciones de amistad, los ocultamientos, los miedos y las deterioradas relaciones personales. Los autores, con un estupendísimo elenco encabezado por Luis Merlo, Natalia Millán, Clara Sanchis y Juanan Lumbreras, llegan a la terrible, o magnífica, conclusión de que la vida se escribe en una servilleta de papel. Ofrecen una excelente representación de lo cambiantes que somos aunque mantengamos nuestra inicial forma de comportarnos, de los errores que cometemos, de las opiniones que ocultamos, de la nostalgia de lo que éramos, de lo incierto del futuro próximo, de lo solos que estamos estando con otros, de nuestro desgaste y la pérdida de valores que antes teníamos, de agarrarnos al clavo ardiendo de quien en ese momento nos hace más caso, de enloquecer ante el asombro y la perspectiva de algo nuevo que está a punto de sucedernos. 

CONSPIRANOIA: Nos divertimos y, a la par, nos hace reflexionar, plantearnos nuestras propias fases de reconocimiento, con un ritmo vivace, con personajes exageradamente humanos que emergen en nosotros con la simpatía de los amigos de toda la vida y que se dicen, después, lo que nunca se han atrevido a decir antes. 

CONSPIRANOIA: No hay conspiraciones raras en esta buenísima puesta en escena que nos deja con una sonrisa en la boca, no hay situaciones manipuladas en situaciones difíciles de entender, no hay un después antes del antes, solo es dejarse llevar, por texto, por interpretación, por salud mental, sin conspiranoias.