El fidget spinner es una ruleta giratoria, un juguete de plástico, que nació para calmar los nervios y la ansiedad en niños hiperactivos y con problemas de atención. Esta especie de peonza se ha convertido en el juguete de la primavera y ha revolucionado los patios de los colegios a la misma velocidad que el botella challenge del pasado otoño. Lo que nació para apaciguar el ímpetu, la vitalidad y el empuje se ha transformado en el motivo de la distracción de miles de escolares.
Fabricado en plástico o metal compuesto por una zona central giratoria y tres aspas que giran alrededor de éste, la popularidad del juego ha registrado un crecimiento de la demanda de un 158% durante la última semana del mes de abril, según informa idealo.es, uno de los comparadores de precios más importantes de Europa.
El juego ha registrado una crecimiento de la demanda de un 158 % en la última semana del mes de abril
Como casi todos los inventos, el fidget spinner tiene su propia intrahistoria. Catherine Hettinger lo inventó hace dos décadas, estando de vacaciones en Israel. Paseaba por la calle, Hettinger se topó con unos niños que lanzaban piedras a la policía y nadie les decía nada. Ella comenzó a rumiar la idea de encontrar algo que sustituyera a ese juego tan violento que además de entretenerles, les relajara. Así nació esta peonza del siglo XXI. “Empezó como una forma de promover la paz, y después continué buscando algo que fuera muy relajante”, confiesa la creadora en la web de Money.
Catherine lo patentó, se lo intentó vender a Hasbro, pero la empresa rechazó el juguete después de testarlo con probadores. Al final, los derechos expiraron en el 2005. La renovación costaba 400 dólares y, "simplemente, no tenía ese dinero", asegura. Hoy Catherine Hettinger, de 62 años, no recibe ni un dólar por las ventas de un juguete que se puede comprar incluso en bazares chinos y por internet. El precio ha oscilado desde su aparición en función de su demanda. En España empezó comercializándose por tres euros y ya no lo encuentras por menos de cinco a no ser que te lances al mercado de internet.
Ayuda o problema
En EE.UU, uno de los primeros países invadidos por el fidget spinner, las opiniones se encuentran divididas entre quienes lo ven como una ayuda y quienes creen que es un problema. En muchos colegios han prohibido los fidget spinner porque sostienen que no ayuda a concentrarse, sino todo lo contrario, es adictivo y los niños buscan cada vez nuevas maneras de jugar con ellos, a veces haciéndolos volar de manera que el resto de los niños se dedican a observar las piruetas de juguetito en cuestión.
En Australia, el juguete desapareció en tres semanas de las tiendas, se convirtió en un "símbolo de estatus" entre los hombres y mujeres de negocios, según informa el diario The Sydney Morning Herald. Paralelamente, su popularidad crece entre los niños.
Otras opciones
Esta peonza forma parte de un grupo de juguetes dirigidos a esas personas que sienten la necesidad de hacer algo con sus dedos constantemente, un fenómeno que en inglés se denomina fidgeting. Si, por ejemplo, es de los que repica la mesa con los dedos cuando necesita concentración un fidget le sería útil.
Esta nueva especie de peonza no es la única opción. Creado por los hermanos Mark y Matthew McLachlan, del estudio de diseño Antsy Labs, el Fidget cube es un gadget multitarea, pequeño y sencillo cuyo objetivo es reducir el estrés acumulado.
Algo más grande que un dado, el Fidget cube cuenta con botones, palancas o ruedas con una función especial: calmar los nervios. En el Fidget cube se puede clicar, deslizar con el dedo una especie de minijoystick, frotar una superficie similar a las worry stones (piedras de la calma) o pulsar lo que parece un interruptor de la luz, entre otros.
Los investigadores parece que coinciden en señalan que juguetear con pequeños aparatos puede generar beneficios en personas inquietas que sienten ansiedad, puesto que les puede ayudar a concentrarse en lo que están haciendo e incluso servir de impulso para sus ideas creativas.
El proyecto del Fidget cube recaudó en la plataforma de crowdfunding Kickstarter unos 4,6 millones de euros
El proyecto del Fidget cube recaudó en la plataforma de crowdfunding Kickstarter 5,2 millones de dólares (unos 4,6 millones de euros) de la meta de 15.000 (aproximadamente 13.000 euros) que se había propuesto reunir en un primer momento. Su precio inicial eran 25 dólares (22 euros), ya hay modelo chino y se vende por menos de 10 euros.
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