En 2016 la lucha contra el VIH ha alcanzado un importante logro: por primera vez la mayoría de personas con VIH recibe tratamiento. Un dato histórico para ONUSIDA, el programa de Naciones Unida sobre la lucha al VIH/Sida que ha presentado en París el informe de 2016.
Sin embargo no todas son buenas noticias: en el último año se han registrado 1,8 millones de nuevos casos y un millón de muertes por sida, la enfermedad que se desarrolla como consecuencia de una infección por VIH no tratada.
Para ONUSIDA es cada vez más cercano el objetivo 90-90-90 que este organismo internacional se ha marcado para el año 2020. Conseguir que el 90 por ciento de los pacientes con VIH estén diagnosticados, tratados y con una carga viral indetectable. De momento siete países ya han alcanzado el objetivo: Botswana, Camboya, Dinamarca, Islandia, Singapur, Suecia y Reino Unido
Mejora la pandemia en África
En el mundo hay 36,7 millones de personas que viven con el VIH. De ellos 19,5 millones, un 53%, han tenido acceso a los fármacos antirretrovirales en el último año. En 2005 había casi 2 millones de muertes por sida, una cifra que ahora se ha reducido a la mitad.
En África sub-sahariana, la región más afectada por la pandemia de sida, es donde se han producido los mayores avances. Desde 2010 las muertes han caído un 42%. Las nuevas infecciones han disminuido un 29%, especialmente entre los niños, donde se han reducido a la mitad. Más de dos tercios (70%) de las personas que viven con el VIH ha sido diagnosticada y el 77% tiene acceso a una terapia antirretroviral. El 82% ha logrado reducir la carga viral a niveles indetectables, lo que es clave para su salud y para interrumpir la cadena de nuevos contagios.
Menos muertes e infecciones
El número global de muertes sigue bajando porque los tratamientos han convertido la infección por VIH en una enfermedad crónica. Sin embargo ONUSIDA señala un repunte de nuevas infecciones y decesos en algunas regiones del norte de África, de Europa Oriental y de Asia central.
"Cumplimos con la meta de 2015 de contar con 15 millones de personas en tratamiento y estamos en camino de duplicar ese número a 30 millones para alcanzar nuestro objetivo de 2020", ha reconocido el director ejecutivo de ONUSIDA, Michel Sidibé.
También hay sombras: un 30% de las personas ignoran haberse contagiado con el VIH. Además 17 millones de personas en el mundo no tienen acceso a los tratamientos. Por edad son los niños los más excluidos: el 57% no recibe medicación. A esto se suma la alarma lanzada por la Organización Mundial de la Sanidad sobre el preocupante aumento de resistencia a los fármacos entre los pacientes.
Falta de fondos
"Hay que alegrarse por cada persona más en tratamiento, pero no se está haciendo lo suficiente. Será difícil lograr los objetivos previstos para el 2020 sin un mayor esfuerzo económico de los países más desarrollados", dice Vanesa López.
La responsable de la ong Española Salud por Derecho afirma que las inversiones de los países más desarrollados en atención y prevención se han estancado. "Desde 2011 España ha reducido a cero su aportación" - declara López - "El pasado diciembre el Parlamento español votó una proposición no de ley pidiendo un compromiso de 100 millones de euros. En los presupuestos de 2017 no había rastro. Eperamos que el gobierno incluya este capítulo en las cuentas de 2018 porque también el PP votò a favor".
La epidemia en España
En nuestro país hay 116 mil personas con VIH, un cifra que podría ascender a 141 mil incluyendo a las personas todavía sin diagnosticar. Cada año se producen 3.500 nuevos casos, casi 10 al día. La mayoría entre HSH (hombre que hacen sexo con hombre) y la edad media es alrededor de los 36 años.
España está más cerca de cumplir el objetivo 90-90-90. El 92% de los paciente recibe tratamiento y 88% es indetectable. Sin embargo el número de personas diagnosticadas no supera en el 82%.
Según el estudio “Vivir y envejecer con el VIH”, el número de nuevas infecciones bajó entre 2015 y 2015, sin embargo esta cifra se ha estancado. Según los expertos se debe al hecho que cada vez se usa menos el preservativo, por esto apuntan a nuevas estrategias de prevención como la profilaxis pre-exposición, también llamada “píldora preventiva del VIH”.
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