Uno de los primeros símbolos del otoño es el aroma a castañas asadas. Estos frutos secos que nos ayudan a reconciliarnos con el frío y, además, nos aportan fibra, proteínas e hidratos de carbono con el beneficio de incluir pocas calorías.
Sin embargo, no son los únicos vegetales que viven su mejor momento entre septiembre y diciembre. Endibias, judías, espinacas, granadas, caquis o chirimoyas son frutas que esta temporada no pueden faltar en tu despensa. Aquí tienes el listado de cuáles son y qué beneficios te aportan.
Las verduras que se avecinan, mes a mes
Acelgas: son ricas en vitaminas, especialmente A, C y K. Fortalecen el sistema inmunológico y ayudan a prevenir la osteoporosis y las enfermedades cardiovasculares. Son además muy beneficiosas durante el embarazo por su alto contenido en ácido fólico.
Berenjenas: muy buenas por sus altos niveles de potasio, vitamina C y B-6, además de flavonoides, que están asociado a un menor riesgo de mortalidad por enfermedades cardiovasculares, incluso si se toma en pequeñas cantidades. Son buenas también para controlar el colesterol y para la dieta, pues tienen muy pocas calorías.
Calabaza: son buenas para combatir la diarrea y los desajustes gástricos por su alto contenido en fibra y antioxidantes, sobre todo alfa y beta carotenos, que son una buena fuente de vitaminas C, K y E, y una gran cantidad de minerales, como el magnesio, el potasio y el hierro.
Endibia: es una buena fuente de vitamina A (beta-caroteno), vitamina C, ácido fólico y potasio. Precisamente, debido a su alto contenido en potasio, la endibia está indicada en dietas destinadas a bajar las cifras de tensión arterial, ya que siempre recomiendan alimentos con dosis altas de este mineral porque favorece la diuresis. El 3% de su contenido es fibra (inulina y mucílagos), con un alto poder saciante y especialmente beneficiosa para la flora intestinal.
Espinacas: son muy ricas en vitamina C y betacarotenos (antioxidantes), también en hierro (como nos enseñó Popeye), no tanto por la cantidad de hierro sino por estar combinado con vitamina C, que favorece su absorción. Aportan además mucha fibra, que favorece el tránsito intestinal, y previene el cáncer de colon y la enfermedad cardiovascular.
Judías verdes: son ricas en yodo, potasio y hierro, además de vitamina C y folatos. Son ricas en luteína, cuya ingesta se relaciona con un menor riesgo de cataratas. Su alto contenido en sales de cromo la hace importante para la acción antidiabética.
Puerros: aportan mucha fibra, folatos y vitamina C. Apenas aportan calorías, por lo que son idóneos para cualquier dieta.
Repollo: como toda la familia de las coles, aportan vitamina C y folatos, además de fibra y fitonutrientes, que son beneficiosos para prevenir el cáncer.
Las frutas que no deben faltar en tu cesta de la compra de septiembre a diciembre
Granada: es baja en calorías, tiene propiedades astringentes y antiinflamatorias, por lo que es ideal para dietas depurativas y adelgazantes, así como para tratar la diarrea. El ácido cítrico potencia la acción de la vitamina C y ayuda a eliminar toxinas de todos los órganos del cuerpo.
Caqui: el caqui es en un 16% hidratos de carbono, así como fibra y provitamina A (sustancia que el organismo transforma en vitamina A) y vitamina C. Tiene también carotenoides, que ejercen una acción antioxidante, por lo que evitan el envejecimiento celular, previenen la arteriosclerosis y actúan como preventivos frente al cáncer.
Chirimoya: Es un 20% carbohidratos y pobre en grasas y proteínas. Es también una buena fuente de potasio, que estimula el sistema nervioso y favorece un buen funcionamiento muscular, así como la eliminación de líquidos, y vitamina C.
Kiwi: Contiene fibra insoluble que lo convierte en un alimento recomendable en caso de estreñimiento. Un solo kiwi aporta el 85% de la ingesta diaria recomendada de vitamina C. Tiene también otras sustancias bioactivas que evitan daño en el ADN, inducido por el peróxido de hidrógeno; previniendo así el desarrollo de algunas enfermedades como el cáncer. En cualquier caso, tomar kiwi fortalece el sistema inmunitario, actúa como antioxidante, combate los altos niveles de colesterol y mejora la calidad de la piel.
Uva: Su aporte en hidratos de carbono es mayor que en otras frutas, por lo que aportan mucha energía. Muchos estudios han mostrado que los fitonutrientes presentes en la uva y el vino
pueden tener un efecto preventivo frente a enfermedades degenerativas como las cardiovasculares, ciertos tipos de cáncer, trastornos neurodegenerativos, e incluso patologías como las cataratas.
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