Envejezco aprendiendo cada día muchas cosas nuevas. Platón
La sociedad actual se enfrenta al envejecimiento como si se encontrara ante una enfermedad que está obligada a eliminar o paliar. El ego moderno busca la eterna juventud como ideal narcisista, pero se trata de una batalla perdida. Nadie puede escapar al envejecimiento. Ahora bien, cada ser puede intervenir en su modo de envejecer. Se puede ser mayor de muchas formas distintas. Se puede ser paciente, amable, cariñoso, agradecido; o se puede vivir el paso del tiempo de una manera más pesimista.
La Obra Social “la Caixa” dedica un gran esfuerzo en su programa de Personas Mayores, que se desarrolla en 618 centros repartidos por todas las provincias españolas. Se trata de un programa en el que cada año participan 820.000 mayores españoles, que realizan 16.694 iniciativas sociales, culturales, de salud y tecnológicas, destinadas especialmente al fomento del envejecimiento activo, la participación social, y el respeto y la dignidad de las personas mayores.
Más de 8,5 millones de personas en España tiene actualmente más de 65 años, y el 31,8 % de esas personas son mayores de 80 años
Más de 8,5 millones de personas en España tiene actualmente más de 65 años, y el 31,8 % de esas personas son mayores de 80 años, unas cifras que crecen año tras año. Con un incremento tan brutal, resulta inevitable que, con el tiempo, aumente, además del número, la variedad de realidades sociales y económicas y, por lo tanto, puede hacerlo también la exclusión y la vulnerabilidad social. Por ello, la Obra Social ”la Caixa” sigue trabajando para generar metodologías de intervención que promuevan el desarrollo personal de las personas mayores y que prevengan las situaciones de dependencia que este escenario demográfico dibuja en un futuro próximo.
La entidad impulsa desde sus orígenes, hace más de 100 años, un abanico de actividades variadas y recursos distribuidos actualmente en 618 centros de mayores, propios o en convenio con administraciones públicas, en todas las provincias de España.
“La jubilación nos iguala a todos. No importa la formación, ahí te queda tu experiencia vital y lo que seas como persona”. Mar Barón, directora de EspacioCaixa Madrid, lo tiene claro. Justifica su argumento gracias a la experiencia que posee coordinando las actividades que cada año organizan en EspacioCaixa Madrid. “A nuestros cursos vienen jubilados con historias vitales diferentes. En una conferencia te puedes encontrar gente de diversos tipos de procedencia. Todos tienen una cosa en común: son jubilados".
El único requisito que se necesita para poder participar es tener 60 años y estar jubilado o 50 y encontrarse prejubilado. El EspacioCaixa de la calle Arapiles se inauguró en 2001. Lleva 16 años ofreciendo actividades sociales dirigidas a Personas Mayores cuyo objetivo es mejorar el bienestar de este colectivo fomentando su participación social, desarrollando actividades que contribuyan a mejorar su calidad de vida y ofreciéndoles recursos contra la soledad y a favor de su buen trato y crecimiento personal.
La vida empieza pronto en EspacioCaixa. Son las 10 de la mañana y ya hay cinco abuelos leyendo el periódico y seis enchufados al ordenador. Unos mirando sus email, otros brujuleando por el universo cibernético. “Ahora no hay problemas, pero dentro de un rato esto está a tope y por eso tenemos una economía de fichas con las que pueden permanecer dos horas seguidas frente al ordenador. Si se llena, lo que llevan dos horas tienen que dejar paso a los que acaban de llegar. En la mediateca, un grupo de señoras trabaja con los ordenadores y los libros. Si no fuera por la edad, se diría que están estudiando en la biblioteca de una universidad cualquiera. “Los ordenadores de la mediateca se reservan con más tiempo, pueden hacer dos reservas a la semana de dos horas, de manera que si lo necesitas pueden unirlas en un solo día”, explica Barón.
Rodeados por un jardín zen creado por la artista japonesa Rikako Yano en el que se representa el río de la vida, la soledad del individuo, la armonía de la familia y el equilibrio de la pareja, resulta sorprendente encontrarse ante tanta hambre de sabiduría. Los jubilados que se sientan frente a los ordenadores son mucho más que inmigrantes digitales. Ellos, que crecieron sin televisión, escribiendo cartas en papel, con teléfono con centralita y con las máquinas de escribir han tenido que aprender a relacionarse con los ordenadores, con internet, los correos electrónicos, incluso con Skype.
Para llegar a alcanzar esta soltura con el universo cibernético entre toda su oferta de formación, cursos, conferencias etcétera, EspacioCaixa ofrece a los jubilados talleres sobre iniciación a la informática, creación y diseño de documentos de texto, retoque fotográfico y presentaciones digitales, redes sociales, incluso, cuentan con uno titulado Incorpora internet a tu día a día.
Respecto a la oferta de formación destacan los cursillos sobre Artes plásticas, Lengua, pensamiento y creación literaria, Medio ambiente y paisaje, Ajedrez etcétera. En la sala de Artes Plásticas acaba de arrancar un taller sobre Ramón Casas. La primera clase se convierte en una introducción a la vida del autor. Un paseo por sus obras y por su estilo. Una vez que los aspirantes a artistas ya se han familiarizado con el autor, la clase termina con la elección de uno de sus cuadros. A partir de ese momento, los alumnos pasarán el resto del curso copiando o interpretando la obra que ha caído entre sus manos.
Ellos que crecieron sin televisión, escribiendo cartas en papel y con máquinas de escribir ahora se relacionan con ordenadores, internet y con Skype
Los cursos no se quedan ahí. Obsesionados por el bienestar y la salud, en EspacioCaixa ofrecen todo tipo de clases de ejercicios de tonificación, estiramientos, flexibilidad… “Todos adaptados para despertar una sonrisa en los mayores”, asegura Barón. De hecho, el taller Alimenta tu bienestar ha reunido a cerca de 11.000 participantes en su primer curso y las novedades a partir de este otoño incluyen un taller para evitar caídas y uno de desarrollo personal y ciclo vital.
El envejecimiento es una evolución progresiva, muy lenta, pero irreversible. No se puede huir. Vivir implica envejecer. Cuando llega esa época en la que el tiempo te abraza no queda más remedio que recuperar aficiones aparcadas y aprovechar cada instante.
Este contenido ha sido elaborado con la colaboración de la Fundación Bancaria ‘la Caixa’
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