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El Gobierno de Cifuentes compró fármacos de forma opaca

Como publica eldiario.es, los hospitales públicos madrileños abusaron de los contratos menores para adquirir tratamientos por cientos de millones de euros entre 2015 y 2017 sin someterlos a fiscalización o publicarlos en el BOCAM.

Hospital Clínico San Carlos (Madrid).
Hospital Clínico San Carlos (Madrid).

Hablamos de tratamientos caros y que otorgan grandes beneficios a las farmacéuticas que los producen. Harvoni (hepatitis C), Aubagio (esclerosis múltiple) o Gilenya (VIH) son los medicamentos que más contratos menores acumularon con la Administración madrileña entre 2015 y 2017.

Tal como ha publicado hoy eldiario.es, el Gobierno de Cifuentes aprovechó este tipo de contratos (cuyo tope era en esa fecha de 18.000 euros, desde 2017 es de 15.000) para adquirir medicamentos por cientos de millones de euros en condiciones de opacidad. En ocasiones, se realizaban varios contratos con la misma farmacéutica y el mismo día, lo que evitaba tener que convocar un concurso público y someterse a fiscalización y publicación en boletín oficial.

Según la investigación de este medio, tan sólo 10 hospitales de la Comunidad de Madrid (de los 37 públicos de la región) acumularon 1.255 millones de euros en contratos menores entre 2015 y 2017 bajo el mandato de Cristina Cifuentes. El Hospital Clínico San Carlos, con 275 millones, fue el que más adjudicaciones opacas realizó, seguido del Doce de Octubre (179 millones), Gregorio Marañón (178 millones) y La Paz (137 millones). Algunos de estos hospitales firmaron hasta 20 contratos por el mismo medicamento y el mismo día, pese a que esta fórmula de contratación está acotada a necesidades urgentes y de importe no superior al citado.

El importe por tratamiento es algo que no se conoce y que cada región e incluso cada hospital negocia de forma privada con la farmacéutica, lo que contribuye aún más a la opacidad y a la escalada del precio de los fármacos. Las farmacéuticas más beneficiadas por este tipo de contratos en la Comunidad de Madrid fueron Gilead (con 69,6 millones de euros), Medtronic Ibérica (69 millones) y Novartis (56,7).

El problema de los contratos menores no es exclusivo de la Comunidad de Madrid y ya ha sido denunciado en informes de fiscalización en regiones como Aragón, Valencia o Euskadi. Tampoco es exclusivo de la Sanidad, como detalló este periódico en sendas investigaciones sobre los firmados en 2017 y 2018 sobre el abuso generalizado de este tipo de contratos. En la Comunidad de Madrid, no obstante, la cartera de Sanidad acumula el 94% de los contratos menores.

La Consejería de Sanidad del Gobierno madrileño ha aclarado a este periódico que no ha adjudicado esos contratos de los que habla la información. "Son los hospitales del Servicio Madrileño de Salud los que, en virtud de su autonomía de gestión, pueden optar por utilizar unos u otros modelos de concurso o contrato, siempre dentro de la normativa", aclaran fuentes de la Consejería.

La Consejería justifica, no obstante, que la asistencia sanitaria exige la adquisición de determinados fármacos "de forma casi inmediata" y que los centros no cuentan en muchos casos con stock porque supondría "mayor coste de almacenaje y gestión". Además, la Consejería aduce que en torno al 70% de los fármacos de uso hospitalario tienen la patente de un único laboratorio y no es "legalmente obligatorio" recurrir a "fórmulas administrativas más complejas y que, sobre todo, requieren mayores plazos de tiempo para la adquisición del fármaco".

Sobre los precios, las fuentes de la Consejería explican que los hospitales disponen de un Observatorio de Precios para medicamentos exclusivos, por lo que tienen información "para obtener un precio igual o similar" cuando  no hay un precio "acordado globalmente para el Sistema Nacional de Salud o para el Servicio Madrileño de Salud".

 

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