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Cistitis: 10 claves para que no te arruine el verano

La cistitis, más frecuente en verano, afecta hasta dos veces más a mujeres; hay varias medidas básicas de prevención

Cistitis: 10 claves para que no te arruine el verano.

Con el verano aparecen una serie de enfermedades que son más recurrentes que otras, una de ellas es la temida cistitis, es decir, la infección de la orina en la vejiga. ¿Podría la cistitis estropearte una semana de vacaciones? Perfectamente. Sobre todo si eres mujer: afecta dos veces más a ellas que a ellos. ¿Podrías tener una cistitis en verano con mayor probabilidad que en invierno? También. Hay algunos factores de riesgo que cobran más importancia en verano como la deshidratación, la humedad, el agua de las piscinas o los cambios en la actividad sexual.

Por ello, es importante saber cuáles son los síntomas para ir al médico cuanto antes (la cistitis es una enfermedad con muy buen pronóstico) y hacer caso a las recomendaciones para evitarla y prevenirla. O al menos hacer todo lo posible.

1. El 50% de las mujeres tendrá, al menos, una infección

Las cistitis o infección de las vías bajas (vejiga y uretra) representa el 90% de todas las infecciones urinarias (ITU) en la mujer. “El 50% de las mujeres tendrá una ITU a lo largo de su vida y el 90% de las veces será una cistitis”, afirma a El Independiente Gema del Pozo, uróloga del Servicio de Urología del Hospital Universitario HM Torrelodones, aludiendo a datos del Centro de Información de la Cistitis. Además, si contabilizamos solo el último año, el 30% de las mujeres habrá tenido un episodio de cistitis en los últimos 12 meses.“En mujeres adultas, la incidencia de infecciones urinarias depende de “la edad, de la actividad sexual y del método anticonceptivo que utilice”, informa la uróloga.

Las infecciones bacterianas provocadas por la colonización de las vías urinarias aumentan en verano

En hombres, la incidencia es mucho menor y sólo tienen dos picos de mayor recurrencia: durante el primer año de vida (que suelen ser más frecuentes en niños que en niñas) y traspasada la barrera de los 50 años, algo que va relacionado con los problemas de próstata. Especialmente, a partir de los 65 años. Según apunta esta profesional, “la prevalencia de infecciones de tracto urinario en hombres sanos de 70 años es de un 3,5%”.

El 90% de las infecciones de orina están provocado por una bacteria del tracto intestinal llamada Escherichia coli (E.coli) que de forma común se encuentra en el en el tracto gastrointestinal. “Las infecciones bacterianas provocadas por la colonización de las vías urinarias por parte de esta bacteria aumentan en verano, según se expuso en una revisión de estudios publicada en la revista Plos One”, expone Del Pozo.

2. Ganas de orinar constantemente, el síntoma principal

Los síntomas más frecuentes de la cistitis son: picor y escozor al orinar, deseo de micción frecuente y en ocasiones con escaso volumen de orina, sensación de no vaciar completamente la vejiga. “Estos síntomas reciben el nombre de síndrome cistítico”, explica María Velasco Arribas, infectóloga de la sección de Infecciosas del Hospital Universitario Fundación Alcorcón (HUFA).

Además, puede aparecer dolor o malestar en la zona baja del abdomen (vientre), y en ocasiones tinción rojiza de la orina por sangrado. Si los síntomas duran más de 24 horas, mejor acudir, cuanto antes, al médico de Atención Primaria.

3. Si además tienes fiebre y escalofríos, ve a urgencias

Otros síntomas con los que suele cursar la cistitis pueden ser fiebre (temperatura superior a 37,7º C) y escalofríos. Si esto es es así, es un signo de que “la infección ha progresado hasta el riñón y se debe consultar con el médico de Atención Primaria cuanto antes”, afirma Velasco. Por ello, en el caso de tener estos síntomas (además del llamado síndrome cistítico) es recomendable acudir a un servicios de urgencias.

4. Haber tenido relaciones sexuales, un factor de riesgo

Uno de los factores de riesgo para propiciar la infección es haber tenido relaciones sexuales de forma reciente, la frecuencia y número de relaciones. Tal es así que en el caso de las mujeres, “el pico de incidencia de infecciones no complicadas del tracto urinario bajo se observa entre los 16 y los 30 años, coincidiendo con el inicio de la actividad sexual”, afirma Velasco, aludiendo a los datos publicados por la Asociación Española de Urología.

Además, añade que, en la actualidad, se observa un incremento en la frecuencia de infecciones urinarias entre los 40 y los 50 años, coincidiendo con un cambio de pareja y relacionado con un nuevo incremento en la actividad sexual.

El pico de incidencia de infecciones se observa entre los 16 y los 30 años, coincidiendo con el inicio de la actividad sexual.

También los hombres pueden tener infecciones urinarias relacionadas con el sexo, sobre todo, por el sexo anal. Pero ni la cistitis ni cualquier otra infección de orina se trasmiten por vía sexual, aunque sí las favorecen. Por todo ello, se recomienda, tanto en hombres como en mujeres, un buen lavado de la zona íntima y orinar antes e inmediatamente después del coito.

5. No tengas el bañador mojado mucho tiempo

“La subida de las temperaturas es junto con la humedad y la deshidratación, una de las variables fundamentales en la proliferación de estas infecciones durante el verano que, en el caso de Europa, alcanzan su máximo en el mes de agosto”, informa Del Pozo. Por ello, es importante evitar la humedad lo máximo posible: no tengas el bañador mojado mucho tiempo, mejor cambiártelo, más aún si eres una persona propensa a este tipo de infecciones.

Otros de los factores que pueden desencadenar una infección en la orina son la edad, la menopausia o el embarazo, la diabetes, alteración en la flora, problemas de próstata, sufrir retenciones de orina, una mala higiene, falta de hidratación o el estreñimiento.

6. El tratamiento fundamental (y convencional): el antibiótico

Los antibióticos son la primera línea de tratamiento para la cistitis causada por bacterias. Según explica la uróloga, si la infección aparece por primera vez, los síntomas suelen mejorar de forma significativa en un día aproximadamente con antibioterapia. La duración de tratamiento varía entre tres días a una semana, según la gravedad de la infección y la presencia de factores de riesgo.

“Hay otras alteraciones como la sequedad vaginal, los hongos vaginales o las alteraciones mecánicas de la vejiga de la orina que pueden presentar unos síntomas parecidos Es importante distinguir si se trata de una cistitis o no para evitar el consumo inadecuado de antibióticos”, comenta Velasco.

7. ¿Es la primera vez que sufres cistitis o la has tenido más veces?

Si una mujer ha tenido una infección de orina, la probabilidad de volver a tener un segundo episodio es de 20%. Los factores pueden ser: resistencia a antibióticos, una mala higiene vaginal o no haberse curado correctamente de la cistitis anterior. El 12% de las mujeres tendrá lo que se llama cistitis de repetición, es decir, tendrá más de dos infecciones al año.

Si las infecciones se hacen muy frecuentes se puede proponer la vacuna bacteriana.

Si las infecciones del tracto urinario son recurrentes, explica Del Pozo, es posible recomendar un tratamiento más largo con antibióticos o pautar una sola dosis de antibiótico postcoital en caso de asociarse con las relaciones sexuales. Por el contrario, añade que “si las infecciones se hacen muy frecuentes y no tienen tanta relación con el coito se puede proponer la vacuna bacteriana. Actualmente, solo se puede pautar la autovacuna, creada a a partir de las cepas bacterianas obtenidas con el propio urocultivo del paciente. Suelen ser vacunas inhaladas bien toleradas con eficacia diversa según el paciente”.

8. Lo más importante: 8 recomendaciones para prevenirla

  • Bebe mucha agua. Al menos dos litros diarios para eliminar más rápido las bacterias que colonizan el aparato urinario.
  • Es importante ir al baño a orinar cada 2-3 horas. El crecimiento bacteriano es mayor cuando la orina permanece en la vejiga. 
  • Orinar antes y después de las relaciones sexuales de forma que las bacterias que hayan podido penetrar en la uretra se arrastren hacia el exterior.
  • Higiene íntima de delante hacia atrás, para evitar la contaminación en caso de las mujeres. La anatomía de la mujer (uretra muy corta y cercana al orificio anal) favorece el paso de gérmenes a la vejiga, provocando la infección.
  • Es importante mantener la zona íntima limpia y seca. Utiliza ropa interior de algodón y no de nylon para favorecer la transpiración y evitar la humedad. No mantener la ropa de baño mojada largo tiempo.
  • Durante las menstruaciones, cambiarse frecuentemente las compresas y los tampones, sin abusar de los últimos.
  • Evitar el estreñimiento y no retardar la evacuación de las heces para que los gérmenes no puedan colonizar los tejidos cercanos al tracto urinario. 
  • Tomar arándano rojo en pastillas ya preparadas o bien en zumo. Los arándanos acidifican la orina y por tanto dificultan el crecimiento de las bacterias en la vejiga. Además, disminuyen la facilidad de las bacterias de adherirse a las células de la pared de la vejiga urinaria dificultando por tanto su infección.

 

9. La cistitis no se ‘coge’ en los baños públicos

Existe una leyenda urbana de que las infecciones de orina se pueden coger, también, en baños públicos. Pero nada de eso. Sólo sería si posible si ponemos en contacto los genitales directamente con el váter.

Váter portátil Pxhere

10. La cistitis infantil: conoce los síntomas en los niños

En el caso de los más pequeños, según datos de la Asociación Española de Pediatría (AEP) la infección de orina supone una de las infecciones más frecuentes en Pediatría. Según documentos de esta asociación, “el 8-10% de las niñas y el 2-3% de los niños tendrán una infección del tracto urinario (con síntomas) antes de los siete años de edad, siendo más frecuente en varones en los primeros tres meses de vida y produciéndose un incremento progresivo con predominio de niñas a partir del año de vida”.
Los síntomas en los recién nacidos y lactantes puede manifestarse con fiebre, vómitos o escasa ganancia de peso y es más difícil de diagnosticar. Después, y según indica la AEP, los síntomas son más claros: molestias al orinar, micciones frecuentes de cantidad escasa y dolor en la parte baja del abdomen o en la región lumbar con fiebre elevada. Igual que en los adultos, los pequeños necesitarán un tratamiento con antibiótico. Es mejor tratar correctamente la infección, si no, podría volver a repetirse.

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