Si se dice que los españoles tenemos fama de dejarlo todo para el último momento, hacer la maleta es uno de los que se lleva la palma. Lo saben bien quienes suelen tener más dificultades para planificar pero a todos nos ha pasado alguna vez, acabar echando una cosa encima de otra y sentándonos encima de la maleta para intentar que cierre.
Las consecuencias de hacer una maleta a la carrera suelen fastidiarnos cuando estamos de viaje
Sin embargo, las consecuencias de hacer una maleta a la carrera suelen fastidiarnos cuando estamos de viaje. Porque nos faltan unas cosas y nos sobran otras, porque cargamos con más peso del que deberíamos y normalmente no hemos dejado ni un hueco para las compras que siempre acabamos haciendo en el destino. Así que para evitarlo, dos expertas en organización nos dan sus consejos para hacer una maleta perfecta este verano.
1. Hacer una lista
Para hacer una maleta, hace falta papel y boli. Para organizarnos – y más si nos toca hacer la maleta de más de un miembro de la familia – hay que apuntar tanto el número de días que vamos a estar fuera como los planes que tenemos previsto realizar. “No es lo mismo ir a la playa que a la montaña o de turismo por ciudades. En función de eso haremos conjuntos y hay que jugar con los básicos y los complementos. No hay que llevar un conjunto completo nuevo para cada día”, apunta María Gallay, autora de El poder del orden.
2. Básicos sí, “por si acasos” no
Blanco, negro, vaquero y tonos tierra. Son las cuatro tonalidades estrella que deben primar en la maleta, según Ohiane Cantabrana, autora del blog Ordenatrix. “Recomiendo empezar la maleta por la ropa interior, una para cada día hasta siete, a partir de ese número podemos lavar en el destino, y después los diferentes conjuntos, aprovechando los básicos que utilizaremos en más de una ocasión”.
Ambas organizadoras rehúyen de meter cosas “por si acaso”. “Hay que evitarlos, es importante hacer memoria sobre lo que nos pasó la última vez. Qué nos llevamos de vuelta sin habérnoslo puesto. La ropa tiene que darnos un servicio pero no ser una carga, ni física ni mental, hay que descansar también de esto y evitar ir como caracoles con la casa a cuestas”, sugiere Gallay.
A cuestas con lo abrigado sí podemos ir, si viajamos en avión porque lo más recomendable es llevarlo puesto. “El aire acondicionado suele estar muy fuerte y es nuestra oportunidad para ponernos el calzado cerrado, los pantalones vaqueros y la chaqueta que llevamos por si refresca. Pero sólo si vamos en avión, nada de hacer lo mismo si viajamos en coche”, avisa Cantabrana.
3. Bolsas o compartimentos aparte
Los zapatos, los complementos e incluso los diferentes tipos de prendas pueden ir en bolsas separadas, que nos ayuden a encontrarlos y organizarlos. “Si nos vamos por menos de 15 días, lo ideal es llevar botes de los productos de aseo pequeños para ahorrar espacio. Si vamos más de una quincena, es mejor comprar los productos en el destino – si es posible – y llevarlos de vuelta a casa”, afirma Cantabrana.
Las bolsas son aún más importantes si compartimos maleta con otra persona y Gallay recomienda también “llevar bolsas de sobra para lo que nos vaya haciendo falta una vez allí”.
4. Cómo doblar y en qué orden meter
Hay varios métodos de doblado eficiente y por cada uno de ellos se pueden encontrar muchos vídeos en youtube. Gallay apuesta por el doblado vertical – que hizo famoso la gurú japonesa del orden Marie Kondo – y afirma que con este método “da igual el orden en el que vayamos introduciendo las prendas, aunque mejor colocar del lado de las ruedas de la maleta lo que menos se arrugue”.
Para luchar contra las arrugas, que van a aparecer casi sin remedio, Gallay apuesta por un sencillo truco: “Colocar la prenda en una percha mientras nos duchamos para alisarla un poco”.
Cantabrana apuesta por el método de los rollitos para doblar la ropa y por empezar metiendo la ropa interior. “Si llevamos calzado cerrado, podemos meter la ropa interior en bolsitas dentro de los zapatos; si no, lo primero ya que las maletas suelen tener pequeños huecos que hace el armazón y en los que se pueden encajar.
Cantabrana apuesta por doblar en rollitos y Gallay por el doblado vertical de Marie Kondo
Los rollitos que recomienda Cantabrana se hacen, simplemente, enrollando la ropa en lugar de doblarla y facilitan, asegura la organizadora, que ocupen el menor espacio posible: “En rollos, la ropa no se arruga más que doblada de cualquier otra manera y se puede colocar en una o dos filas en la maleta. Por encima, colocamos el calzado, el neceser y otros objetos que llevemos”.
5. Si se puede, vaciar la maleta en el destino
Aunque el viaje sea de pocos días, Gallay recomienda siempre vaciarla al llegar. “Compensa porque ser ordenado en la maleta es muy difícil, estamos continuamente sacando y metiendo cosas y mezclamos lo utilizado con lo limpio. Sacarlo y doblarlo en perchas si es posible es mucho mejor”.
Ordenatrix añade que la ropa “no se arruga tanto en función de cómo la dobles sino del tiempo que permanece doblada, por lo que si la sacas nada más llegar, estará en mejores condiciones que días después”.
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