Hay muchas formas de plantearse la vuelta al trabajo. O lamentándose de la depresión postvacacional (aunque no exista) o buscando nuevos retos profesionales. Porque, además, septiembre es un buen momento para dar nuevos pasos profesionales. Tal como explica David Ortega, coordinador académico del Máster Universitario en Dirección y Gestión de Recursos Humanos de la Universidad a Distancia de La Rioja (UNIR), "es un gran momento para la autorreflexión, para ver qué queremos hacer profesionalmente, puesto que estamos más descansados, relajados y se dispone de más tiempo".
"Es un buen momento para plantear 'donde estoy, de dónde vengo y dónde quiero estar'", indica Ortega, que indica que cada vez más compañías aprovechan el verano para abordar a candidatos a los que puede ver de forma más relajada. Es en esta vuelta de verano cuando muchas empresas se plantean de nuevo la búsqueda de candidatos que habían dejado aparcada en verano o que necesitarán para conseguir sus objetivos de cara a final de año.
Pedir un aumento (u otra mejora laboral)
Si uno está contento en la empresa y quiere mejorar posiciones dentro de la misma, lo primero que debe buscar es, a juicio de Ortega, "la complicidad con el jefe inmediato". "Para pedir una mejora lo primero es hacer una puesta en común de las expectativas de ambas partes y los planes de futuro tanto del empleado como de la empresa", apunta el experto.
"Como empleado, uno no puede permanecer pasivo, siempre debe pensar adónde quiere ir y esa es una reflexión idónea para el mes de septiembre", explica Ortega, que añade que "en muchas ocasiones es el salario lo que hace a uno replantearse el trabajo, pero en otros y cada vez más es la necesidad de más tiempo disponible o la sensación de estar estancado la que pone en acción al trabajador".
Por ello, el experto propone una estrategia en tres pasos:
- Reflexión personal de cómo estás, cómo has llegado hasta aquí y cómo y dónde quieres estar en cinco años.
- Comunicarse de forma fluida y transparente con el responsable directo. Pedir sentarse con él - si es un buen líder lo hará - para conciliar necesidades y expectativas y plantear la acción. "No se puede hacer la estrategia sin él", incide Ortega.
- Si se observa que no se siente valorado o escuchado, ahí quizás la mejor opción sea buscar otra salida.
Buscar nuevas oportunidades laborales
Tanto si la conclusión es que se quiere cambiar de trabajo como si se parte de una situación de desempleo, hay que tener claro que "buscar trabajo es ya de por sí un trabajo", advierte Ortega, que aconseja pensar primero hasta tener claro dónde buscar. "Dependerá del sector, pero lo cierto es que los métodos han cambiado radicalmente en los últimos años. Sólo el 20% de las ofertas llegan a publicarse en algún medio, el resto se gestiona de forma interna", añade.
De ahí la importancia del ya conocido networking o el fomento de una red de contactos profesionales que ayuden a estar presente en el mercado. Además, el experto recomienda tener un buen perfil en Linkedin y un buen curriculum, trabajado y adaptado al sector. "Tenemos que trabajar la reputación digital, hay que tener mucho cuidado con la imagen que se da en redes. Si antes teníamos que cuidar la imagen en la entrevista de trabajo, ahora eso es solo una pequeña parte ya que los reclutadores hacen el rastreo de los candidatos en redes sociales", añade Ortega.
El experto alerta de los errores a evitar en el perfil profesional y la información que subimos a internet:
- Tener pocos contactos o seguidores no es garantía de que lo que subamos pueda llegar a viralizarse.
- Creer que lo que ponemos es volátil cuando lo que se escribe en redes permanece.
- Tener el perfil abandonado, sin fotografía o sin actualizar.
- Enviar curriculums de forma indiscriminada, sin adaptarlos a la empresa que lo va a recibir.
- Escribir sin cuidar la ortografía o mentir.
Una buena estrategia personal
Para cualquiera de las dos opciones, o aunque no queramos cambiar de posición laboral, el experto propone una estrategia en siete pasos que se puede comenzar ya mismo para dejar de lado la depresión postvacacional y empezar a sentirnos productivos tras el fin de las vacaciones.
- Evaluar la estrategia seguida hasta el momento, si ha funcionado o no, para ver si hay que cambiarla.
- Trabajar la autoestima. "Ir con sentimientos negativos es garantía de fracaso", afirma Ortega.
- Trabajar la resiliencia, que es la capacidad para superar las circunstancias adversas y mantenerse motivado.
- Hacer networking. "Del bueno, no aceptando todos los contactos sin filtro", apunta el experto.
- Ver cómo fomentar la relación con los contactos, tanto reales como virtuales.
- Mejorar el curriculum.
- Si tengo claro el cambio, ponerlo en marcha.
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