El número de fallecidos por el Covid-19 se ha convertido en uno de los principales debates políticos en España, donde el Gobierno mantiene las cifras oficiales en algo más de 28.000, mientras partidos de la oposición y mensajes en redes sociales hablan de 40.000 a 50.000 muertos a partir de los datos de sobremortalidad registrados desde mediados de marzo.
"Todos los telediarios hablando de un tipo que ha disparado a unos folios de papel; de los 50.000 muertos ya no se habla". "Al menos 40.000 muertos que el Gobierno inútil y negligente oculta". "Un Gobierno corrupto que oculta datos y muertos, existen más de 15.000 desparecidos en tu conciencia". Estos son algunos de los mensajes que circulan en Facebook y Twitter y que se suman a acusaciones similares lanzadas desde el PP y Vox.
A falta de saber cuál será el número definitivo de muertos por Covid-19, el Ministerio de Sanidad suma los datos aportados por las Comunidades Autónomas sobre fallecidos que han sido diagnosticados de Covid-19, mientras que la cifra de más de 40.000 procede de un sistema de monitorización que mide datos de desviación de mortalidad "por todas las causas" respecto a la esperada según series históricas.
Sufrir patologías previas, evitar acudir al médico en los momentos más críticos de la pandemia y la mayor vulnerabilidad de las personas en riesgo cuando hay un confinamiento podrían ayudar a explicar el desfase entre el número de muertos registrado por Sanidad y la sobremortalidad contabilizada por el denominado Sistema MoMo.
Este sistema depende también del Gobierno. Se trata del Sistema de Monitorización de la Mortalidad Diaria (MoMo) que gestiona el Centro Nacional de Epidemiología de Instituto de Salud Carlos III, adscrito al Ministerio de Ciencia. Desde 2004, cuando se detectan desviaciones significativas de la mortalidad, se comunican a Sanidad por si es necesario activar medidas de control.
Un sistema para prevenir horas de calor
¿Cómo funciona el Sistema MoMo?. Para los años anteriores a 2016, utiliza datos de mortalidad diaria por todas las causas procedentes del Instituto Nacional de Estadística (INE). En el caso de los datos recientes, se obtienen diariamente del Registro General de Registros Civiles y Notariados del Ministerio de Justicia y, en particular, de los 3.820 registros civiles informatizados.
A partir de esos datos, el Sistema MoMo, puesto en marcha en su día gracias al propio Fernando Simón para conocer anticipadamente el impacto sobre la salud de las olas de calor, permite ver la evolución del número de defunciones diarias registradas frente a las defunciones esperadas junto al número de días consecutivos observados con exceso de mortalidad y su magnitud.
Son 43.000 muertes de las que no se precisa la causa
A finales del mes pasado, este sistema sirvió para constatar que había en España un "exceso de mortalidad" entre los días "13 de marzo y 22 de mayo" superior a 43.000 fallecidos. El último Informe MoMo conocido hasta ahora, el que refleja los datos existentes el pasado domingo 14, cifraba en 43.340 personas la sobremortalidad registrada en ese periodo de algo más de dos meses.
Ese periodo del 13 de marzo al 22 de mayo coincide con la etapa más dura de la crisis sanitaria por el Covid-19, pero el sistema muestra el "exceso de mortalidad" en esas 10 semanas sin especificar las causas concretas de las muertes, por lo que no se pueden atribuir íntegramente al coronavirus sin más datos.
A este cálculo de sobremortalidad se sumó otro nuevo el pasado día 3: una "estadística experimental" del INE sobre "Estimación de Defunciones Semanales durante el brote de Covid-19" que calculaba en una cifra superior a 48.000 el exceso de muertes entre la segunda semana de marzo y la segunda de mayo sobre lo esperado a partir de los datos de 2019.
Fuentes del Instituto de Salud Carlos III consultadas por Efe subrayan que de los datos del Sistema MoMo no se pueden extraer conclusiones sobre las causas de los fallecimientos, pero pueden incluir muertes directas por Covid-19 y también por otras patologías previas, por reticencia o retraso al acudir al sistema sanitario -para evitar su saturación o por miedo a un contagio- y por mayor vulnerabilidad de personas en riesgo cuando hay un confinamiento.
Según las mismas fuentes, es lógico pensar que muchos de los fallecimientos computados en este exceso de mortalidad pueden atribuirse al coronavirus. Y, además, puede haber pacientes que murieron por empeoramiento de otra enfermedad a causa de la Covid-19 y enfermos con otras afecciones que fallecieron por tardar en ir al médico.
Por todo ello, una combinación de la información de vigilancia, las estadísticas del INE y los cálculos del Sistema MoMo permitirán determinar de forma más adecuada los efectos de la pandemia en la mortalidad española de estos meses, precisan las fuentes del Instituto de Salud Carlos III.
El recuento de Sanidad
Este viernes, el director del Centro de Coordinación de Alertas y Emergencias Sanitarias, Fernando Simón, ha cifrado en 28.313 los muertos por la pandemia en España, tras actualizar un dato que permanecía congelado desde hacía 12 días. Horas después, Sanidad ha actualizado la cifra a 28.315 para incorporar a dos nuevos fallecidos.
¿Por qué se había congelado la cifra oficial de muertos por Covid-19? Para permitir que, mientras, las Comunidades Autónomas terminaran de validar de forma individualizada sus datos con el fin de corregir sus series y eliminar duplicados tras la puesta en marcha de la nueva estrategia de diagnóstico, vigilancia y control de la pandemia que entró en vigor el 11 de mayo.
Con el nuevo sistema, las Comunidades ubican a los fallecidos en sus series por la fecha de defunción, no por la de notificación, y los datos más relevantes que se incluyen a diario son el número de nuevos casos por fecha de inicio de síntomas en los últimos siete y catorce días, así como los fallecidos con fecha de defunción en los últimos siete días.
Las cifras de Sanidad solo se refieren, como hasta ahora, a las personas que han perdido la vida con un diagnóstico positivo de coronavirus confirmado mediante PCR. Y, aunque el ministerio asume que esos muertos fallecen por COVID-19, "algunos, pocos casos, pueden fallecer por otras causas", según puntualiza Simón.
Por este motivo, el cómputo de Sanidad no coincide con la mera suma de los datos globales que facilitan por su lado las comunidades y que rondaría las 40.000 muertes; y es que algunas incluyen en sus propios balances a las personas que han fallecido con síntomas compatibles pero no confirmados o los sospechosos.
¿Por qué fallecieron esos 15.000?
La cifra anunciada este viernes como oficial supone el 65% de la sobremortalidad del Sistema MoMo, con lo que faltaría por determinar el motivo de defunción de unas 15.000 personas; Simón ha admitido que el porcentaje de esta cifra directamente relacionado con el coronavirus no va a ser "nada desdeñable", pero no se ha aventurado a calcularlo.
Bien directamente "porque la infección haya podido afectar a la salud" o "indirectamente porque la epidemia ha hecho que algunas personas no vayan a hospitales", el coronavirus "ha podido participar en ese exceso de mortandad" como "causa inicial primaria o como causa subyacente o contribuyente secundaria", ha precisado, antes de insistir: "Está en el aire la sospecha de que tiene algo que ver directa o indirectamente, eso está claro".
En todo caso, el pasado día 5, Simón afirmaba que, cuando se terminaran de corregir las series de datos autonómicos, era "muy posible" que el numero de muertes en España por Covid-19 oscilara "entre 28.000 y 29.000", por lo que consideraba "poco sensato" que la sobremortalidad de unos 43.000 fallecimiento más de los esperados que reflejaba el Sistema MoMo se atribuyera directamente al coronavirus.
La OMS cambia el criterio de los recuentos
Tras las interpretaciones maximalistas de los datos de sobremortalidad del Sistema MoMo, las cifras oficiales de fallecimientos por coronavirus en España han sido también cuestionadas a raíz de las nuevas recomendaciones de la Organización Mundial de la Salud (OMS) para computar muertes a causa de la Covid-19.
Hasta la semana pasada, el ministro de Sanidad, Salvador Illa, insistía en que el recuento que se sigue en España se ajusta a los protocolos europeos -los del Centro Europeo para la Prevención y el Control e Enfermedades (ECDC)-, que, a su vez, se rigen por las directrices de la OMS: La persona que da diagnóstico positivo por Covid-19 y muere es computada como fallecida por coronavirus.
Pero el domingo 7 de junio la OMS publicó un documento para ayudar a identificar a los fallecidos por la pandemia en el que aconseja contabilizar como tales también a aquellos de los que se sospecha de forma certera que el coronavirus ha contribuido a su muerte sin otra enfermedad que la explique, aunque no haya confirmación con una prueba de laboratorio.
Por el contrario, cuando otra enfermedad pueda explicar el fallecimiento, aunque esa persona haya dado positivo por coronavirus, la Organización Mundial de la Salud pide ahora no computarla entre las muertes por Covid-19.
Del mismo modo, el ECDC de la Unión Europea se remite expresamente en su web a la definición de la OMS y recomienda identificar como una muerte por coronavirus a los fallecimientos por casos de Covid-19 confirmados o "probables", a menos que el paciente sufriera otra enfermedad que explicara de forma clara la defunción.
La OMS corrige sus cifras sobre España
Al día siguiente de la publicación del documento, Fernando Simón admitió que, tras las nuevas indicaciones de la Organización Mundial de la Salud, España tendrá que "hacer correcciones" en su cómputo de fallecidos por Covid-19, al igual que "todos los países", para "poder hacer comparaciones" entre unos y otros.
Una semana antes, la OMS había publicado además durante varios días cifras totales de fallecimientos por coronavirus en España que superaban en unas 2.700 muertes a las proporcionadas por el Gobierno de Pedro Sánchez, pero acabó por corregir sus cifras para adaptarlas a las del Ejecutivo español.
Así, después de que el 3 de junio la Organización Mundial de la Salud reportara 29.858 muertes por COVID-19 en España, frente a las 27.128 que contabilizaba el Gobierno español, corrigió al día siguiente sus cifras para equipararlas con las 27.940 muertes que publicaba aquel jueves 4 el Ministerio de Sanidad español.
"Hemos corregido los datos en nuestros sistemas para realinear los cálculos de casos y muertes con los de España y emitiremos una fe de erratas en el informe de situación de hoy", declaró entonces a Efe el portavoz de la OMS, Tarik Jasarevic.
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