Sofosbuvir, el conocido tratamiento contra la hepatitis C que en España se comercializa bajo la marca Sovaldi de Gilead, en combinación con daclatasvir, se ha revelado como una prometedora herramienta contra la COVID-19, según un estudio preliminar.
Si hasta la fecha remdesivir y dexametasona son los fármacos que mejores resultados han dado en tratamientos experimentales contra la COVID-19, la combinación de dos fármacos contra la hepatitis C, sofosbuvir y daclatasvir, bajo la marca iraní Sovodak se perfila para entrar en ese selecto grupo.
“El tratamiento se probó en Irán donde la pandemia golpeó a la vez que a Italia y se dio a 176 personas y después de 14 días de tratamiento de sofosbuvir y daclatasvir había superado el virus el 94% frente al 74% del grupo de control”, explica a El Independiente Andrew Hill, investigador de la Universidad de Liverpool y uno de los responsables del proyecto.
El estudio llevado a cabo con pacientes en Irán se está repitiendo a mayor escala y los resultados se esperan para octubre. Anthony Fauci, director del Instituto de Enfermedades Infecciosas de EE.UU se ha hecho eco de los resultados de este estudio que ha calificado como “realmente interesantes, provocativos y alentadores”. Una investigación que ahora se continúa en Brasil, donde hay más pacientes, y en la que participan científicos de Irán y Brasil.
La patente de sofosbuvir pertenece a Gilead, que también posee la de rendesivir. Sin embargo esta investigación se ha realizado al margen de la compañía y con medicamentos genéricos disponibles en países en desarrollo con Pakistán, Irán o Egipto, donde este tratamiento genérico tiene un coste de entre 7 y 14 dólares diarios por paciente. Si se confirman los primeros resultados la producción masiva del fármaco parece asegurada en los países que poseen licencia voluntaria de Gilead para producirlo más barato.
En Europa el tratamiento tendría que arrancar en el precio negociado por Gilead para Sovaldi, el medicamento que ha salvado vidas de enfermos de hepatitis C pero que tiene un alto precio. Empezó en unos 40.000 euros por tratamiento en Europa y ahora estaría en más de 20.000 en España, según el cálculo de CIVIO. Estos precios son estimaciones porque no son públicos, pese a que paga la seguridad social. Gilead que está disparada en bolsa desde que anunció los buenos resultados de remdesivir ha fijado el precio de éste en 2000 euros para un tratamiento de 5 días. “Estamos muy centrados en el mayor acceso posible a nuestro tratamiento”, aseguran a este diario fuentes de la compañía. La empresa ha facilitado licencia voluntaria para fabricar remdesivir en 127 países a un precio de 320 euros el tratamiento, pero no en los países ricos.
No son pocas las voces que se han levantado en España para que se emita lo que se conoce como licencia obligatoria, por la que el legislador permite que un medicamento protegido por patente sea copiado por otro fabricante, normalmente designado por el gobierno para fabricarlo y poder garantizar su suministro a la población. Un movimiento recogido por la Organización Mundial del Comercio en los Aspectos de los Derechos de Propiedad Intelectual relacionados con el Comercio, o ADPIC. Pero es un movimiento que pocos países dan por las dudas legales.
“En España hace falta aclarar este aspecto en la legislación, debe quedar claro que en un contexto excepcional como el que vivimos se pueda hacer uso de estas licencias obligatorias para que quede definido, ya que es por un bien general y sería una medida de carácter temporal”, asegura Fernando Lamata, experto en Salud Pública y Políticas de Salud, ex secretario general del Ministerio de Sanidad y ex consejero de Sanidad y miembro de la Asociación por un Acceso Justo al Medicamento. En este sentido la bajada de precio es considerada por los expertos la mejor herramienta para facilitar el acceso a los medicamentos. “Gilead sólo tendría que cobrar algo más que su coste de fabricación que, según Andrew Hill, es de 9 dólares para un tratamiento de 10 días”.
Andrew Hill en una reciente investigación junto a otros expertos calculó el coste de producción del rendesivir y otros medicamentos que se usan contra la COVID-19. Para Hill la única posibilidad de afrontar la pandemia en países como España es haciendo uso de la licencia obligatoria. “Tendría que hacerlo con remdesivir, porque si se acepta ese precio para un medicamento en medio de la pandemia se crea un mal precedente”, asegura Hill.
Pero este investigador inglés va más allá y asegura que “si se demuestra la efectividad de la combinación de sofosbuvir y daclatasvir España se verá obligada a pedir la licencia obligatoria”. Y recomienda a nuestro país que a la espera de otras medicinas que hay que seguir probando, haga acopio de dosis de remdesivir y dexametasona para el próximo invierno.
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