El Centro para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) de EEUU ha señalado en un comunicado a la transmisión aérea como principal vía de contagio del coronavirus. La información reconoce "una creciente evidencia" de que las partículas infectadas pueden permanecer suspendidas en el aire y desplazarse hasta llegar a otras personas. El CDC propone el uso de purificadores de aire en interiores para reducir la transmisión por aerosoles y mantiene las normas básicas de seguridad.
El número de casos continúa creciendo y la temida segunda ola de contagios parece ser una realidad. Las recomendaciones de la Organización Mundial de la Salud (OMS) son más que conocidas: distancia de seguridad, mascarilla obligatoria, desinfección de manos y mobiliario, limitar las reuniones y salidas... Hay otro tipo de medidas que la institución se niega a sugerir y que muchos científicos respaldan.
Las teorías científicas que sostienen la transmisión del coronavirus por aerosoles son cada vez más numerosas. Su tamaño, más pequeño que el de las gotículas, hace que estas partículas floten en el aire y no caigan al suelo. Este fenómeno se produce en interiores con poca ventilación, uno de los lugares a evitar. La efectividad de la mascarilla en este contexto se reduce ya que estos aerosoles podrían llegar a nuestros ojos. El enfoque respecto a la ventilación como medida preventiva cobra fuerza entre la comunidad científica.
Las estructuras de la superficie se dañan y posteriormente no podrán adherirse a la membrana de la célula para invadir nuestro organismo
Miguel Ángel Bañares químico del Instituto de Catálisis y Petroquímica del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) ha expuesto a El Independiente el proyecto en el que trabaja actualmente. Consiste en la creación de un filtro reactivo que cataliza e inactiva el Covid-19. El virus tiene un recubrimiento que al pasar por el filtro catálico se deteriora por estrés oxidativo. Las estructuras de la superficie se dañan y posteriormente no podrán adherirse a la membrana de la célula para invadir nuestro organismo.
Este tipo de filtro reactivo tiene "la ventaja de que no hay que cambiarlo porque no se va a saturar", algo que otros sí, asegura Bañares. La idea es que esté disponible tanto para "recintos cerrados pequeños como habitaciones, oficinas o coches como para escalas mayores". El proyecto ha conseguido aunar a biólogos y químicos, el equipo de Bañares trabaja en colaboración con el de Antonio Alcamí, virólogo e investigador del CSIC ya que realizan tanto pruebas de catálisis química como de biología molecular.
Actualmente hay más opciones además de los filtros reactivos. La Asociación de Fabricantes de Electrodomésticos (AHAM) de EEUU certifica purificadores de aire para partículas de tabaco, polvo y polen. Las dimensiones de éstas son similares a las que emitimos en las gotas de flugge que pueden albergar virus, lo que nos hace pensar si estos filtros pueden limpiar de Covid-19 el aire. Shelly Miller profesora de Ingeniería Ambiental de la Universidad de Colorado Boulder y Richard Shaughnessy director del Programa de Aire Interior de la Universidad de Tulsa coinciden en que sí las partículas de virus o bacterias son similares a las de tabaco y polvo se filtrarán con éxito.
Mejores filtros en sistemas de ventilación
José Luis Jiménez, profesor de Química en la Universidad de Colorado Boulder, ha publicado en su Twitter un hilo en el que argumenta qué filtros son mejores, por qué y cuáles hay que evitar. Recientemente aseguró que el 75 % de los contagios provendrían de la transmisión por aerosoles.
HEPA
Los filtro HEPA -High Efficiency Particulate Air- atrapan el 99,97% de las partículas mayores de 0,3 micras. Recoge las partículas, las filtra y expulsa el aire limpio. No requiere estar dotado de rayos UV porque ya hace ese efecto y sólo encarece su precio. Los problemas que plantea es que requiere cambiar el filtro periódicamente, lo que se recomienda hacer en el exterior y con las correspondientes medidas de seguridad ya que contendrá partículas de virus. Su precio ronda los 500 euros pero es lo que mejor funciona.
HEPA casero
Es una solución que muy asequible y que según Jiménez puede dar resultado en espacios pequeños como una habitación. Se trata de incorporar filtros MERV13 a un ventilador convencional, también podemos hacerlo en sistemas de aire acondicionado para salas de mayor dimensión u oficinas. Hay que pegar bien el filtro para que no haya fugas de aire alrededor del perímetro y conserve la efectividad.
Rayos UV
Es reactivo y es muy efectivo a la hora de destruir el virus. El coste es muy elevado y requiere un complejo mantenimiento. La instalación tiene que ser llevada a cabo por un profesional cualificado y de no hacerlo correctamente puede resultar muy dañino. Los expertos la recomiendan sólo cuando sea la única posibilidad.
Iones, oxidación y plasmas
Puede ser útiles para eliminar el virus pero lo hace por un proceso de oxidación que puede producir compuestos tóxicos. Éstos suelen ser más abundantes en interior que en exterior. Produce tóxicos potenciales como peróxido y nitroderivados, pero los fabricantes no los detectan en sus estudios porque necesitarían medidores de compuestos orgánicos volátiles más avanzados.
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