Sin casos, casos esporádicos, conglomerado de casos y transmisión comunitaria. Estos son los cuatro escenarios de propagación del coronavirus que dispone la Organización Mundial de la Salud (OMS) para establecer el nivel de importancia que tiene para un territorio contar con un equipo amplio y bien formado de rastreadores. La actuación de estos profesionales, a pesar de ser esencial para "detectar e interrumpir rápidamente las nuevas cadenas de transmisión" en todos ellos, no tiene la misma relevancia en cada uno de estos supuestos.
En un territorio sin contagios, la OMS prevé que "hay que tener listo un equipo bien capacitado para responder a los primeros casos", pero es en los dos siguientes escalones cuando los rastreadores se convierten en indispensables. "Los rastreadores son más esenciales al principio del todo. Si consiguiésemos reducir la enfermedad a eliminarla totalmente, convendría hacer una vigilancia intensiva para que no hubiese ninguna aparición de ningún caso, tanto propio como importado", explica para El Independiente Patricia Guillem, que es catedrática de Epidemiología, Medicina Preventiva y Salud Pública de la Universidad Europea de Valencia
Cuando todavía hay sólo casos esporádicos, como ocurrió al inicio de la pandemia, el rastreo de contactos debe ser "exhaustivo con el fin de interrumpir rápidamente la transmisión", mientras que, si los infectados comienzan a contagiar a gente de su entorno, a lo que la organización llama conglomerados de casos, los rastreadores tienen que trazar las cadenas de infección para reducirlas exclusivamente a esos grupos de contagiados y evitar así que se propague el virus. Esta situación es la que se vivió al inicio de la segunda ola y es el punto al que las comunidades autónomas pretenden volver lo antes posible. Los rastreadores "siempre son más útiles cuando empiezan a aparecer lo que se llaman brotes epidémicos, que serían brotes muy localizados en una persona o grupos de personas pequeños, en los que la identificación y el rastreo es fundamental", advierte esta epidemióloga.
Es en el último supuesto, en transmisión comunitaria, cuando la labor del rastreo, a pesar de seguir siendo esencial, se convierte en una tarea "difícil", tal y como reconoce la OMS. Esta propagación intensa del Covid-19 se da "cuando la reducción de la movilidad no existe, es decir, hay total libertad de movimiento", expone Guillem. No obstante, el organismo de la ONU insiste en que "debe efectuarse en la medida de lo posible, centrando la atención en los contactos familiares, el personal sanitario, los establecimientos cerrados de alto riesgo (dormitorios colectivos, centros de reclusión, asilos) y los contactos vulnerables, así como mantener una intensa capacidad de rastreo en zonas donde hay conglomerados pequeños de casos".
Las comunidades autónomas se han enfocado en reforzar sus equipos de trazado de casos desde el inicio de la segunda ola. "La incorporación de los rastreadores tenía que haber llegado durante el punto álgido de la pandemia. Desde el momento en que en febrero y en marzo empezamos a tener casos habría que haber reforzado" el personal, indica Guillem. En agosto, las regiones españolas contaban con unos 6.500 rastreadores, sin contar los de Galicia, que sólo comunicó la cantidad de trabajadores de Salud Pública, Salud Preventiva y Atención Primaria, en lugar del número específico de personal dedicado a la vigilancia de infectados.
Ahora, de acuerdo con los datos que han aportado la mayoría de consejerías de Sanidad a este diario -a la espera de la información actualizada requerida a Cantabria, Castilla y León, Cataluña, Galicia y País Vasco- tienen a su disposición 8.656 profesionales de trazado de casos, además de los sanitarios de Atención Primaria, que colaboran con esta labor. "Sí que se ha llegado tarde, aunque más vale tarde que nunca", declara la catedrática de Epidemiología, Medicina Preventiva y Salud Pública.
Según los datos publicados por medios locales de las comunidades que no han contestado por el momento, a esa cifra se sumarían más de 4.500 'detectives' de los servicios de salud y del Ejército. A principios de noviembre, un total de 2.063 militares de los 6.436 efectivos formados por Defensa operan ya en las autonomías como respuesta a la oferta que realizó el Gobierno para la colaboración de las Fuerzas Armadas dentro de la Operación Baluarte, según informó Europa Press.
"Estaba claro que, después de una primera ola iban a venir posteriores olas, no sabemos si serán dos o si serán tres, pero lo que sí que es importante es contar con esas personas en los equipos de rastreo", aunque la enfermedad se empiece a controlar y empiecen a bajar las cifras, asegura Patricia Guillem. Este es el número de rastreadores con los que cuenta cada comunidad autónoma para afrontar el periodo posterior al pico de la segunda ola, el posible repunte tras las Navidades y el inicio de la tercera ola.
Andalucía
Un total de 953 trabajadores que se destinan exclusivamente a tareas de rastreo en el Servicio Andaluz de Salud -500 más que en agosto-, a los que se suman 240 rastreadores militares cedidos por el Ministerio de Defensa. La Consejería de Salud y Familias de Andalucía indica que "adicionalmente, se dispone de trabajadores en los Centros de Atención Primaria para la realización de rastreos cuando son necesarios y otros que lo realizan en jornada complementaria (enfermeras y médicos) pudiendo llegar a las 8.000 personas dedicadas a rastreo: 2.000 a tiempo parcial y hasta 6.000 que pueden colaborar en jornada complementaria".
Aragón
Esta región cuenta con 271 rastreadores en los equipos de Atención Primaria y 88 militares del Ministerio de Defensa para las labores de trazado de casos. A principios de agosto, Aragón tenía 260 rastreadores.
Asturias
"En Asturias hay un primer nivel de seguimiento de los casos Covid (tanto en la primera ola como en la actual) y es toda la red de Atención Primaria, que está integrada por unos 2.500 profesionales sanitarios. Esta red se ha reforzado con el Sistema de Vigilancia de Contactos Estrechos integrada por 215 personas y por efectivos militares, que en estos momentos son 110", indican desde la Consejería de Salud del Principado. En total, 325 profesionales se encargan exclusivamente de los trabajos de rastreo, frente a los 94 con los que contaba Asturias en agosto.
Baleares
Las islas tienen a su disposición a 240 rastreadores propios y 100 efectivos militares, una cifra que ha crecido desde agosto, cuando había 202 trabajadores.
Canarias
"En Canarias contamos con 660 rastreadores y continuamos formando personal con el objetivo de llegar a 1.000", informan desde Consejería de Sanidad. En agosto, tenían 200 profesionales de los equipos Covid coordinados por los 22 médicos y enfermeros de la Dirección General de Salud Pública.
Cantabria
El 9 de noviembre, el Ministerio de Defensa duplica los efectivos dedicados al trazado de contactos en la comunidad autónoma, que pasaron de 60 a 120. En agosto, Cantabria tenía 87 rastreadores. No hay datos actualizados de cuántos trabajadores propios se dedican en este momento a esta labor.
Castilla-La Mancha
"En estos momentos disponemos de casi 800 rastreadores pertenecientes al propio servicio regional de salud, a los que hay que sumar los aportados por el Ejército, que en este momento son 150", señalan desde la consejería. Asimismo, en breve se sumaran otros 130 más. En agosto disponía de 427.
Castilla y León
Un total de 622 profesionales realizaban las tareas de trazado de casos en Castilla y León en el mes de agosto. Ahora, la comunidad tiene exactamente 758 rastreadores de Salud Pública, según Newall, a los que se suman los 480 militares que aportó el Ejército a inicios del mes de noviembre, tal y como informó El Norte de Castilla.
Cataluña
En verano, Cataluña contaba con 1.556 profesionales, entre los que se encontraban 1.196 gestores en el sistema Covid, 120 scouts de seguimiento de contactos y 240 profesionales de seguimiento epidemiológico del Servicio de Vigilància Epidemiològica de Salut Pública. En este momento, según recoge Metrópoli Abierta, esos dos últimos tipos de trabajadores sumarían ahora 815, entre epidemiólogos rastreadores y los llamados scouts, que se encargan de comprobar si el aislamiento en casa se hace correctamente.
Comunidad de Madrid
En esta región se ha trabajado en la incorporación de un gran número de profesionales desde agosto, cuando sólo disponía de 560 rastreadores contratados. Actualmente, cuenta con 1.600 profesionales, después de que se haya incorporado una tanda de 550 gestores Covid que trabajan directamente desde la Atención Primaria. "Nuestra necesidad está cubierta", afirman fuentes de la Consejería.
Comunidad Valenciana
La Comunidad Valenciana es la región con más rastreadores de España: 2.031, divididos en 1.731 profesionales propios y 300 militares. En agosto tenía 1.210 trabajadores dedicados al trazado de la cadena de contagio.
Extremadura
Esta comunidad dispone de 364 rastreadores, frente a los 320 del mes de agosto.
Galicia
Galicia tiene "más de 700" rastreadores, 180 de ellos provenientes de la Unidad Militar de Emergencias (UME), según El Faro de Vigo. Así lo comunicó el presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo, en noviembre en el Parlamento después de que los medios y los partidos de la oposición solicitasen en reiteradas ocasiones esta información. La Consellería de Sanidade situó en agosto el número de profesionales en 6.108, pero en esta cifra se incluyen los técnicos de servicios centrales y de las jefaturas territoriales de la Dirección General de Salud Pública, los servicios de Preventiva de los hospitales y los de Atención Primaria, además de los operadores de la plataforma tecnológica de seguimiento de contactos. Por lo tanto, estos más de 6.000 trabajadores no se dedicarían exclusivamente a funciones de rastreo.
La Rioja
La Rioja en agosto era la segunda comunidad autónoma con el ratio más alto de rastreadores por cada 100.000 habitantes (26,9), sólo por detrás de Extremadura (30). Entonces tenía a su disposición 85 profesionales; ahora, 134.
Murcia
Murcia, que en verano tenía la tasa más baja de rastreadores de España, con 3 profesionales por cada 100.000 habitantes, ha multiplicado casi por nueve las personas dedicadas a esta labor, por lo que ahora cuenta con 425.
Navarra
Navarra, especialmente afectada por esta segunda ola, dispone en este momento de 286, en comparación con los 148 de agosto. El equipo de rastreo de Navarra está formado por 116 profesionales del SNS-O (Servicio Navarro de Salud- Osasunbidea), además de la reciente incorporación de 30 nuevos profesionales, que trabajan a jornada completa. A estos profesionales hay que sumar 30 rastreadores más aportados por el Ministerio de Defensa y 110 profesionales que se van incorporando según el requerimiento de rastreo que exista en cada momento.
País Vasco
Euskadi informó a mediados de octubre de que el número de rastreadores con los que contaba ascendía a 375, más del doble de los que tenía en agosto (180), tal y como informó El Correo.
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