La pandemia ha reeditado el perfil de los influencers. Ya no tienen que ser atractivos o jóvenes, ni siquiera tienen que vestir bien y algunos de ellos no tienen redes sociales. Un virus, el SARS-CoV-2​, ha llevado al público objetivo a fijarse en elementos inmateriales. El carisma, el conocimiento o la capacidad de comunicar de manera efectiva es lo que se lleva ahora.

El panorama de personas influyentes en España ha cambiado en el último año. Dulceida, María Pombo o Álvaro Mel han sido apartados de su trono, no por seguidores pero sí por autoridad, por señoras y señores adultos, con una gran reputación en su área de trabajo, el sector sanitario. Aunque a veces transmitiesen datos o hipótesis ajenos a sus campos de especialización, la superficialidad de los influencers tradicionales -si es que un influencer puede ser ya tradicional- sucumbió al conocimiento.

Los indicios que aportaban de un virus desconocido marcaban las líneas de opinión de la población e incluso de los medios de comunicación, que se han servido de sus declaraciones más sonadas para mejorar sus audiencias. El cirujano Pedro Cavadas le dio a El Hormiguero 3.596.000 espectadores y un 23,1% de cuota de pantalla, su tercera mejor cuota histórica.

Algunos de estos sanitarios han sido quienes se han enfrentado a la desinformación que irrumpió con las primeras noticias que se publicaron España acerca de una extraña neumonía china y que todavía colea, aunque muy mermada, un año después del estado de alarma. Otros, han sido autores indirectos de fake news al dar con sus declaraciones titulares que han recorrido sin control las redes sociales.

Fernando Simón

El director del Centro de Coordinación de Alertas y Emergencias Sanitarias ha ocupado el lugar de 'epidemiólogo en jefe' durante esta pandemia. Ha sido quien, desde el púlpito del Gobierno, analizaba los datos diarios de coronavirus y quien explicaba por qué se iban tomando ciertas decisiones que a veces parecía que llegaban tarde, otras parecían exageradas e incluso en ocasiones se aceptaban.

Fernando Simón apareció en las pantallas en enero de 2020. Un hombre de mediana edad, con el pelo canoso y con la voz y el aspecto de una persona agorada. El epidemiólogo, especialmente al principio de la crisis del Covid, se convirtió casi en un fenómeno de masas: se hicieron camisetas, memes, murales, Funkos e incluso tatuajes en honor del zaragozano. Con el paso de los meses y la fatiga que causa la pandemia en la población, el personaje se ha ido desinflando y se ha quedado el experto.

Para la memoria colectiva quedarán sus frases más polémicas, como "España no va tener, como mucho, más allá de algún caso diagnosticado", "la variante, en el caso de tener algún impacto, será un impacto marginal" o "no es necesario que la población use mascarillas", y las batallas que ha abierto en sus ruedas de prensa con el sector turístico, la cultura e incluso las enfermeras.

Antonio Zapatero

Si Simón es el rostro de esta crisis a nivel nacional, Antonio Zapatero lo es en Madrid. El exdirector médico del Hospital de Fuenlabrada y del hospital de pandemias instalado en Ifema -antecesor del Zendal-, llegó a la viceconsejería de Salud Pública y Plan Covid-19 en mayo, cuando la población estaba todavía recluida por un confinamiento domiciliario que duró más de tres meses.

Accedió a su puesto gracias a la reorganización que se produjo en la Consejería de Sanidad madrileña cuando la región ya con 15.000 muertes, casi la mitad de ellas en residencias. El hasta entonces director general de coordinación sociosanitaria, Carlos Mur de Víu, fue cesado, y estrenaron cargo Yolanda Fuentes, directora general de salud, y el propio Zapatero. Sigue siendo casi desconocido para la población española, pero es el hombre que ha marcado, junto a Enrique Ruiz Escudero e Isabel Díaz Ayuso, la estrategia epidemiológica de Madrid.

El doctor Pedro Cavadas

Este 'cirujano milagro' ha conseguido convertir en noticia cada una de sus intervenciones. Muy crítico con la gestión sanitaria del Gobierno durante la pandemia, ha cosechado partidarios y detractores. "Mientras ustedes discuten, traigan un técnico para solucionarlo", decía en el tercer programa de El Hormiguero más visto de la historia poco antes de que, en la misma entrevista, cargase contra esos técnicos: "No le conozco [a Fernando Simón], ni ganas que tengo; ni él a mí tampoco".

Su manera de expresarse de forma clara, concisa y directa permitió que los espectadores y los lectores le entendiesen a él, uno de los mejores cirujanos plásticos a nivel mundial, antes que a los sanitarios expertos en el campo de la epidemiología. Se aleja de los tecnicismos y habla a la población de tú a tú. Eso es lo que le ha hecho convertirse en un fenómeno de masas durante la pandemia.

Margarita del Val

Esta viróloga ha sido una de las responsables de que se haya conseguido colocar a los científicos en las portadas de los periódicos y en los informativos. La también química e inmunóloga del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) ha sido durante toda la pandemia una de las profesionales más demandadas por los medios de comunicación por su capacidad de resumir con pasión y rigor años de investigación en sencillas frases que todos, incluso los dirigentes políticos, podían comprender.

Algunos la calificaron de pesimista y le criticaron por ser dura con las laxas medidas que en ocasiones se tomaron. "La cuesta de enero va a ser tremenda porque será con nuestros familiares directamente", aseguraba en Más Vale Tarde antes de que llegase el periodo navideño. Pero esta madrileña ha tenido también palabras de tranquilidad para la población. Ante la lluvia de noticias que se están publicando por los posibles efectos secundarios de la vacuna de Astrazeneca, la mayoría de ellos ya indicados en el documento de advertencias del fármaco, Del Val ha destacado que "cuando se comparan los casos [de trombosis] que coinciden con la vacunación es un número muy inferior".

'Spiriman'

Jesús Candel, conocido en redes sociales como Spiriman, era ya conocido en Andalucía antes de la pandemia por haber liderado con su asociación Justicia por la Sanidad varias protestas multitudinarias contra la política sanitaria de la ex presidenta socialista Susana Díaz. En marzo del año pasado, el Colegio de Médicos de Granada le impuso una suspensión de su ejercicio profesional de 100 días por "cometer cuatro faltas graves" que violaban el Código Deontológico de los estatutos de la institución, aunque posteriormente el Juzgado de lo Contencioso Administrativo número 1 de Granada anuló el castigo por considerar que no se realizó "en debida forma".

Saltó al plantel nacional al protagonizar sonadas broncas al inicio de la pandemia en Sálvame, pero sin duda el momento en el que más relevancia ganó fue cuando en octubre aseguró que "el que se quiere curar de cáncer se cura y el que no, se muere", declaraciones por las que Twitter decidió cerrarle la cuenta. Este médico de urgencias de Granada anunció que le habían diagnosticado un cáncer "muy agresivo y extendido por distintas partes de mi cuerpo", que ahora ha superado, según dice, por su "fuerza interior" y "su capacidad de hacer milagros".

Luis Enjuanes

El director del Laboratorio de Coronavirus del CNB-CSIC es uno de los científicos de referencia a la hora de tratar asuntos Covid en España. Él y si equipo desarrollan una de las tres vacunas del CSIC contra el SARS-CoV-2. Este virólogo dio grandes titulares en sus entrevistas con los medios. Uno de los más sonados, en una entrevista con El Independiente, se centró en la valoración que hizo de la estrategia epidemiológica que estaba llevando a cabo la Comunidad de Madrid en octubre, cuando dijo que "lo de Madrid me parece casi de retraso mental". Luis Enjuanes, de 75 años, aplazó su jubilación para luchar contra un virus que ha dejado hasta el momento en España casi 320.000 contagiados y más de 72.000 muertes.

José Luis Jiménez

Ha sido el hombre de los aerosoles. Cuando la mayoría de ministerios de Sanidad y la propia OMS defendían que lo más importante era desinfectar las superficies y extremar nuestra higiene para eliminar por completo los fómites que propagaban el coronavirus, él promocionó la teoría, ahora preponderante, de que el SARS-CoV-2​ se transmitía a través del aire por aerosoles. Este investigador y profesor de la Universidad de Colorado cambió el enfoque de la llamada nueva normalidad.

El doctor César Carballo

Este médico de urgencias en el Hospital Universitario Ramón Y Cajal ha recorrido en 2020 los platós de todas las televisiones. Desde Espejo Público a El Programa de AR, pasando por La Sexta Noche y Cuarto Milenio. En todos ellos, ha sido especialmente crítico con la gestión de la pandemia que han llevado a cabo los políticos y con Fernando Simón, de quien dijo que era "el gran negacionista de España" y que lo mejor que podía hacer era "irse".

En enero, el portavoz del comité científico que asesora al Gobierno de Canarias en la pandemia, Lluís Serra, le reprochó en Twitter las opiniones que emitía en sus mensajes. "Es un dislate que los especialistas en urgencias opinen sobre medidas de salud pública. ¿Se imaginan que yo opinara sobre los protocolos en urgencias o en intensivos en televisión? ¡Basta ya de cuñaos hablando de la pandemia!", publicó.

Carballo respondió en la misma red social con su currículum: "Además de cuñao, soy médico de Urgencias con 20 años de experiencia, vicepresidente de SEMES Madrid, máster en Gestión de Urgencias y Alta Dirección Hospitalaria, [he] dirigido dos simulacros de catástrofes, he dirigido el protocolo de atención a pacientes con enfermedades de alta letalidad en el hospital de referencia La Paz (con más de 600 pacientes atendidos), he tenido el privilegio de coordinar a 35 profesionales (a lo mejor cuñaos para usted...) referencias a nivel mundial".