Entre el 15 de diciembre y el 20 de enero recibieron la primera dosis de la vacuna del Covid la mitad de los niños españoles de entre cinco y 11 años, para los que está autorizada la vacuna pediátrica de Pfizer. Ese primer período de poco más de un mes y que incluyó las fiestas navideñas se vacunaron 1.654.219 niños, pero desde entonces - han pasado 25 días - solo se han vacunado menos de 200.000, solo un 6%.

La evolución de la vacunación infantil se ralentizó en torno al 50% y este lunes era del 56,3%, una tasa aún lejana del 70% que se marcó como objetivo el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, para la semana del 7 de febrero.

La semana pasada comenzaba también la administración de las segundas dosis para los niños que recibieron la primera en las últimas semanas de diciembre pero lo cierto es que la media de nuevas inyecciones diarias pasó de cerca de 50.000 en las primeras semanas a menos de 8.000 en los últimos 20 días.

Para el pediatra Quique Bassat, epidemiólogo infantil, "varias razones pueden explicar la baja o relativamente baja cobertura vacunal de los niños, por un lado la reticencia de los padres, que tiene que ver con la falta de percepción de que las vacunas son necesarias, porque hemos machacado con que el Covid en los niños es leve o asintomático y por otro lado con la seguridad de las vacunas, pero esto cuando hemos administrado ya cerca de dos millones de dosis en los niños españoles y otros países muchos millones, la falta de datos en seguridad no se aguanta. Tenemos datos de que estas vacunas han sido excelentemente bien toleradas".

El pediatra incide además en que la eficacia de las vacunas "aunque la enfermedad grave sea excepcional, no me gustaría no dar a los padres una herramienta que es segura y de la que se pueden beneficiar". Y añade además los "efectos sutiles" como el Covid persistente o "el síndrome multiinflamatorio sistémico, que con la vacunación podrían evitarse".

No obstante, Bassat cree que la necesidad de esperar ocho semanas después de la infección para vacunarse puede haber ralentizado el avance. "Creo que hay muchos padres que quieren vacunar a sus hijos pero no lo han hecho aún porque están esperando que pasen esas semanas".

Inicio de la desescalada en los colegios

Este estancamiento coincide además con el inicio de la desescalada en los colegios. El pasado jueves fue el primer día en que las mascarillas dejaron de ser obligatorias en el patio del colegio, aunque las primeras horas transcurrieron con bastantes dudas y reticencias.

Este mismo martes, los pediatras a través de la Asociación Española de Pediatría lanzaban un calendario para retirar las mascarillas también desde el interior de las aulas empezando el lunes 28 de febrero. El Grupo de Trabajo de Reapertura de la Escolarización propone que ese último día de febrero lo hagan los de primero y segundo de primaria y dos semanas más tarde, el 14 de marzo, se unirían los de tercero y cuarto de primaria. El último ciclo de primaria, los alumnos de quinto y sexto, se quitarían las mascarillas el 28 de marzo. A partir del lunes 25 de abril, casi un mes después, cuando deberían quitarse el cubrebocas los alumnos de secundaria (ESO) y a partir del lunes 9 de mayo, los alumnos de bachillerato.

Bassat, coordinador del grupo de reescolarización, espera que "con las nuevas propuestas para la escolarización y avanzar un poquito más rápido y vacunar al menos al 70% de los niños".