Descansar durante las vacaciones de verano es necesario para cumplir con todas las tareas cuando se regrese al trabajo. Además, se ha demostrado que tomarnos nuestro tiempo de desconexión en estas vacaciones aumenta nuestra productividad a la vuelta.

Porque sí; hasta hace no demasiado tiempo, estaba mejor considerado el profesional que permanecía conectado a las tareas laborales durante sus vacaciones de verano.

Tanto el cuerpo como la mente necesitan un descanso

Sin embargo, cada vez más, asumimos que desconectar durante el período vacacional es necesario para reponer fuerzas de manera física y mental, y recuperar el ritmo a la vuelta.

Y es que, en ocasiones, tenemos muy presente la necesidad de ser productivos y conseguir objetivos en el trabajo. Incluso de cumplir con las responsabilidades familiares mientras que tendemos a minusvalorar la importancia de nuestro tiempo de ocio.

La realidad es que no es una actividad de importancia menor, más bien todo lo contrario, pues se hace ver como un espacio vital para tratar de mantener una salud mental y un estado emocional equilibrados.

Haz que tu cerebro desconecte durante estas vacaciones de verano

Sabemos, claro, que el día a día nos devora; la rutina diaria acaba estresando, por eso es más que recomendable realizar un alto en el camino. Llega el momento de retomar contactos con amigos a los que hace tiempo que no ves, organizar grandes planes que el día a día no te permite y disfrutar de los tuyos.

El objetivo más evidente de las vacaciones es desconectar del trabajo, aunque a veces las cosas no funcionan como esperamos. Tanto el cuerpo como la mente necesitan descanso.

Solo así se consigue renovar la energía y evitar una nociva acumulación de estrés. Aquí van una serie de consejos prácticos para evadirnos durante esta temporada.

  • Toma una buena planificación, no improvises. Una buena planificación es el requisito imprescindible para poder desconectar totalmente. En caso contrario, puede que el descanso se vea interrumpido por tareas pendientes, tareas que recuerdan compromisos o ese estrés mental que llegamos a tener.
  • Recupera tu tiempo. ¿Cuánto hace que no te sientas frente a un café en paz? Las vacaciones de verano son perfectas para dedicarle algo de tiempo a las cosas que nos gusta hacer y para las que nunca encontramos un hueco. Leer, escuchar música, permitirse el lujo de caminar sin prisas y sin rumbo fijo… en definitiva, dedicarnos tiempo a nosotros mismos.
  • Equilibra la mente. Romper la rutina con excursiones, salir a pasear, montar en bicicleta o nadar. Son actividades que nos llenarán de vitalidad y energía positiva. Otras actividades ideales para volver a equilibrar la mente son todas aquellas que implican cuidarse y mimarse a uno mismo.
  • Cierra los asuntos pendientes es la mejor forma de desconectar del trabajo durante las vacaciones de verano o, al menos, que queden lo suficientemente resuletos. Si tenemos la oportunidad, lo mejor es optar por programar y automatizar.
  • Organiza tus vacaciones sin estrés. Tener en mente algunos de tus planes de vacaciones está bien, pero tampoco intentes definir las actividades de cada día al milímetro.
  • Prevé tu presupuesto. Al mismo tiempo, es inútil plantar un dedo al azar en el mapa del globo sin prever, en primer lugar, las partidas de gastos principales y el dinero con el que contamos para la totalidad del viaje, pues eso limitará mucho las opciones o nos dará alas para viajar donde queramos sin preocuparnos excesivamente por la sangría económica.
  • Elige tu destino. El territorio a recorrer tendrá cierto peso, en la misma medida que lo hará el tipo de actividades que vamos a disfrutar durante nustras vacaciones de verano. ¿Disponemos de varias semanas y queremos recorrer un país entero, con multitud de paradas? ¿Preferimos aprovechar al máximo una única ciudad que ofrezca una oferta infinita de vida cultural? ¿Viajamos acompañados? Si sabemos qué tipo de viajero somos, más fácil será acotar poco a poco el destino ideal.

Desconectar es imprescindible

Si a pesar de las vacaciones seguomos durmiendo mal o nos vemos irritables, esto significa que que la desconexión no es total. Y esto es tan importante como los estudios que nos indican que por cada 10 horas de vacaciones de un trabajador se consigue una mejora del 8% en su posterior rendimiento.

Necesitamos desconectar de la rutina laboral porque nuestro organismo requiere librarse del estrés y la ansiedad del día a día. No hay que dejar que las vacaciones se evaporen mientras estamos pensando en otras cosas. Y lo que es mejor; nunca lleguemos a arrepentirnos de olvidarnos de nuestras tareas u obligaciones por pocos días que sean.