En la playa hay dos tipos de personas. Aquellas que han sufrido la picadura de una medusa y las que todavía se han librado. Esto es algo bastante común, tanto si nos damos un baño corriente en agua salada como si practicamos deportes acuáticos, como el snorkel, entre otros.

Asimismo, la subida de las temperaturas del agua, especialmente en el Mediterráneo, y la ausencia de los depredadores naturales de las medusas, hacen que año tras año estos molestos seres gelatinosos nos agüen el baño, queriendo o sin querer.

La picadura de una medusa puede ser peligrosa

La mitología griega nos habla de Medusa, una mujer que podía petrificar a los hombres con la mirada. Cuenta la historia que las medusas tomaron ese nombre debido a la similitud entre sus tentáculos y las serpientes de la cabellera de este ser mitológico.

Y hoy en día siguen muy presentes. Ya no es únicamente su curiosa forma y sus movimientos, sino incluso por ese baile continuo que tienen. Igualmente, estas invertebradas asustan a más de uno ya que, ciertamente, una picadura de medusa no es plato de buen gusto y más aún si hablamos de que hay casi 70 tipos de medusas que son mortales para los seres humanos.

Existen casi 70 tipos de medusa
Existen casi 70 tipos de medusa

Las diferentes subespecies son muy diversas en cuanto al tamaño y color que las caracteriza. Incluso algunos tipos de medusa son bioluminiscentes. Esto significa que se desplazan de manera muy lenta aunque elegante, de hecho se cree que las corrientes marinas son un factor clave para sus desplazamientos.

Con todo, y a pesar de que no son capaces de vivir más allá de los 6 meses aproximadamente, los expertos creen que han sobrevivido a lo largo de tanto tiempo gracias a su capacidad de reproducirse sin necesidad del sexo opuesto. Incluso, se ha descubierto un tipo de medusa inmortal que puede volver a una fase pre maduración y de ahí empezar de nuevo su ciclo vital.

Lo primero es limpiar la zona afectada

Las picaduras de las medusas suelen causar dolor, picor, enrojecimiento o inflamación de la zona afectada.

Según el protocolo de actuación del Instituto de Ciencias del Mar del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), lo primero que se ha de hacer cuando se produce una picadura de medusa es limpiar la zona afectada.

  • Lavar la zona con agua salada.
  • Retirar los tentáculos de la medusa con guantes o pinzas.
  • Aplicar seguidamente un paño caliente, que no exceda los 45º, para desnaturalizar el veneno.
  • Después, poner frío durante un cuarto de hora para aliviar el dolor y prevenir que el veneno se extienda. El hielo debe estar dentro de una bolsa cerrada para evitar el contacto directo con la piel.
  • Acudir a urgencias en caso de empeoramiento de los síntomas.

Sus picaduras se producen por la eliminación de su veneno

Las picaduras de una medusa son el resultado del contacto con una determinada variedad de estos seres que se encuentra bajo el agua. Aunque hay cientos de variedades de estas medusas, las picaduras se producen de la misma forma y generalmente solo producen una leve sensación de quemazón en la piel.

Esos quemazones producen pequeñas heridas en la piel a partir de sus tentáculos, los cuales tienen unas células urticantes llamadas cnidocistos, con filamentos tóxicos que contienen veneno. En cuanto el tentáculo entra en contacto con la piel, estas células se rompen y liberan el veneno equipado con espinas.

La picadura varía por muchos factores

Como explica el portal especializado MedlinePlus, la gravedad de las picaduras de una medusa varía en función de varios factores entre los que se encuentran el tipo y tamaño de la medusa.

Los síntomas por sus picaduras suelen causar dolor, picor, enrojecimiento o inflamación en la zona afectada
Los síntomas por sus picaduras suelen causar dolor, picor, enrojecimiento o inflamación en la zona afectada

Pero también el estado físico y de salud de la persona, el tiempo de exposición al aguijón y la cantidad de superficie de piel afectada. Es por esto por lo que las consecuencias de una picadura varían tanto entre unos y otros afectados.

Cuáles son sus síntomas y cómo evitarlas

Entre los síntomas más frecuentes se encuentran dolor, ardor, marcas rojas o moradas en la piel, ampollas, picazón, hinchazón o dolor pulsátil. En ocasiones en las que estos síntomas son más graves, pueden llegar a provocar dolor de cabeza, náuseas o vómitos, dolores o espasmos musculares, desmayos, debilidad y desorientación, dificultad al respirar o tragar y problemas cardíacos.

Para evitar cualquiera de estos síntomas, es recomendable estar pendiente de las banderas de advertencia de las playas, no bañarse si se conoce la existencia de medusas, evitar el contacto directo, incluso aunque estén en la arena, y usar protectores solares.

Su dolor o escozor intenso puede durar de 1 a 2 horas, pero su efecto de 3 a 4 días

Ante esto, la mayoría de las picaduras de medusa provoca dolor instantáneo, escozor y marcas de inflamación en la piel. Algunas picaduras pueden provocar enfermedades en todo el cuerpo (sistémicas). Y en casos poco frecuentes, ponen en riesgo la vida.

La mayoría de las picaduras de medusa mejora al cabo de unos días o semanas con un tratamiento casero. Las reacciones graves requieren atención médica de emergencia.

Especies más frecuentes en las playas españolas

Según datos del Instituto de Ciencias del Mar, estas son las especies de medusas más frecuentes en nuestras costas:

  • Carabela portuguesa - Es la más peligrosa de todas y su picadura es muy urticante. Puede tener tentáculos de hasta 20 metros, pero se caracteriza por tener un flotador por encima de la superficie del agua con forma de vela y de color violeta. Afortunadamente, es poco frecuente en nuestras playas o aguas.
  • Pelagia noctiluca o medusa luminiscente - Su picadura es muy urticante y es muy frecuente en nuestras aguas. Tiene un color rosado cuando es adulta y marrón si es joven. Puede alcanzar un diámetro de hasta 20 centímetros.
  • Medusa compás o chrysaora hysoscella - Muy urticante y rara en España. Es de color amarillento con franjas marrones. Recuerda a un paraguas. Puede alcanzar hasta 24 centímetros.  
  • Medusa cuz - Tiene una picadura muy urticante. La buena noticia es que es poco frecuente en las playas de España. Es translúcida, pero tiene unos tentáculos de color morado. 
  • Cubomedusa, también conocida como avispa de mar - No es frecuente verla por nuestras playas, pero es muy urticante. Tiene forma cúbica, translúcida, de color azulado o blanquecino y tiene cuatro tentáculos largos bien definidos. 
  • Medusa acalefo azul - Muy frecuente y urticante. Llega a alcanzar los 40 centímetros y es de color blanca azulada. 
  • Medusa gigante o rhizostoma luteum - Es una medusa rara en nuestras costas, pero su picadura es urticante. Es muy grande. Llega a alcanzar hasta 60 centímetros. Es de color blanco azulado. 
  • Medusa huevo frito - Muy frecuente en España (estos días hay una plaga en el Mar Menor en Murcia), su picadura es poco urticante. Tiene un color marrón amarillento y una protuberancia en el centro con forma de yema y de color más oscuro.