La actividad física después de los 60 años es muy importante para conseguir una buena calidad de vida en los ámbitos físico y mental. Por ello, muchísimas personas mayores se están sumando a un nuevo hábito muy sencillo, muy efectivo y muy bien adaptado a sus posibilidades: la regla del 6-6-6. Esta nueva forma de caminar se va extendiendo como un hábito saludable para el bienestar general sin excesivas exigencias físicas ni ningún tipo de instrumental.

La regla del 6-6-6: una rutina adaptada a mayores de 60

La regla del 6-6-6 es una forma sistemática de caminar que se ajusta perfectamente a la forma de vida de las personas mayores. El nombre hace alusión a 3 cifras claves: caminar a las 6 de la mañana y 6 de la tarde, 60 minutos cada vez incluyendo 6 minutos de calentamiento al iniciar y 6 minutos de ejercicios de estiramientos al final de la sesión.

Este sistema pretende aprovechar la franja del día en la que existe mayor receptividad hacia la actividad física. Caminar a primera hora del día estimula la actividad metabólica y ayuda a empezar el día con energía. Repetir la caminata a última hora de la tarde sirve para realizar una relajación del cuerpo y de la mente, además de mantener la musculatura activa durante más tiempo.

Una alternativa sencilla y eficaz al sedentarismo

Según cifras del Instituto Nacional de Estadística (INE) correspondiente a la última estadística de mortalidad, el sedentarismo afecta actualmente a más de 11 millones de personas. Con esta práctica buscamos precisamente ir en contra del sedentarismo con una propuesta razonable. No requiere gimnasio, ni equipamiento, es suficiente la implicación y la constancia, por lo cual, cada vez son más las personas mayores de 60 años que lo practican como un ritual diario, que favorece a la salud física y emocional.

Beneficios para la salud física de caminar con la regla 6-6-6

Mejora la salud cardiovascular y regula la presión arterial

Cuando caminamos dos veces al día, y a ritmo ligero, se mejora la circulación. El corazón trabaja mejor, la presión arterial tiende a estabilizarse, se reduce el riesgo de enfermedades cardiovasculares. Además, si además realizamos calentamientos y estiramientos, el riesgo a sufrir lesiones musculares o articulares disminuye.

Ayuda al control del peso y fortalece los músculos

Después de los 60 años la masa muscular inicia un proceso de disminución. La regla del 6-6-6 la estimula justo cuando más lo necesita el cuerpo. Una hora de caminar por la mañana y otra por la tarde favorecen los mecanismos de quema de grasa, mejorando el metabolismo y manteniendo el estado muscular, fundamentos esenciales para la salud y la autonomía en la vejez.

Salud mental y emocional: otra gran beneficiada

Mover el organismo al iniciar el día tiene unos efectos inmediatos respecto de la energía y de la mente. Salir de la cama por la mañana para caminar hace que el cuerpo y la mente se activen, disminuyendo la apatía y aumentando la motivación. Al final del día la caminata permite liberar las tensiones acumuladas y mejora la calidad del sueño.

Estimula la memoria y favorece la socialización

La práctica en grupos de esta rutina ayuda a potenciar los vínculos sociales, una herramienta eficaz contra la soledad y la sensación de aislamiento. Por otro lado, hacer ejercicio y seguir una rutina de tipo físico al igual que el aprendizaje de nuevas habilidades contribuyen a mantener activa la mente y a fomentar el estado de alerta, lo cual permitirá frenar en mayor o menor medida el deterioro cognitivo relacionado con la edad.

Integrar la regla del 6-6-6 en el día a día de las personas mayores está convirtiéndose en una corriente saludable. Este hecho se da porque es un planteamiento fácil, flexible y muy efectivo para mejorar el estado de salud integral de una persona; caminar no llegó a ser jamás tan sano ni sencillo.