Estamos a las puertas del verano y como cada año, se disparan las búsquedas en internet de "productos para adelgazar", "dietas para perder peso rápido" o "dieta milagro", cualquier cosa con la que adelgazar rápido. Este año, además, las ventas de vitaminas, minerales y suplementos alimenticios han crecido un 75,4% respecto al año anterior, según un estudio de la consultora Iri. Las ganas de salir después de más de un año de pandemia - en el que engordó buena parte de los españoles - apuran las ganas de adelgazar, sin que muchos reparen en los riesgos.
Suplementos alimenticios y productos para adelgazar
Y es que hasta tres de cada cuatro españoles toman algún tipo de suplemento, según un reciente estudio de la Academia Española de Nutrición y Dietética junto a la Fundación Mapfre. "El problema de los suplementos y en concreto los de tipo detox o quemagrasa es que la legislación no obliga a que se demuestre la eficacia de lo que declaran", explica Manuel Moñino, vicepresidente del Consejo General de Dietistas y Nutricionistas de España (CGCODN).
El experto recalca, además, que mientras la eficacia de estos suplementos es muy cuestionable, son frecuentes "efectos secundarios de tipo gastrointestinal. Y algunos pueden ser mucho más peligrosos, puesto que hay estudios que han relacionado suplementos antioxidantes con un mayor riesgo de mortalidad". Entre los efectos gastrointestinales se encuentran náuseas, dolor abdominal, vómitos y, en algunos casos (no tan comunes), impactos negativos para la salud mucho más importantes, como problemas en el hígado o en los riñones.
"Los suplementos determinan únicamente el 1% del éxito, siempre y cuando existan unos buenos hábitos y se tengan en cuenta otras variables relacionadas con la alimentación y el ejercicio", afirma el nutricionista Carlos Ríos, impulsor del movimiento Realfooding. Ríos cree que no merece la pena ingerir estos suplementos: "En ellos, el marketing tiende a imponerse a la evidencia científica, existen muy pocos suplementos con la suficiente evidencia de eficacia para perder grasa que, además no es clínicamente relevante".
¿Funcionan las dietas milagro o relámpago?
El vicepresidente del CGCODN afirma rotundamente que las dietas milagro "no tienen sentido, no funcionan y además son peligrosas". Desde la dieta Dukan, Keto o Paleo, la dieta de la piña o la de la alcachofa o la disociada... Cualquiera de estas dietas tienen en común una promesa de resultados rápidos en un corto período de tiempo y, advierte Moñino, "conllevan un perjuicio por distintas razones. Eliminan la posibilidad de seguir una alimentación saludable, pueden agravar el estado nutricional, se acompañan de un posterior efecto rebote y conducen finalmente a la frustración y la bajada de la autoestima".
Para Ríos, "este tipo de dietas no funcionan básicamente porque no existen unos buenos hábitos construidos, cuya presencia evitaría precisamente caer en la necesidad de tener que buscar estas dietas para perder un número de kilos. Quiero decir, si una persona tiene unos hábitos saludables bien trabajados durante el año (alimentación saludable y vida activa), la necesidad de tener que buscar dietas restrictivas para un momento determinado del año desaparece". El impulsor del Realfooding advierte, además, que "estas dietas no solo son problemáticas respecto a la recuperación del peso por el efecto rebote, sino que también pueden ser peligrosas para la salud física, con problemas que pueden ir desde la deshidratación, cálculos, problemas menstruales, digestivos, etc. hasta para la salud mental, pues empeora la relación con la comida y produce cambios en el estado de ánimo, ansiedad, atracones...".
Cómo identificar una dieta milagro y de productos para adelgazar
Moñino recuerda que, según el estudio Dietas milagro y sociedad española, de la Academia de Nutrición y la Fundación Mapfre, "uno de cada cinco españoles había seguido una dieta milagro el último año pero un 3% no sabía siquiera que se trataba de una dieta milagro, lo que recuerda la importancia de la educación nutricional".
Por ello, el nutricionista ofrece unas claves para distinguir si estamos ante una dieta milagro:
- Prometen resultados rápidos, definitivos y sin esfuerzo.
- Prohíben el consumo de un tipo de alimentos
- Exageran la realidad de algún alimento, en el sentido de que si no se toma, la dieta no funciona (como el salvado de avena en la dieta dukan).
- Utilizan a algún famoso para promocionarla.
- Los mensajes difieren de los que da el médico de cabecera.
Riesgos de querer adelgazar rápido
Ríos incide en que este tipo de dietas no compensan a medio ni largo plazo y que, muy frecuentemente, terminan "en un efecto rebote que empeora la composición corporal de la que parte la persona". "Cuando una persona inicia una pérdida de peso a través de una dieta muy restrictiva, existen cambios a distintos niveles: se pierde masa muscular, aumenta el hambre entre comidas, disminuye la saciedad tras las comidas, cambia el estado de ánimo, aumenta la irritabilidad, los antojos incrementan en frecuencia e intensidad, incrementa la fatiga, etc. que llevan a la persona a recuperar todo el peso perdido o más".
Moñino advierte especialmente de aquellas dietas que supriman nutrientes esenciales o sean muy excluyentes. Ríos añade que deben alertar "las que se acompañan de diuréticos, laxantes, suplementos herbales de origen desconocido".
¿Qué hacer si nos ha pillado el toro?
El vicepresidente del CGDNCON cree que es fundamental "entender que la ganancia de peso no se produce de un día para otro y que hay que controlarlo desde el principio". Aunque recomienda "ponerse en manos de un profesional", sí ofrece una serie de consejos generales. "Reducir el consumo de alimentos altamente procesados, como bebidas alcohólicas o azucaradas, bollerías o carnes grasas, aumentar el consumo de frutas y verduras y hacer del agua la bebida principal. También distribuir los alimentos a lo largo del día e incluir alimentos con menos grasa y técnicas culinarias sencillas"; explica Moñino, que cree que "los objetivos deben plantearse siempre a medio o largo plazo".
En ese sentido coincide el impulsor del Realfooding: "No existen atajos". Y anima a cambiar el planteamiento: "Con la imagen corporal, es importante que aceptemos la realidad tal y como es: nuestro cuerpo es de una forma concreta, con unas características especificas y que podemos cambiar hasta cierto punto; siempre haciendo bien las cosas y anteponiendo nuestro bienestar. En la búsqueda de la pérdida de peso deseada, es muy sencillo olvidarse del bienestar, aspecto que es lógicamente problemático, pero debemos evitar cualquier comparación, que puede ser una fuente de insatisfacción crónica", concluye.
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