Desde 1985, el peso medio de la gente a nivel global ha aumentado entre cinco y seis kilos, un crecimiento que ha sido especialmente acusado en las zonas rurales, según explica una investigación que acaba de publicar la revista Nature y en la que han participado más de 1.000 científicos liderados por el Imperial College de Londres.
Este macroestudio ha analizado la altura y el peso de más de 112 millones de adultos en las áreas rurales y urbanas de 200 países, entre 1975 y 2017. Así, con el dato del índice de masa corporal (el resultante de la división del peso en kilos por la altura en metros), han averiguado que el campo es el responsable de los mayores aumentos de peso y no las ciudades, como comúnmente se creía. "Los resultados de este estudio global cambian la percepción de que la gente que vive en las ciudades es la máxima responsable del aumento de las cifras de obesidad”, afirma Majid Ezzati, profesor de la Escuela Imperial de Salud Pública de Londres, “lo que significa que tenemos que repensar como abordamos el problema”.
A nivel general, el estudio concluye que en el campo el incremento del índice de masa corporal fue de 2,1 puntos, mientras que en las áreas urbanas fue de 1,3 para las mujeres y 1,6 para los hombres. Los investigadores subrayan que en países de menores ingresos, las zonas rurales llegaron a ser las responsables del 80% del aumento de los índices de masa corporal. También destacan que mientras que en 1985 en tres cuartas partes del mundo la gente que vivía en ciudades era más gruesa que la del campo, la mayoría de países han disminuido o incluso revertido esa tendencia.
Otro factor que ha condicionado la evolución del peso a nivel global ha sido el nivel de ingresos de los países. En los países más ricos, el índice de masa corporal ha sido más elevado en las áreas rurales desde los ochenta, especialmente en el caso de las mujeres, lo que los investigadores achacan a peor nivel educativo y poder adquisitivo, así como la limitación a la hora de comer saludable o practicar deporte y actividades de ocio. “El debate sobre salud pública tiende a enfocarse en los aspectos negativos de vivir en ciudades”, dice Ezzati, “pero las ciudades dan más oportunidades a nivel de nutrición, de ejercicio físico y ocio que son difíciles de encontrar en áreas rurales”.
Por otro lado, en los países pobres o en desarrollo, los avances de las últimas décadas han traído beneficios para las áreas rurales. Mejoras en infraestructuras, un mayor uso de transportes o la mecanización de la agricultura, que han supuesto mejoras para la salud pero que también han supuesto un menor gasto de energía y mayor alimentación, con lo que ha resultado en un incremento del índice de masa corporal. Ahí la excepción ha sido el África Subsahariana, donde las mujeres han ganado más peso en las ciudades, según los investigadores, debido posiblemente a trabajos de menor esfuerzo físico y necesidad de menos desplazamientos.
Las mujeres españolas, una excepción
España forma parte de los países europeos donde las mujeres bajaron de índice de masa corporal. A España, Grecia, Lituania, República Checa, Italia, Portugal, Francia, Serbia y Malta, se unen otros como Singapur o Japón. En el extremo contrario están países como Egipto u Honduras, donde el índice de masa corporal subió más de cinco puntos.
Mientras que el índice de masa corporal bajó en las mujeres españolas tanto en pueblos como en ciudades, en los hombres creció en ambos entornos. Aunque el aumento fue más ajustado que en países como Estados Unidos, Santa Lucía, Bahrein, Perú, China o República Dominicana, donde subió en más de 3,1 puntos.
A nivel global, en 2017 las mujeres de las islas del Pacífico Samoa y Samoa Americana eran las que tenían un mayor índice corporal del mundo (obesidad con 32,2), seguidas por las de otras islas cercanas. En el otro extremo, las mujeres etíopes y de Madagascar, con datos cercanos al peso insuficiente (21,1 de IMC medio).
Los países de nuestro entorno donde más ha aumentado el IMC en los últimos años, han sido Nueva Zelanda, Estados Unidos, Irlanda o Australia en el caso de las mujeres. Estados Unidos, Irlanda, Nueva Zelanda y Chipre en el caso de los hombres.
No obstante, el porcentaje de personas con obesidad sí ha aumentado en España en los últimos años, tanto mujeres como para hombres. Un dato que corresponde con el número de personas con un IMC mayor de 30 y que en España ha aumentado en mucha más medida en hombres que en mujeres.
En los países de nuestro entorno, EEUU ha sido con diferencia el país donde más ha aumentado la obesidad (13,8 al 38,2% en mujeres y del 10,7 al 36,5% en hombres). En Europa, lideran los aumentos Irlanda y Reino Unido, donde los porcentajes han crecido del 6 al 26% y del 9 al 29% de media entre ambos sexos.
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