Dejar de fumar es una de las pesadillas de los fumadores, al menos del 75% de ellos, que confiesa que ha intentado dejarlo al menos una vez sin conseguirlo. Una cifra que no sorprende pues la tasa de éxito de quienes quieren dejar el tabaco solo con su fuerza de voluntad está apenas en el 5%, según los datos de la Sociedad Española de Neumología y Cirugía Torácica (Separ).
Sin embargo, las posibilidades de abandonar el tabaco con éxito se multiplican hasta por 10 cuando la estrategia incluye un tratamiento farmacológico y el apoyo psicológico adecuado, afirma el presidente de Separ, el neumólogo Carlos Jiménez, que celebra que "al fin" el Ministerio de Sanidad haya anunciado la inclusión la cobertura sanitaria pública de un tratamiento farmacológico para dejar de fumar: "Es una muy buena noticia para Separ y es algo que llevamos pidiendo 30 años".
El fármaco en cuestión es Champix (cuyo principio activo es la vareniclina y lo comercializa Pfizer) y cuesta alrededor de 300 euros el tratamiento. Se aprobó en Europa en 2007 y es uno de los tres tratamientos disponibles. Los otros son el bupropión (un antidepresivo que sí financia el sistema para este trastorno mental) y los tratamientos sustitutivos de la nicotina (parches, chicles o sprays). "En un estudio epicéntrico con más de 8.000 fumadores que se realizó en 2016 Champix demostró ser el más eficaz de los tres, a la par con los tratamientos sustitutivos de la nicotina, siempre que se usaran de forma combinada, es decir, al menos de dos tipos a la vez", afirma Jiménez.
Y es que la eficacia de un tratamiento como el Champix, si se combina con un programa de apoyo adecuado en atención primaria - consejos y seguimiento por parte de profesionales - puede llegar al 40 o 50%. Una tasa que multiplica por 10 a la de aquellos que quieren dejarlo por sí solos y que dobla con creces a quienes solo utilizan el fármaco de forma aislada. "Si se adquiere el fármaco y se toma sin ningún apoyo, la tasa de éxito se queda en el 15 o 20%", apunta Jiménez.
En Navarra, comunidad autónoma que lleva dos años financiando Champix, 6.000 personas han iniciado el tratamiento y, de ellas, un 35% ha afirmado seguir sin fumar un año después, según los datos facilitados por Pfizer.
Según los datos de la Farmacéutica, el éxito de Champix a las cuatro semanas de tratamiento es que duplica las posibilidades de dejar de fumar, a las ocho semanas las multiplica por cinco y a las 12 semanas, por 11.
Unas 80.000 recetas potenciales
El presidente de Separ estima que podrían llegar a 80.000 los fumadores a los que se prescribiera Champix en un año cuando se financie el fármaco. "Calculamos que un 15% de los fumadores actuales está dispuesto a hacer un esfuerzo para dejar de fumar, y de ellos que quieran un tratamiento de este tipo a corto plazo podrían ser otro 15%, lo que dejaría la cifra entre 70 y 80.000 personas", afirma Jiménez.
Un fármaco que, asegura Jiménez, tiene "aseguradas seguridad y eficacia". El presidente de Separ quiere descartar así la "sombra de duda" que desde el inicio había rodeado no solo a Champix, sino también al bupropión y los tratamientos sustitutivos de la nicotina. "Curiosamente, los tres tratamientos farmacológicos de primera línea contra el tabaco han tenido advertencias de peligro. Se hablaba, en el caso de Champix, de ideación suicida. Sin embargo, este punto se descartó y desde el año pasado ya no aparece en la ficha técnica del producto", explica Antonio Baena, psicólogo y especialista en tabaquismo de la Universitat Oberta de Catalunya (UOC).
Champix, tratamiento de tres meses con efecto rebote
"Como reduce la ansiedad que produce dejar de fumar, la gente lo confunde con un ansiolítico pero Champix no tiene otra indicación que la del abandono del tabaquismo", explica Baena. Este medicamento actúa "bloqueando los receptores de la nicotina, de manera que no se nota el placer de fumar y reduce el síndrome de abstinencia".
Este fármaco debe tomarse en cantidad de 0,5 miligramos diarios durante tres días, 1 gramo durante las siguientes tres jornadas y dos gramos a partir de una semana. "Hay que tomarlo en dos dosis, con el estómago lleno y mantener el tratamiento durante tres meses, porque si se deja antes puede tener efecto rebote", indica Baena.
Solo aquellos que sufren de insuficiencia renal grave deben ajustar el tratamiento - normalmente se reduce a la mitad - y debe evitarse en menores, embarazadas o en periodo de lactancia.
Financiado en semanas
La inclusión de Champix en el Sistema Nacional de Salud la confirmaba la ministra de Sanidad este mismo domingo en Asturias donde aseguró que es cuestión de semanas que el fármaco entre en la cartera de financiación. Hoy mismo en la Comisión Interministerial de Precios de Medicamentos del Ministerio de Sanidad en se abordará la financiación de este fármaco. "Estamos ya ultimando los trámites para incorporar la financiación de medicamentos que ayudan a dejar de fumar, pero esto no es sólo dar un medicamento, sino que se necesita que se prescriba por un médico y que éste facilite las pautas que tienen que tomar los fumadores que quieren dejar de fumar", aseveraba Carcedo a Europa Press.
Esta inclusión supone una nueva oportunidad para los fumadores españoles y una herramienta para evitar las más de 50.000 muertes anuales que causa el tabaco, según datos del propio Ministerio de Sanidad. Eso supone 142 fallecimientos al día, uno cada 10 minutos.
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