Un gran revuelo se apoderaba este martes del Hospital de La Paz. Al llegar, algunos trabajadores se encontraban con el repentino desalojo de la Unidad de Cuidados Intensivos (UCI). La decisión se había tomado el mismo martes: reservar el área para posibles pacientes críticos del nuevo coronavirus. Diez camas libres y personal con formación preparado para atenderles. "Nos estamos preparando para el peor de los escenarios", afirman fuentes del hospital.

Una trabajadora del hospital denunciaba en privado el desconcierto: "Algo vaticinábamos porque en las últimas semanas no estaban llegando tantos pacientes como es habitual pero nadie nos había dicho nada oficial. Ni siquiera el supervisor lo sabía. Durante el día nos llegó muy poca información y sesgada. Fue un caos".

A la falta de información esta trabajadora sumaba la denuncia de que no todos los trabajadores han recibido la formación necesaria para atender a los pacientes que lleguen en estado crítico de coronavirus. Desde el sindicato de enfermería SATSE confirmaban que en la mayoría de los centros madrileños esta formación había comenzado entre el viernes pasado y este lunes y que por tanto aún faltan muchos profesionales por recibirla. "Nosotros estamos solicitando que llegue a todos los departamentos pero es muy complicado porque hay mucha rotación de personal", explica Jesús García Ramos, experto en seguridad laboral del sindicato.

Lo cierto es que, según la trabajadora que prefiere mantenerse en el anonimato, los profesionales especializados en críticos han sido reclutados para este área y otros han tenido que acudir como voluntarios a zonas que han quedado desatendidas. "No hay suficiente personal de críticos, no entendemos por qué ponen este área si no hay personal para atenderlos". El mayor miedo de los trabajadores, asegura la empleada de La Paz, es al contagio: "Sabemos que este virus no es tan letal pero sí que se contagia con facilidad. Y no es por nosotros sino por nuestras familias, en nuestro entorno hay gente mayor, inmunodeprimida... hay mucha preocupación".

La confusión de los trabajadores afectaba también a los equipos de protección individual, que se preguntaban si no había nadie para supervisar el momento de puesta y retirada del equipamiento. "Eso en principio no es necesario, estaba en el protocolo del ébola pero este virus no es tan agresivo. Es cierto que la protección en la UCI es diferente que en el resto de plantas pero no sería necesario que alguien vigile mientras los profesionales se lo ponen y quitan", explica García Ramos. La diferencia en el equipamiento es que la mascarilla en UCI debe ser FFP3 (en lugar de FFP2), la bata debe ser impermeable y las gafas, estancas, según la información proporcionada por Satse.

Desde el hospital confirman que el desalojo se ha realizado "en previsión de que haya un pico de casos" y aseguran que aunque aún no se ha formado a todos los trabajadores, "sí lo estarán para cuando llegue el primer caso a la unidad". De momento, los pacientes críticos de Madrid están ingresados en la Unidad de Aislamiento de Alto Nivel (UAAN) del Hospital Carlos III de Madrid, centro especializado en enfermedades infecciosas y donde se ingresó a los pacientes de ébola durante la crisis de 2014.

Fuentes hospitalarias aseguran que este desalojo de la UCI no ha provocado que ninguna intervención programada haya sido cancelada ni ningún paciente haya tenido que ser derivado a otro hospital. "De momento", han querido subrayar. Pese a la desaparición masiva de materiales de protección (mascarillas y gel hidroalcohólico), las fuentes hospitalarias aseguran que el hospital dispone de todo lo necesario para atender los posibles casos de coronavirus.