La cifra crece cada día: 5.690 muertos el sábado, 6.528 el domingo y 7.340 el lunes. Pero, ¿hasta qué punto son precisos los datos oficiales de fallecidos en España por coronavirus? Varios expertos aseguran que el número real es mayor que el que ofrece cada día el Gobierno. "El número de muertos está claramente infraestimado", señala al El Independiente Fernando Rodríguez-Artalejo, catedrático en Medicina Preventiva y Salud Pública de la Universidad Autónoma de Madrid. "El Gobierno da cuatro datos y hay dos que son fiables, número de hospitalizados y de ingresados en la UCI, y dos que no, contagiados y fallecidos", añade.
Muchos se preguntarán entonces cómo es posible que no se estén contando bien los muertos. La respuesta más sencilla es que contar cadáveres puede parecer fácil, pues es una suma de unidades, pero en realidad es algo bastante complicado. Y en el caso del Covid-19 hay varias causas que complican sobremanera las cuentas. La primera es el pequeño número de tests que se han realizado a la población y la segunda es la redacción de los certificados de defunción. "Buena parte de los fallecidos totales están muriendo en sus casas o en residencias sin que se les haga el test, por lo que no aparecerán en las estadísticas de muertes por Covid-19", asegura Rodríguez-Artalejo.
Si no estamos testando bien los muertos en las residencias, tendremos una infravaloración de la letalidad"
El tema de los certificados de defunción es algo más complicado. Un ejemplo: una señora de 75 años que tiene diabetes y cardiopatía isquémica se contagia del coronavirus y fallece a los pocos días. ¿De qué ha muerto? ¿De diabetes? ¿De la cardiopatía? ¿O del coronavirus? "Ese concepto de 'de qué ha muerto' es algo muy complicado de analizar cuando hay varias patologías", advierte Rodríguez-Artalejo. "La gente tiene muchas enfermedades mortales y que contribuyen a que uno se muera. En los certificados se ponen varias causas, pero cuando se clasifica esa información hay que seleccionar lo que se conoce como 'causa básica de muerte'".
Las residencias tienen que contar
En países como Alemania y Francia no cuentan en sus datos del Covid-19 los muertos de las residencia de ancianos. "La razón por la que Francia no cuenta las muertes dentro de sus residencias de ancianos tendrá que ver con que la gestión de las residencias tiene una vía diferente para después monitorizar cómo funcionan las residencias”, indica Pedro Gullón, epidemiólogo de la junta directiva de la Sociedad Española de Epidemiología (SEE). Según su visión, la contabilidad va en función de tus políticas de salud pública. “Las muertes de las residencias en España se deberían contar perfectamente, dentro de las limitaciones que eso puede tener, porque a lo mejor muere gente por otras causas a la vez, pero los muertos por coronavirus se deberían estar contando, dentro de las limitaciones generales que estamos teniendo en España por la falta de tests", asegura Gullón.
"Es difícil decir qué país está contando mejor sus muertos, no me atrevería a decir alguno. Cada país se adapta a las circunstancias, nosotros nos adaptamos a las nuestras. Nunca diría que un país lo está contando mejor que otro porque cada uno lo tiene que hacer en función a los servicios de salud que terminan interviniendo sobre la crisis. Para mí tiene mucha lógica cómo lo hacemos en España porque tiene la lógica de cómo funcionamos en Salud Pública en España", explica el epidemiólogo.
Ildefonso Hernández, catedrático de Salud Pública en la Universidad Miguel Hernández de Alicante y ex director general de Salud Pública del Ministerio de Sanidad y Política Social, resta importancia a los desajustes de las cifras. "Una cosa es cómo quedarán los registros de muertes, que se irán ajustando en los registros, y otra es ahora. Si no estamos testando bien los muertos en las residencias, tendremos una infravaloración de la letalidad. Pero dependiendo de la situación de la persona, si estaba terminal en una residencia y se muere dentro de la epidemia de su centro, es muy difícil atribuirle causa de muerte por Covid-19. Lo que preocupa de esto es que se haga de forma sistemática, lo que sería infraestimar a efectos epidemiológicos", asegura.
"El objeto del sistema de información sirve para tomar decisiones y si lo que se quiere es saber el efecto de la epidemia en la población ahora mismo en número de muertos, eso es muy prematuro hacerlo. Con el tiempo precisaremos cuál ha sido el impacto general con todos los datos detallados que ahora es difícil juntarlos todos", mantiene Hernández.
"En algunos de los casos por probable causa de defunción por coronavirus que no se están reflejando en los informes forenses seguramente se haga un test, pero en otros muchos casos no. Seguro que hay infrarreporte de la mortalidad en el sistema que nos hemos dado. El infrarreporte lo están teniendo de alguna manera todos los países", aclara Gullón. En este sentido, Ildefonso Hernández señala que en una situación de crisis y escasez de test "tiene más sentido usarlo con un intensivista para ver si puede seguir trabajando con los pacientes que usarlo para salir de dudas en el caso de un fallecido registrado como posible coronavirus".
El sistema de monitorización de mortalidad
Hay una estadística que refleja la desviación entre los datos de mortandad de estos días respecto a lo que sería normal: el Sistema de Monitorización de la Mortalidad diaria (MoMo). Este sistema registra la sobremortalidad en general con la comparación de los valores esperados para un momento del año, basados en los datos de últimos 20 años y los compara con los datos de los registros de los juzgados de toda España.
"Se usa para olas de calor, olas de frío y para otras enfermedades. Refleja una parte de las muertes que no estamos contando, pero esto tiene una limitación porque hay muertes que no son directamente causadas por el coronavirus, pero sí indirectamente; que no se habrían producido pero están produciendo por la saturación del sistema sanitario", explica el epidemiólogo Pedro Gullón. "Por contra, el MoMo ahora mismo no estaría contando las muertes que se podrían producir en una situación ordinaria por accidentes laborales o de tráfico”. El último informe publicado ayer con datos hasta el domingo, muestra que a nivel nacional se estima un periodo de exceso de mortalidad en MoMo entre el 20 al 27 de marzo de 2020. Se observan excesos de mortalidad en las siguientes CCAA: Andalucía, Aragón, Castilla y León, Castilla La Mancha, Cataluña, Comunitat Valenciana, Comunidad de Madrid, Navarra y País Vasco.
"Desde la mitad de marzo, cuando más fuerte ha sido la mortalidad, el exceso de mortalidad registrado por este sistema es mucho mayor al número de muertes certificadas como Covid-19", razona el catedrático de la Universidad Autónoma Fernando Rodríguez-Artalejo. Y pone un ejemplo: "En Madrid se espera que un determinado día haya 300 muertes y ahora hay 500. La diferencia es de 200, pero sólo 100 de esas se están atribuyendo al coronavirus cuando es lógico y presumible que la mayor parte es por Covid-19. Esto nos lleva a la conclusión de que se está infraestimado la mortalidad por Covid-19".
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