Las jornadas interminables del trabajo pueden robar, además del tiempo, la propia vida. La Organización Mundial de la Salud (OMS) y la Organización Internacional del Trabajo (OIT) acaban de presentar un estudio que cifra en 745.000 las muertes por accidente cerebrovascular y cardiopatía isquémica (fundamentalmente ictus e infartos) provocadas por largas jornadas laborales. La cifra corresponde a 2016 y esas muertes fueron el 4,9% del total de fallecimientos. Además, las jornadas de trabajo excesivas (de más de 55 horas semanales) originaron 23,3 millones de años de vida perdidos por culpa de la discapacidad generada, el 6,9% del total.
El estudio se publica en Enviromental Research y se basa en cerca de 60 estudios y más de 2.300 encuestas en 154 países entre 1970 y 2018. El análisis a través del tiempo también revela que las muertes por estas causas han aumentado un 29% de 2000 a 2016.
En total, el estudio concluye que trabajar 55 horas semanales o más aumenta un 35% el riesgo de ictus y un 17% el riesgo de infarto respecto a una jornada laboral de 35 a 40 horas semanales. "El estudio constata la fuerte relación que existe entre el trabajo y la salud y habla de un número de horas de trabajo espeluznantes", afirma Manuel Franco, epidemiólogo y portavoz de la Sociedad Española de Salud Pública y Administración Sanitaria (Sespas).
Los datos de 2016, último año disponible, apuntan a que hubo en todo el mundo 398.000 muertes por ictus derivadas de horas de trabajo excesivas y 347.000 fallecimientos por cardiopatías isquémicas con origen en jornadas laborales de 55 horas o más. El aumento de este tipo de infartos entre 2000 y 2016 fue del 42% y el incremento en el caso de los ictus fue del 19%.
El informe estima que 488 millones de personas trabajan jornadas de más de 55 horas semanales y que una tercera parte de las enfermedades mortales que causa el trabajo se deben a las jornadas de trabajo prolongadas. "Pasamos muchos años de la vida trabajando y el empleo no debería ser un riesgo para la salud sino al contrario. Sin embargo vemos que no siempre es así y especialmente en unas zonas del planeta", subraya Franco.
Por qué: razones biológicas y conductuales
La razón que explica por qué trabajar más horas incrementa las muertes es doble. Como explica el estudio de Enviromental Research, de un lado está la respuesta biológica, que es la liberación excesiva de hormonas del estrés que pueden alterar las funciones del sistema cardiovascular y lesiones estructurales.
Por otro, las respuestas conductuales al estrés, como el consumo de tabaco, alcohol, una dieta poco saludable, la inactividad física y la alteración del sueño resultante aumentan también los factores de riesgo para estas enfermedades. "Si alguien hace una jornada laboral de 55 horas a la semana el problema no es sólo las horas que pasa trabajando. Es qué tiempo le queda para descansar, para relacionarse, para ir al supermercado y cocinar comida saludable", dice el epidemiólogo.
Por perfiles, los hombres acusan este problema de forma mucho más acusada (72% eran varones) y con una edad media entre 60 y 79 años que habían trabajado 55 horas o más a la semana desde los 45 años. Las zonas que acusan más esta situación son el Pacífico Occidental y Sudeste Asiático, que abarcan países como China, Camboya, Japón, Filipinas, Tailandia o Vietnam.
El estudio estima que un 9% de la población trabaja muchas horas diarias y los investigadores subrayan que la pandemia ha acelerado fenómenos que podrían tender a incrementar las jornadas laborales. En un comunicado de la OMS su director, Tedros Adhanom Ghebreyesus, asegura que "la pandemia de Covid ha cambiado considerablemente la forma de trabajar de muchas personas. El teletrabajo se ha normalizado en muchos sectores y la línea que separa el trabajo y el hogar se ha difuminado. Además, muchas empresas se han visto obligadas a reducir o a interrumpir su actividad para ahorrar costos y los trabajadores que quedan en plantilla se ven obligados a ampliar su horario laboral. Ningún trabajo justifica exponerse al riesgo de sufrir un accidente cardiovascular o una cardiopatía isquémica. Los gobiernos, los empleadores y los trabajadores deben colaborar para poner límites a esta situación y proteger así la salud de los trabajadores".
Buenas noticias para Europa
Europa es el continente donde menos exceso de horas de trabajo se produce en el mundo y, además, la evolución desde 2000 a 2016 es positiva (hay menos exceso).
Porcentaje de trabajadores que asumen largas jornadas de trabajo (más de 55 horas semanales)
Región | 2000 | 2016 | Diferencia |
África | 17,3% | 11,4% | -34,9% |
Américas | 8,8% | 6,4% | -27,2% |
Mediterráneo Oriental | 9,8% | 11,4% | 15,9% |
Europa | 4,6% | 3,5% | -23,1% |
Sudeste Asiático | 11,5% | 11,7% | -1,5% |
Pacífico Occidental | 3,9% | 8,4% | 115,4% |
En 2016, el análisis cifra en 33.452 las muertes por enfermedades isquémicas del corazón atribuibles a las jornadas largas de trabajo en Europa. Un 26% menos que en 2000. Es el único continente en el que el número de muertes por esta causa cayó en esos 16 años.
En el caso de los infartos, en Europa se cifran en 24.218 las muertes que se pueden atribuir al las horas de trabajo en 2016 y son un 35% menos que en 200. También en las Américas los decesos disminuyeron desde 2000, mientras que en el resto de regiones estudiadas, aumentaron.
En general por todas las causas que se relacionan con el trabajo, la OIT publicó en un informe de 2013 que cada año mueren 2,34 millones de personas, en su gran mayoría (más de dos millones) por enfermedades profesionales. Esta cifra equivale a 5.500 muertes diarias. Además, dicho informe (que España recogió en su Estudio Epidemiológico de las Enfermedades Profesionales en España (1990 - 2014)) incide en que existe una infradeclaración de las enfermedades profesionales, especialmente cuando son leves.
"En España se debaten estas cuestiones, por ejemplo las jornadas de cuatro días semanales, pero la situación es distinta si hablamos de grandes o pequeñas empresas, de contratas o subcontratas, de distintos sectores... Pero este estudio habla de que el número de horas trabajadas influye independientemente del sector o trabajo desempeñado. Y que hay que buscar soluciones", afirma el epidemiólogo.
Desde las entidades impulsoras del estudio piden a los gobiernos que "se prohíban la horas extraordinarias obligatorias y garanticen que se limitan los horarios laborales", que se fijen máximos de horas de trabajo para que estén por debajo de esas 55, que suponen en una semana laboral de cinco días 11 diarias o en seis días, nueve diarias.
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