¿Deben tratarse con hielo las lesiones musculares?
Un estudio realizado con un modelo de ratón por investigadores japoneses ha revelado que la aplicación de hielo a los músculos lesionados retrasa la regeneración muscular, según publica Journal of Applied Physiology.
Además, los investigadores han descubierto que este fenómeno puede estar relacionado con la capacidad de los macrófagos proinflamatorios para infiltrarse en las células dañadas. Esta investigación plantea la cuestión de si las lesiones musculares graves (como los desgarros musculares) deben ser tratadas con hielo.
El descubrimiento, según informa Europa Press, fue realizado por un grupo de investigación integrado por el profesor asociado Arakawa Takamitsu y el entonces estudiante de doctorado Kawashima Masato, de la Facultad de Ciencias de la Salud de la Universidad de Kobe, y el profesor asociado Kawanishi Noriaki, del Instituto Tecnológico de Chiba, entre otros.
Los resultados de la investigación revelaron que la aplicación de una bolsa de hielo a una lesión muscular grave provocada por una contracción excéntrica puede prolongar el tiempo de curación. La causa es que la aplicación de hielo retrasa la llegada de los macrófagos proinflamatorios, responsables de la fagocitosis, o eliminación, del tejido dañado. Además, esto dificulta que los macrófagos se infiltren suficientemente en las células musculares dañadas.
Las lesiones musculares esqueléticas abarcan una serie de daños en los músculos, desde un nivel microcelular hasta un nivel grave. Estas lesiones incluyen no sólo las que se producen durante las clases de deporte o de educación física en las escuelas, sino también las lesiones externas que se producen como consecuencia de accidentes y catástrofes.
El 'tratamiento RICE' es un enfoque común para las lesiones músculo-esqueléticas, independientemente del alcance de la lesión. Este acrónimo significa, por sus siglas en inglés, Reposo, Hielo, Compresión y Elevación y se utiliza a menudo en educación física, deportes e incluso en medicina. El hielo se aplica habitualmente, independientemente del tipo de lesión muscular, pero se sabe poco sobre los efectos a largo plazo de la aplicación de hielo.
Los resultados de la investigación revelaron que la aplicación de una bolsa de hielo a una lesión muscular grave provocada por una contracción excéntrica puede prolongar el tiempo de curación
El hielo se utiliza para suprimir la inflamación, sin embargo, la inflamación en respuesta a una lesión tisular es uno de los mecanismos de curación del cuerpo. Se ha llegado a entender que es una respuesta vital para la regeneración de los tejidos. En otras palabras, suprimir la inflamación con hielo también puede inhibir el intento del cuerpo de repararse a sí mismo.
Los experimentos que investigan el efecto de la aplicación de hielo en los músculos después de una lesión han dado resultados contradictorios. Algunos han informado de que retrasa la regeneración muscular, mientras que otros han afirmado que no inhibe este proceso. Sin embargo, ninguna de las investigaciones realizadas hasta ahora ha estudiado los efectos del hielo utilizando un modelo de lesión que imita las lesiones deportivas habituales causadas por la contracción muscular.
Utilizando un modelo de ratón de lesión por contracción excéntrica, el equipo de investigación actual decidió observar los efectos de la aplicación de hielo tras la lesión. En este modelo de ratón, las lesiones se indujeron para que se parecieran a desgarros musculares graves.
El equipo estudió el músculo esquelético regenerado dos semanas después de la lesión, comparando el grupo con hielo con el grupo sin hielo. Se encontró un porcentaje significativamente mayor de fibras musculares regeneradas más pequeñas en los cortes transversales del grupo con hielo, con un mayor número de fibras medianas y grandes en el grupo sin hielo. En otras palabras, esto reveló que la regeneración del músculo esquelético puede retrasarse como resultado de la formación de hielo.
A continuación, los investigadores tomaron periódicamente muestras de músculo de los grupos de animales con y sin hielo para investigar lo que ocurría en el proceso de regeneración hasta ese momento.
En el proceso de regeneración, las células inflamatorias se reúnen en el lugar de la lesión, eliminan los restos del músculo dañado y, a continuación, comienzan a construir un nuevo músculo. Sin embargo, los resultados revelaron que es más difícil que las células inflamatorias entren en las células musculares lesionadas si se aplica hielo.
Los macrófagos son las células inflamatorias típicas que entran en el músculo lesionado. Constan de macrófagos proinflamatorios, que fagocitan el tejido dañado provocando así la inflamación, y macrófagos antiinflamatorios, que suprimen la reacción inflamatoria y promueven la reparación.
Se cree que los macrófagos proinflamatorios cambian sus características, convirtiéndose en antiinflamatorios. Los resultados de los experimentos de este equipo de investigación demostraron que la aplicación de hielo retrasa la llegada de los macrófagos proinflamatorios al lugar de la lesión.
Estos resultados indican la posibilidad de que los macrófagos sean incapaces de fagocitar suficientemente el músculo dañado cuando se aplica hielo tras lesiones musculares graves causadas por contracción excéntrica, retrasando así la formación de nuevas células musculares.
Según explica el profesor Arakawa, "en el deporte, el mantra de aplicar inmediatamente hielo a una lesión es habitual, independientemente de la gravedad de la misma. Sin embargo, el mecanismo que hemos puesto de manifiesto en esta investigación sugiere que no aplicar hielo a una lesión muscular grave puede conducir a una recuperación más rápida", añade.
Educación física
En este sentido, explica que "la idea de enfriar inmediatamente cualquier tipo de lesión también está arraigada en las clases de educación física de las escuelas. Espero que en el futuro se conozca la opción alternativa de acelerar la recuperación no enfriando las lesiones musculares graves", confiesa.
"Sin embargo -prosigue-, aunque la aplicación de hielo puede alterar el proceso de recuperación de las lesiones musculares graves, no se puede negar la posibilidad de que haya grados de lesiones musculares leves que se puedan enfriar. La siguiente cuestión es averiguar dónde trazar el límite. Ahora estamos investigando qué efecto tiene la aplicación de hielo en las lesiones musculares leves".
El equipo sigue investigando cómo debe realizarse la aplicación de hielo en función del grado de la lesión muscular. "Nuestro objetivo es aportar directrices que permitan a los profesionales del deporte y de la rehabilitación clínica juzgar con precisión si se debe aplicar hielo a una lesión o no", concluye el profesor.
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