La llegada masiva de vacunas hace probable conseguir el objetivo marcado por el Gobierno (y la Unión Europea) de vacunar al 70% de la población adulta antes de que acabe el verano. Sin embargo, menos posible es que alcanzar esa ansiada cifra tenga el efecto que se le atribuía al principio: conseguir la inmunidad de grupo. “El concepto de inmunidad de rebaño no está basado en una cifra concreta, el 70% hace referencia a lo visto en otras infecciones, pero aquí pueden darse situaciones en las que se requiera un 80% o más. El 70% no obstante y sin duda nos aproxima”, plantea el epidemiólogo y ex directivo de la Organización Mundial de la Salud, Daniel López Acuña.
Para calcular ese 70%, explica el médico especialista en enfermedades infecciosas Francisco Tejerina, se utilizó el número de reproducción básica del coronavirus (el número medio de personas que un infectado puede contagiar) ya al inicio de la epidemia y estimado en 3. El umbral de inmunidad de rebaño depende del número de reproducción básica (R0) y se define como 1 – 1/R0., lo que daba lugar a un 0,7 o un 70% de población vacunada como requisito. Ahora, el número ha cambiado y ello exige repensar también ese porcentaje, a juicio de los expertos. “Ese número se calculó en base al coronavirus original. Después llegó la variante británica, entre un 40 y un 60% más infectiva y ahora la delta se estima otro 50% más transmisible. Eso hace que el número pueda ser del doble. Con un R6 el cálculo del porcentaje elevaría el número de gente inmunizada hasta el 85%”, explica Tejerina.
La inmunóloga Carmen Álvarez-Domínguez coincide en que ese 70% ya está siendo reformulado en distintas sociedades científicas y que se estima entre el 80 y el 85%. Además, hace otra consideración sobre los cálculos del Gobierno: “Está planteado solo sobre la población adulta y ahora se está viendo que es muy necesario vacunar también a los jóvenes e incluso a los niños a partir de 12 años”.
También el prestigioso virólogo del CSIC Luis Enjuanes – que dirige un proyecto de vacuna frente al Covid – aplazaba esta semana la inmunidad colectiva anunciada para el verano. “No llegará al menos hasta otoño”, afirmó según recogieron varios medios de comunicación.
La inmunidad de rebaño no es un número estático
Sin embargo, más allá de una fecha o un porcentaje concreto, la inmunidad de rebaño “no es un número estático y su consecución depende de varios factores, como la aparición de nuevas variantes que puedan evadir parte del efecto de las vacunas o las restricciones que se lo pongan más fácil o difícil al virus”, afirma Tejerina.
“La variante Delta es más transmisible y ha mostrado su capacidad para infectar incluso a personas que habían recibido ya la vacuna, especialmente una dosis”, afirma Federico Arribas, secretario de la Sociedad Española de Epidemiología. Este experto incide en que, además, “cuanto más se aligeren ahora las restricciones más oportunidades habrá para el surgimiento de variantes que dificulten la inmunidad colectiva”.
Otro factor que también está sobre la mesa y que se enfrenta a la inmunidad de rebaño es el de la duración de los anticuerpos y su respuesta para hacer frente al virus pasado el tiempo tras la vacunación o la infección natural. “Aún no sabemos cuánto tiempo dura la inmunidad y si será estable. Por eso tenemos que ser muy cautelosos y no pensar en porcentajes en cuanto a inmunidad de rebaño. Este aspecto junto a las nuevas posibles variantes hacen que no podamos pensar en la inmunidad como un porcentaje ni como una pancarta política. Es un concepto al que aspirar pero no este verano. Ahora hay que pensar en vacunar lo máximo posible sin levantar restricciones”, afirma López Acuña.
"Inestable y frágil" si no es global
La estabilidad de la inmunidad ya está cuestionándose, como se desprende de la experiencia de países con más avance de vacunación como Israel, donde desde hace días ya se están inoculando terceras dosis de la vacuna. Sin embargo, el país que ya ha sido laboratorio de la evolución de la pandemia por su rapidez de vacunación, no puede compararse a juicio de los expertos con lo que se pueda hacer en España y otros países: “Aún es pronto para hablar de terceras dosis. Necesitamos tiempo para evaluar en mundo real la duración de la inmunidad y además, si empezamos a vacunar con terceras dosis en Europa mientras en otros países apenas se ha puesto la primera, esa inmunidad no servirá porque aunque la consigamos será inestable y frágil”, afirma el genetista Salvador Macip. Esta misma semana la OMS rechazaba empezar a ofrecer terceras dosis cuando el porcentaje de vacunados a nivel global es muy bajo.
En la misma línea se manifiesta Álvarez-Domínguez, quien subraya que “da igual la prisa que nos demos en España si en Europa o el resto del mundo no hay porcentaje suficiente de vacunados. Somos puerta de África, las relaciones mundiales son globales y esta pandemia ha demostrado que el virus es global, que no pueden cerrarse las fronteras y ya está”.
Y es que mientras en España ya más de la mitad de la población ha recibido una dosis de la vacuna, ese porcentaje cae al 25% de la población mundial y en los países subdesarrollados la cifra se queda en un 1% de la población, como recogen las estadísticas de Our World in Data. “Alcanzar una verdadera inmunidad de rebaño es algo que no tiene fácil solución. Yo puedo esforzarme y tener un altísimo porcentaje de la población vacunada, pero si el virus sigue campando a sus anchas por todo el mundo mi población puede dejar de ser inmune a nuevas variantes”, corrobora Tejerina.
¿Fecha? Sabremos que la tenemos "cuando estemos ahí"
Ni siquiera pensando únicamente en el entorno más cercano es fácil, a juicio de los expertos, pronosticar cuándo la inmunidad colectiva conseguirá ser una barrera efectiva frente al virus. Para Macip, "ahora se estima ya en más del 80% pero realmente no vamos a saber qué número supone hasta que no lleguemos a él". Es decir, será sólo cuando veamos sus efectos que se podrá corroborar esa inmunidad colectiva. "Notaremos que estamos porque los casos bajarán en picado a medida que nos acerquemos. Veremos picos pequeñitos y locales, explica Macip.
Para saber qué puede ocurrir cuando realmente llegue la inmunidad de grupo Arribas pone como ejemplo otras enfermedades en las que el grado de inmunización es muy superior, como el sarampión, "pero aún así vemos pequeños brotes muy localizados y contenidos".
Los expertos consultados por El Independiente no apuntan a una fecha concreta para alcanzar la inmunidad e insisten, además, en la necesidad de pensar de forma global con un porcentaje de vacunados en el mundo. Como reflejaba un reciente informe de la plataforma Salud por Derecho, mientras España y otros lugares de Europa llegarán al 70% de adultos vacunados en verano y pueden inmunizar a los mayores de 12 años en otoño, en los países pobres la previsión es llegar al 10% antes de que acabe el año. La inmunidad de rebaño queda muy lejos.
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