"La vacunación en España ha sido ejemplar", destaca Margarita del Val. Un éxito del que, asegura, debemos sentirnos orgullosos. Pero la pandemia no se ha terminado y el virus sigue entre nosotros. Preguntamos a la científica del Centro de Biología Molecular Severo Ochoa (CSIC, UAM) por si vamos a tener que ponernos una tercera dosis y la duración de la eficacia de las vacunas. La científica es clara, no hace falta para la población en general, hasta donde nos dice la información disponible. 

“Por estos tres indicadores: lo buenas que son las vacunas, lo estable que es el virus y el efecto clínico sobre la enfermedad grave. Nada hace pensar que tengamos que volver a vacunarnos. Los únicos casos son los inmunodeprimidos, que son una parte de la población muy pequeña”, opina la científica del CSIC.

La inmunóloga habla de las experiencias que nos aportan las vacunas que nos han ayudado a superar otras enfermedades. “Todas las vacunas que tenemos para los niños son para vacunarse una pauta completa y ya está; sea una dosis, dos dosis o tres dosis. Las que tenemos para adultos también, la única que no es así es la de la gripe. Y yo no sé por qué estamos pensando que esto es como una gripe.  Ni los virus se parecen ni las vacunas se parecen a la de la gripe”.

Varios países como Francia, Alemania o Israel han decidido que van a administrar una tercera dosis. En criterio de la Organización Mundial de la Salud (OMS), el Centro de Control de Enfermedades europeo es contrario a su administración, si bien la Agencia Europea del Medicamento (EMA) lo está evaluando. Sin embargo, la UE está adquiriendo lotes de vacunas para los próximos años. 1.800 millones de vacunas, en un tercer contrato con Pfizer válido para proveer dosis entre 2021 a 2023; más 150 millones de dosis de Moderna y 100 millones de Novavax. Vacunas más que suficientes para vacunar, otra vez, a los 448 millones de habitantes de la UE. 

“No sé por qué se hace [compra masiva de vacunas], quizá son excesivamente precavidos. Estas vacunas son mejores que las de la gripe, son muy buenas, aunque no protejan del contagio, pero eso pasa en una parte importante de las vacunas infantiles. Siempre en las vacunas lo que se ha buscado es que protejan de los casos graves. Eso es lo importante que protejan de los casos graves”, afirma la inmunóloga. 

Un virus estable

Comparada con la eficacia de la gripe las vacunas que nos hemos administrado de manera masivas son muy buenas a lo que, Del Val suma el hecho de que el virus es menos cambiante que otros. “Estas vacunas son muy buenas, tienen una eficacia muy alta y una seguridad muy alta, la de la gripe tiene poca eficacia. El virus de la gripe varía 10 veces más que el coronavirus y, además, tiene la capacidad de reorganizar su material genético, porque está como desencuadernado, es decir, cada gen lo tiene en un trocito distinto y si entra el virus de la gripe en una célula es fácil que coja genes distintos. Este coronavirus tiene todo el genoma en una única molécula. El virus es más estable, poco variable y las vacunas son mejores que en el caso de la gripe, no hay por qué esperar que sea como el de la gripe”. La científica no tiene una explicación a la compra de vacunas y cree que puede estar ocurriendo “por exceso de precaución”.

En ningún sitio está bajando la protección clínica que es lo importante, la protección contra enfermedad grave y la hospitalización"

Margarita del Val

“Los datos dicen que no se está perdiendo la capacidad de proteger de los casos graves. Hay muchos papers que dicen que los títulos de anticuerpos van bajando, pero eso es normal, no es indicador de la protección. En ningún sitio está bajando la protección clínica que es lo importante, la protección contra enfermedad grave y la hospitalización”, sostiene Del Val.

Otro de los aspectos destacables de la opinión de Del Val es la referida a las variantes, sobre las que ha habido mucho alarmismo, lo que no significa que, bajo su criterio, haya que vigilarlas. “Hay muchos papers que dicen que los anticuerpos no reaccionan igual de bien con las variantes, pero no hay evidencia clínica, no está habiendo escape en las vacunas, eso es lo importante. Es un virus que varía poco, ningún coronavirus de la historia se ha escapado de las vacunas ni de la respuesta inmune natural, ni en animales, ni en personas. Es un virus poco variable, que no quita que lo tengamos que vigilar. Si resulta que hay una variante que se escapa hay que decirlo, pero nos va a parecer como que viene el lobo. Porque ya hemos dicho muchas variantes que se escapan y luego no es así, pasa nada. El día que se escape una variante va a ser una pandemia dentro de la otra, por eso hay que estar alerta, pero no sacarlo de quicio”. 

En este sentido, el mejor remedio, apunta, es la universalidad de la vacuna. “Tenemos que vacunar a todo el mundo. El virus va subiendo, poco a poco, su capacidad de contagiar. Si el virus que hay ahora nos hubiese llegado en marzo de 2020.. no quiero ni pensarlo. No hay quien le ponga puertas”, asegura.