El nervio más largo y ancho del cuerpo humano es el nervio ciático. Va desde la zona inferior de la columna, la región lumbar, hasta los dedos de los pies, atravesando el glúteo, los músculos de la parte posterior del muslo, la rodilla y la parte inferior de la pierna. Un problema en la región lumbar de la columna puede afectar a cualquiera de los nervios que se conectan con el ciático, provocando un dolor agudo a lo largo del nervio. Es la ciática.

Se trata de una patología muy dolorosa que puede durar varios días. Y al no ser propiamente una enfermedad sino el síntoma de otro problema de salud, no tiene tratamiento específico. Se produce cuando existe presión o daño en el nervio ciático. Esto ocurre con mayor frecuencia cuando una contractura muscular, una hernia discal o un espolón óseo en la columna vertebral comprimen parte del nervio. El resultado es dolor, inflamación y adormecimiento en la pierna afectada.

Ciática y hernia discal: dolencias cruzadas

La gran mayoría de los pacientes que sufren lumbalgia tienen también dolor ciático. El 90 por ciento tiene una hernia discal o alguna lesión en los discos intervertebrales de la espalda, lo que les provoca un dolor intenso que les impide realizar sus actividades diarias. «Se trata de un dolor continuo que produce muchas molestias y complica la calidad de vida del paciente», explica el doctor Ignacio Marín, corresponsable de Anestesiología y de la Unidad del Dolor del Hospital Quirónsalud Málaga.

La discólisis con ozono reduce la ciática con una inyección directa en el disco dañado por la hernia

El dolor de la ciática suele desaparecer con el tiempo. Sin embargo, cuando existe hernia discal, el dolor vuelve a aparecer, y algunos pacientes deciden someterse a una intervención quirúrgica. «Ahora los cirujanos son mucho más restrictivos, indicando la cirugía solo cuando hay una clara compresión nerviosa a causa de una hernia voluminosa o migrada», precisa el doctor Marín.

Alternativa a la cirugía

Para evitar el quirófano y la necesidad de medicación analgésica y sedante continua en pacientes diagnosticados de hernia discal, la Unidad del Dolor del Hospital Quirónsalud Málaga ha puesto en marcha un nuevo tratamiento percutáneo de discólisis con ozono. Consiste en una inyección directa de ozono en el disco dañado por la hernia y sirve para controlar la ciática provocada por dicha hernia. Este procedimiento ambulatorio no precisa cirugía ni hospitalización del paciente.

El ozono es un gas formado por tres moléculas de oxigeno que se utilizó por primera vez en medicina durante la Primera Guerra Mundial. La ozonoterapia, es decir, la utilización del ozono para el tratamiento del dolor y de otras enfermedades, se aplica actualmente en diferentes patologías por sus propiedades antinflamatorias, inmunomoduladoras y antioxidativas. Además, es un tratamiento con mínimos efectos secundarios.

Eficaz y poco invasivo

El doctor Carlos Morales, responsable de la nueva línea de tratamientos con ozono en el Hospital Quirónsalud Málaga, explica los beneficios de este gas medicinal en pacientes con hernia discal. «Aplicado directamente sobre el disco, el ozono disminuye el tamaño de la hernia, ya que altera los componentes acuosos del núcleo pulposo. Se reduce así la presión del disco y de la raíz del nervio, lo que resulta de gran utilidad para acelerar la recuperación».

Es un procedimiento mínimamente invasivo que actúa directamente sobre la causa del dolor y acelera la recuperación

El paciente puede sentir alguna molestia causada por la inyección que remite al poco tiempo. Tras el procedimiento puede hacerse vida normal. Sólo hay que evitar actividades intensas sobre la zona, como coger peso, durante la primera semana.

Los especialistas de la Unidad del Dolor del Hospital Quirónsalud Málaga subrayan que la discólisis con ozono puede ser una alternativa a la cirugía para muchos pacientes. Además de ser un procedimiento mínimamente invasivo, actúa sobre la causa el dolor y acelera la recuperación de la actividad cotidiana.