Una incidencia de menos de 19 casos por 100.000 habitantes a 14 días y más del 90% de la población diana vacunada. La tasa de ocupación hospitalaria no llega al 1% y el porcentaje de positivos en los tests de diagnóstico están en 1,3%. El Principado de Asturias ha alcanzado la situación que los epidemiólogos fijan como un objetivo a alcanzar para recuperar la vida que teníamos antes del coronavirus y que se ha dado en llamar nueva normalidad. La media de incidencia en España es de 74 y ninguna otra comunidad autónoma está por debajo de 50. A pesar de ello, los epidemiólogos piden mantener la prudencia y tener en cuenta que si bien Asturias es un oasis, no puede apartar la mirada del resto de comunidades autónomas y del planeta.
"Estamos satisfechos pero queremos mandar un mensaje de prudencia, los datos hay que consolidarlos", mantiene Miguel Prieto, el jefe de Alertas y Emergencias Sanitarias del Principado. Este experto en Salud Pública vierte la responsabilidad del éxito de su comunidad autónoma en "el gran esfuerzo de sus profesionales y de la sociedad", pero también en "una situación socioeconómica favorable".
Esa situación de partida, traducida en un sistema sanitario fuerte y una estructura poblacional accesible y pequeña es la fundamental clave del éxito para Pedro Arcos, doctor en Ciencias de Salud Pública de la Universidad de Oviedo: "Tener una población relativamente pequeña y ubicada en un territorio accesible, con localidades de tamaño medio, sin grandes focos de población y junto a un patrón de movilidad cómodo ha colaborado tanto a controlar la incidencia como a facilitar la gestión de medidas de control y la campaña de vacunación".
Arcos subraya también la dotación de recursos sanitarios de la comunidad autónoma. "Asturias está por encima de la media española en cantidad de hospitales y centros de salud por habitante, esto hace que sean más accesibles geográficamente y ha facilitado que no se llegue a una saturación hospitalaria como en otros lugares", incide el epidemiólogo.
Mantener la prudencia en las restricciones
Otro de los motivos que han llevado a Asturias a convertirse en la avanzadilla de la recuperación de la vida prepandemia ha sido la constancia en el mantenimiento de las restricciones. Así lo apunta el epidemiólogo Daniel López-Acuña, quien fuera durante tres décadas directivo de la Organización Mundial de la Salud. "Varios factores han influido pero creo que el primero es haber mantenido las restricciones y conductas preventivas mientras otras comunidades autónomas las relajaban. sobre todo en lo que respecta a interacciones sociales sin mascarilla, actividades en interiores y el ocio nocturno".
Asturias fue, de hecho, una de las comunidades autónomas que mejor capeó la primera ola de la pandemia y sufrió el mayor azote del virus en noviembre, en la segunda ola. En aquellos momentos en los que el sistema ya se regía por la cogobernanza (al principio asumió el mando el Ministerio de Sanidad pero en verano delegó la gestión a las comunidades autónomas) la Consejería pidió un confinamiento domiciliario, pero éste fue denegado por Sanidad.
López-Acuña cree, además, que en Asturias "se ha mostrado una gran receptividad para escuchar a los científicos" y "se han ido adaptando las restricciones con mucha flexibilidad en función de la situación".
Una población "obediente"
El cumplimiento de las restricciones impuestas ha sido otra de las claves del éxito asturiano, para Pedro Arcos: "La población de la región es estable y eso facilita que haya un comportamiento de obediencia, es decir, que sea más fácil que se cumplan las normas".
En otras palabras expresa la misma idea el jefe de Emergencias del Principado, que habla de "un gran esfuerzo de la sociedad" en el cumplimiento de las normas. Un compromiso que se ve reflejado junto al trabajo de rastreo de la comunidad en que la pasada primavera la región llegó a conseguir que más de la mitad de los nuevos positivos estuvieran ya confinados cuando les daban el diagnóstico, puesto que eran contactos de un caso conocido. Así lo explicó a El Independiente María José Villanueva, la responsable del servicio de Vigilancia Epidemiológica del Principado. "Algunas semanas hemos conseguido que más de la mitad de los nuevos contagios estaban ya aislados cuando dieron positivo. La OMS considera que un porcentaje del 15 o 20% ya es un éxito y nosotros hemos superado el 50%".
Ese rastreo, afirma Huertas, ha llegado a establecer entre 10 y 15 contactos por cada caso en la última oleada del virus, donde muchos brotes eran en gente joven con más vida social. "Asturias no ha bajado la guardia en la realización de tests diagnósticos y aislamiento de asintomáticos y ese es otro de los factores que han contribuido a su situación actual", afirma el exdirectivo de la OMS.
Otro epidemiólogo asturiano, el profesor de la universidad estadounidense de Drexler (Filadelfia) Usama Bilal, achaca también al rastreo la gran capacidad de control de la epidemia que ha hecho Asturias. "La vigilancia de los contactos junto al buen trabajo de Salud Pública, que cuenta con más recursos que otras comunidades autónomas, ha hecho que Asturias se posicione así y ha facilitado también el rápido avance de la vacunación".
Ágil campaña de vacunación
Los asturianos han sido también de los más rápidos en vacunarse y a ello ha contribuido también "que tienen una población más envejecida y como la inmunización ha ido por edades, se ha podido avanzar antes", afirma Bilal.
Actualmente, Asturias está seis puntos por encima de la media en población diana vacunada y diez puntos en el caso de los adolescentes de 12 a 19 años, donde el 82% está ya completamente vacunado. "Vacunar es fácil si tienes capacidad para hacer listas, sitio donde vacunar y personal disponible para hacerlo, esto es la fortaleza de su sistema de Salud Pública", afirma Bilal.
En la misma línea se manifiesta Arcos: "Las medidas que se han impuesto son similares a las de otros muchos territorios, pero esto como regar una planta, no es lo mismo hacerlo en una tierra seca que en una con un sustrato más adecuado". Ese sustrato es el sistema de Salud Pública, además de la situación geográfica o su sistema de comunicaciones.
¿Y ahora qué?
En una comunidad autónoma que se ha regido por la prudencia, su jefe de Emergencias modera de nuevo su alegría: "De momento hay que esperar, a veces se han hecho predicciones que no han funcionado y por eso hay que esperar a ver cómo evoluciona, aunque estemos contentos".
Asturias relajó algunas medidas el 10 de septiembre relativas a la hostelería, como la vuelta al consumo en barra, y la autorización del ocio nocturno hasta las cuatro de la madrugada. Ahora ultiman, explica Prieto, "nuevas relajaciones en el aforo" mientras evalúan el impacto de las primeras relajaciones y la vuelta al cole. "Vamos a esperar a finales de septiembre para ver qué ocurre y si no hay un gran impacto nos plantearíamos nuevos pasos hacia la recuperación de la normalidad, siempre pendientes de lo que indique Sanidad y manteniendo un sistema de control de alertas", concluye.
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