La Sociedad Española de Ginecología y Obstetricia (SEGO) recomienda a las embarazadas una dosis de refuerzo a partir de los seis meses de la vacunación completa con vacunas de ARN mensajero (Pfizer o Moderna) y de los tres meses de AstraZeneca o Janssen.

Así lo establece un documento de recomendaciones de vacunación en mujeres embarazadas o que están planificando su embarazado, recién actualizado por la Federación de Asociaciones Científico Médicas (Facme), en el que ha participado la sociedad de ginecología junto a otras ocho sociedades científicas y en que también aconsejan que la dosis de refuerzo sea, preferiblemente, a partir de la 14 semana de gestación.

Según la SEGO, la dosis de refuerzo a partir de la semana 14 se aconseja con el fin de alcanzar la protección completa contra el coronavirus antes de período de máximo riesgo de complicaciones de la infección natural.

No obstante, precisan que no existe contraindicación para la vacunación en ningún momento del embarazo y la administración de la tercera dosis en el primer trimestre puede considerarse de modo individual en gestantes con alto riesgo de exposición o presencia de comorbilidad, y donde se estime que el beneficio supera a los riesgos.

En el caso de que las primeras dosis de la vacuna fuesen con AstraZeneca o Janssen, se recomienda la utilización de vacunas de ARN mensajero (Pfizer o Moderna) para la dosis de refuerzo.

Y para las mujeres embarazadas que no han recibido ninguna dosis hasta el momento, se aconseja igualmente la utilización de vacunas ARN mensajero, independientemente de la edad de la gestante.

La SEGO añade que, a la luz de la evidencia científica, entiende que el Ministerio de Sanidad incluirá la recomendación de la tercera dosis a las embarazadas en la próxima actualización de la estrategia de vacunación.

Asimismo, considera que las administraciones deberán promover el establecimiento de puntos de vacunación específicos para mujeres embarazadas en torno a los servicios de ginecología y obstetricia hospitalarios y consulta de matronas en los centros de salud en los que se pueda llevar a cabo la valoración individualizada correspondiente.

También sugieren un "esfuerzo de promoción de la vacunación" en la mujer embarazada y su entorno, facilitándole la administración de la vacuna a partir del segundo trimestre ante cualquier contacto con el sistema sanitario.