Nunca los humanos habíamos sido tan conscientes de la importancia de nuestro sistema inmunitario. Nunca antes los humanos habíamos vivido una pandemia, como la del SARS-CoV2, que se extendiera en semanas por todo el planeta y que pusiera en jaque nuestra forma de vida y que fuera seguido en directo su evolución por los medios de comunicación. Nunca antes la inmunología había tenido tanto protagonismo y tanto que explicar.
“Estos años se ha puesto en valor la respuesta inmunitaria y sus implicaciones. Desde el comienzo de la pandemia hemos estado explicando los fundamentos de las respuesta inmunitaria, explicando cómo esta enfermedad infecciosa muchas veces no llegaba. Lo hemos divulgado y explicado a la población y hemos estado muy implicados. Además, hemos estado investigando y trabajando en rutinas y publicando datos, experiencias y evidencias”, afirma orgulloso Marcos López Hoyos.
No puede decirlo con menos humildad, es el presidente de la Sociedad Española de Inmunología (SEI) y tiene que dar valor al trabajo que representa su rama en la medicina y de los miembros de su sociedad que, durante estos meses, han estado haciendo de portavoces de un conocimiento que daba luz a los ciudadanos en medio de todas las incertidumbres de la pandemia. Miembros de su sociedad como Margarita del Val y Adolfo García-Sastre.
Es el objeto de su estudio, nuestro sistema inmunitario, el que ha puesto coto al Covid con la ayuda de la ciencia de las vacunas. “Hemos trabajado en difundirlo porque está claro qué es lo que nos está protegiendo frente a la gravedad de la infección, para lo que han sido esenciales las vacunas para poder levantar la cabeza y defendernos frente al virus y eso es un hecho histórico. Las vacunas generan una memoria inmunitaria para protegernos frente a la infección cuando los anticuerpos no duran mucho”, explica el inmunólogo.
Hemos visto como la inmunidad celular es capaz de defendernos frente a la inmunidad grave."
Marcos López Hoyos
Con ómicron se ha podido ver, definitivamente, cuál ha sido el punto donde se ha parado al covid: “Cuando se pensaba en las vacunas, sólo se pensaba los anticuerpos, pero hemos visto como la inmunidad celular es capaz de defendernos frente a la inmunidad grave”.
Es el momento de que la inmunidad celular se lleve su crédito. “La población en España está cerca del 90% vacunada y eso es un buen dato, eso es lo que ha conseguido que situaciones como la de ahora, con la variante ómicron, hayamos podido defendernos de ello razonablemente bien, porque estamos protegidos con la memoria de las células T”.
López Hoyos nos guía por la explicación de dónde se ha librado la batalla contra el Covid en nuestro sistema inmunitario. “Tenemos células B, que son las que generan anticuerpos frente al coronavirus, que son las que hemos visto que desaparecen con el tiempo y que cuando nos ponemos una nueva dosis se reactivan y, en una o dos semanas, volvemos a tenerlos muy altos. Por otro lado están las células T, que tienen un reconocimiento del virus distinto. Reconocen toda la estructura del virus, el sistema inmunitario trocea al virus para presentarlo a las células T, por eso es más difícil que escapen las variantes como ómicron. Es algo que hemos aprendido y estamos trabajando. Son las más efectivas para controlar la enfermedad grave”, explica el presidente de la SEI. Y resume, a modo de conclusión, lo que ha pasado el último año de nuestra vida en el mundo: “Las vacunas protegen contra la infección con anticuerpos neutralizantes, ómicron ha escapado a esta neutralización, pero lo que no ha escapado es a las células T que nos protegen de la enfermedad sintomática y grave”.
Un resumen que pone de relieve cómo las vacunas han creado dos líneas de defensa frente al virus: los anticuerpos, que pierden fuerza con el tiempo -y ómicron es capaz de burlar- y las células T, que sí que están actuando contra el virus y sus variantes. Esto era algo que los inmunólogos apuntaban y confiaban que fuera a ser así, pero no tenían las evidencias. “Pero ya tenemos las evidencias, en el congreso de inmunología que celebramos en Alicante en diciembre, ya lo vimos antes de su publicación. Y eso fue el 17 de diciembre, no hacía ni un mes que se había detectado ómicron. La ciencia está yendo a una gran velocidad”.
Qué fue de la inmunidad de grupo
La inmunidad de grupo que se puso, al principio, en el 70% de la población vacunada y luego se subió al 90% ha desaparecido de las noticias. "Se marcó en un momento en el que pensamos que los anticuerpos nos iban a ayudar a controlar la infección. ¿Qué ocurrió? Los anticuerpos no han durado en el tiempo, se caen y encima han salido variantes que han escapado de la neutralización de los anticuerpos. Por esas dos cosas el concepto se ha olvidado, ahora buscamos vacunar al 100% de la población para evitar la enfermedad grave”.
La conclusión a la que conducen las evidencias que manejan los inmunólogos es que no hay que estar vacunándose repetidamente. “Con más vacunas no vamos a bloquear la infección. Esto no es un tema de vacunar, vacunar y vacunar indefinidamente con el mismo modelo de vacuna contra el virus de Wuhan. Hay que buscar otro tipo de vacunas que incluya todas las variantes”, afirma López Hoyos. “Estamos viendo que las vacunas lo que hacen es protegernos de la enfermedad y esa protección la tenemos con dos y con tres dosis, no es el momento de hablar de cuartas dosis en nuestro país. Lo más importante es que la gente que no se ha puesto ni una dosis de la vacuna, lo haga. Y vacunar al resto del mundo”, añade.
Según el presidente de la SEI lo que se ha conseguido con las vacunas es un hecho histórico. “Es importante avanzar y estudiar el desarrollo de vacunas y estudiar cómo la respuesta inmunitaria se modula y si induce y ver si muchas de las preguntas que nos hemos hecho de si un tipo de vacuna u otra, cada tanto tiempo y para quién.. Todos esos escenarios en los que hemos trabajado nos permiten estudiar mucho para poder avanzar y tener conocimiento acerca de lo que vamos a poder aplicar en futuras pandemias”.
No es el momento de hablar de cuartas dosis en nuestro país."
Marcos López Hoyos
En este sentido, el inmunólogo nos recuerda una demanda de su colectivo que a la vista de la importancia de la inmunología en esta pandemia, no parece descabellada. “No tenemos un centro propio de inmunología, la inmunología está un poco atomizada. Está en la base de todas las enfermedades autoinmunes como lupus o crohn, la respuesta inmunitaria está en todo. Un centro propio sería interesante para aglutinar todo el conocimiento de la inmunología y potenciaría el desarrollo de estrategias frente a posibles pandemias”.
Y ahí lanza la bola a los ciudadanos a quienes la ciencia ha librado de esta situación. “Los ciudadanos han visto el valor de la ciencia y la sanidad, esperemos que los ciudadanos apoyen el que se invierta de forma decidida en investigación y en ciencia”.
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