"Le faltan nueve días para salir de cuentas y necesito saber cómo está, me dan muy poca información, solo me dicen que está bien, en el búnker de la clínica". La incertidumbre y la angustia traspasan el teléfono en la voz de Vanessa Martínez, que está a punto de tener un hijo por gestación subrogada en Ucrania junto a su pareja.
En las últimas horas han salido del país evacuados por la embajada los últimos padres españoles que habían tenido un hijo por este procedimiento, pero en el limbo queda ahora para quienes están pendientes del nacimiento, como confirma Apingu, la asociación que representa a estas familias. "Cada clínica irá guiando a las familias, la situación es tremenda porque ahora mismo no se puede llegar a Ucrania, los aeropuertos están cerrados, la vía terrestre se cree que podría haber algún punto de frontera abierto pero no se sabe si se podría pasar..."
Esta es la mayor preocupación de Vanesa y su pareja, cómo van a poder llegar hasta su hija cuando nazca. Esta pareja emprendió de forma paralela el proceso de gestación subrogada y el de adopción después de que ella pasara un cáncer que conllevó una histerectomía total (extirpación del útero y el cuello uterino). "Llevamos un año en el proceso, nuestra hija está a punto de nacer y no sabemos qué va a pasar. Estamos desesperados", lamenta Martínez.
La información de la clínica, Biotexcom, le llega a cuentagotas. Sabe que las gestantes y sus familias están en un búnker cuyas imágenes ha publicado en un vídeo la propia clínica en Facebook esta semana. "La clínica Biotexcom está lista para proteger a las madres de subrogación, clientes y sus bebés en caso de que la agresión armada de Rusia comience..." "Hay un refugio antibombas equipado con todo lo necesario: comida, ropa, máscaras de gas, botiquines de primeros auxilios, sacos de dormir, pañales, mantas, cunas y mucho más", decía la clínica en la red social.
Pero Martínez denuncia la escasa comunicación que hay con las familias. "Nos dan escasa información una vez al día, otro teléfono móvil de una persona de la compañía que ya no está operativo y tampoco contesta los emails". Este periódico se ha puesto en contacto con la clínica pero han rehusado hacer declaraciones.
En España la gestación subrogada no es legal y por tanto estos procesos en el extranjero quedan en un limbo legal que las familias sortean con dificultades jurídicas en una suerte de laberinto legal. En las últimas semanas y a las puertas de que el conflicto estallara, el Gobierno ofreció un salvoconducto a las familias españolas para salir del país, pero Vanesa teme que ahora se haya acabado el apoyo de las autoridades: "Hemos tratado de contactar y no hay forma. He escrito, llamado a los teléfonos de emergencia de la Embajada española en Ucrania, pero no puedo hablar con nadie. Tanto que decían anoche que estaban ayudas a los españoles y nadie nos coge el teléfono ni se han puesto en contacto con nosotros".
"Sabemos de otra familia en una situación parecida a la nuestra que su gestante está con contracciones y le han dicho que están intentando llevarla a un hospital, nosotros no sabemos qué va a pasar. Se supone que en el búnker puede dar a luz al bebé, pero tampoco sabemos seguro", dice Vanesa.
La futura madre se muestra desesperada por la situación que les aguarda en apenas unos días. "Qué va a pasar después, queremos decir qué opciones tenemos para sacar a nuestros bebés de España, porque aunque el Gobierno español no los reconozca nuestros hijos van a ser españoles, van a pagar sus impuestos en España, queremos una responsabilidad, pedimos nos ayuden. Estamos desesperados". Estos padres están dispuestos a todo: "Hemos dicho hasta de coger el coche e ir para allá, pero, ¿cómo entramos?, ¿cómo entramos en una guerra?"
En las últimas horas, Apingu ha recibido el apoyo de algunos diputados que se han mostrado dispuestos a mediar con el Ministerio de Asuntos Exteriores y Cooperación en caso que sea necesario pero la asociación dice que no pueden decir sus nombres. "La situación es muy complicada y de momento no hay apoyos. ¿España va a ayudar a que puedan llegar a ellos a otorgar los cuidados parentales obligatorios al nacimiento? Hay muchas incógnitas todavía", lamenta su portavoz.
Martínez lamenta que las palabras "son solo eso, palabras, no hay hechos. Somos muchas las familias en esta situación y no sabemos nada. Y la respuesta es ninguna. Esperar. ¿Esperar a que mi hija nazca en un búnker y no la pueda sacar? ¿Y un día le pueda tocar a ella?".
La invasión rusa en Ucrania empezó la madrugada del jueves y apenas 24 horas más tarde las tropas de Vladimir Putin entraban en la capital, Kiev. La situación es incierta y se han producido ya más de 100 bajas. El mundo entero mira a Europa del Este y estas familias esperan con desesperación una respuesta a casi 4.000 kilómetros de sus hijos.
Desde España, Ilanit Snir, presidenta de Apingu y quien fue madre por gestación subrogada en Ucrania en 2019, asegura que tanto ella como otras familias han ofrecido su casa a las mujeres que gestaron a sus hijos. "Si pudieran venir aquí estamos, ayer muchos que mantenemos contacto con ellas les mandamos dinero a través de Western Union porque los cajeros no funcionan. Aunque algunos tampoco lo han podido cobrar por miedo a salir", explica.
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