Enfrentarse a una rotura fibrilar puede ser un desafío, pero la comprensión profunda de sus causas, del tratamiento apropiado y de la adherencia a un plan de recuperación son fundamentales. Es rara la persona que no haga deporte de manera habitual y no haya sufrido una rotura de fibras o un desgarro muscular. Pero, ¿por qué suceden y cómo prevenirlos?

“Reconocer una rotura de fibras es crucial para iniciar un tratamiento eficaz. Los síntomas varían desde la sensibilidad y la tensión en los casos leves hasta dolor intenso, inflamación y pérdida total de la función muscular en los más graves. El diagnóstico preciso, generalmente mediante ecografías y evaluaciones físicas, permite planificar el tratamiento de manera efectiva”, asegura el doctor Ghassan Elgeadi Saleh, jefe de servicio de los Hospitales Quirónsalud San José y Quirónsalud Valle del Henares, experto en medicina deportiva y en cirugía mínimamente invasiva.

Ghassan Elgeadi Saleh, jefe de servicio de Cirugía Ortopédica y Traumatología de los Hospitales Quirónsalud San José y Quirónsalud Valle del Henares.
Ghassan Elgeadi Saleh, jefe de servicio de Cirugía Ortopédica y Traumatología de los Hospitales Quirónsalud San José y Quirónsalud Valle del Henares.

Según explica el doctor Elgeadi, los músculos esqueléticos son los responsables de nuestros movimientos voluntarios. Estos pueden sufrir desgarros cuando las fibras del tejido muscular se estiran más allá de su capacidad: “Este fenómeno puede desencadenarse por movimientos bruscos, por cargas excesivas o bien por una falta de calentamiento adecuado. Las áreas más susceptibles incluyen los cuádriceps, los isquiotibiales, y los gemelos”.

Posibles causas de una rotura de fibras

Existe un gran abanico de factores que pueden contribuir a sufrir dicha distorsión: falta de elasticidad, la existencia de ciertos desequilibrios fibrilares, deshidratación o una alimentación inadecuada, además del calentamiento insuficiente antes de la actividad física. Por otro lado, el doctor Elgeadi advierte que el descanso insuficiente también puede desempeñar un “papel crucial” en la vulnerabilidad de los músculos. 

Los desgarros musculares se clasifican como de primer, segundo y tercer grado según la severidad: “Desde daños leves en las fibras hasta roturas totales, cada categoría presenta desafíos únicos en términos de tratamiento y recuperación. La identificación precisa de la severidad de la lesión es esencial para determinar el enfoque terapéutico adecuado”, explica el especialista de Quirónsalud San José y Quirónsalud Valle del Henares.

Prevención y tratamiento

El traumatólogo sostiene que la prevención desempeña un “papel crucial” en la reducción del riesgo de desgarros fibrilares. El calentamiento previo al ejercicio así como los estiramientos, la atención a las señales del cuerpo y el mantenimiento de un equilibrio muscular “son medidas preventivas esenciales”, apostilla este experto. 

Además, considera que una dieta equilibrada y una hidratación adecuada contribuyen “significativamente” a la salud de nuestros tejidos: “La prevención, a través de hábitos saludables y de una rutina de ejercicio consciente, es la clave para mantener la funcionalidad muscular a lo largo del tiempo. Esta no sólo es esencial para el rendimiento deportivo, sino también para disfrutar de una vida activa y plena”.

En cuanto al tratamiento de este tipo de lesiones, varía según la gravedad del daño. Para los casos leves el doctor Ghassan Elgeadi apunta a la aplicación del método PRICE (por sus siglas en inglés, proteger, reposar, hielo, comprimir y elevar). 

La opción quirúrgica

Sin embargo, ya en las roturas más críticas pueden ser necesarias intervenciones quirúrgicas seguidas y programas de rehabilitación específicos bajo la guía de fisioterapeutas especializados. “La terapia con células madre ha surgido como una opción prometedora para acelerar la sanación”, valora este experto traumatólogo.

Con todo, es importante la detección y tratamiento precoces para una mejor recuperación de los pacientes. “Al abordar los desgarros de manera integral podemos asegurarnos de mantener la maquinaria física en óptimas condiciones, y de prevenir obstáculos innecesarios en nuestro camino hacia una vida saludable”, defiende el doctor Elgeadi.

Tal y como recuerda el jefe de servicio de los Hospitales Quirónsalud San José de Madrid y Quirónsalud Valle del Henares, el cuerpo humano, con sus más de 600 músculos, es una “maquinaria asombrosa” que nos permite llevar a cabo una amplia variedad de actividades. “Sin embargo, los desgarros musculares pueden convertirse en obstáculos dolorosos en este complejo sistema, siendo fundamental su prevención, así como una recuperación efectiva”, insiste este especialista.